Chapter 38.

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Durante unos interminables diez minutos Liu me abofeteó. Tenía la cara completamente insensibilizada, ya no sentía el dolor de los golpes, simplemente sentía un ligero cosquilleo en las mejillas y el labio, el cual me sangraba bastante.

    —Eres testaruda. —Intenté responder, pero tenía la boca demasiado entumecida. Se paró delante de mí, y llevó su mano hasta mi mandíbula, esta vez con cuidado, acariciando la piel libre de heridas—. En realidad yo no te quiero hacer daño. Sólo quiero encontrar a Jeff. Sabes que si me dijeses dónde está él, te dejaría tranquila. Puede, que incluso tú y yo nos llevásemos muy bien.

Pasó la yema de sus dedos por mi cuello y se puso detrás de mí, acariciando la piel hasta bajar a mis hombros. Retiró un poco la tira del vestida y paró en seco a ver la cicatriz que Jeff me había dejado.

La acarició, apenas rozándola, para luego agarrar mis brazos con fuerza, bajando sus labios hasta mi oreja.

    —Siento mucho que Jeff te hiciera eso. En cierto modo a ambos nos ha marcado como a animales. No te quiero hacer más daño.

Dicho eso se alejó unos pasos, hacia una sala que parecía la cocina. Volvió con un gran vaso de agua y unas pequeñas pastillas.

    —Toma, son analgésicos. —Me los ofreció, esperando que los aceptara, me negué, y entonces me los hizo tragar por la fuerza—. ¿Quieres más agua? —Asentí.

Me atendió, tranquilo, incluso sonriéndome e intentando que estuviera cómoda. ¿Cómo era posible que cambiase tanto se actitud de un momento a otro? De pronto, y sin previo aviso, tanto Liu como Grinny cat levantaron la cabeza y salieron corriendo.

Extrañada continué mirando por la dirección en la que se habían escapado. A lo lejos, a través de una ventana, pude observar unas figuras. Dos de ellas, eran tremendamente altas y delgadas, la otra, era delgada pero mucho más baja. La más baja comenzó a correr hacia la casa, mientras que las otras dos desaparecían. Comencé a revolverme, intentando liberarme de mis ataduras, pero me resultó imposible.

La puerta cayó al suelo de un golpe, y de entre el polvo que levantó su caída apareció Toby, hacha en mano y con el rostro realmente desfigurado por el odio. Sus ojos recorrieron la habitación, hasta que finalmente se posaron en mí.

    —¡Lara! —Comenzó a correr hacia donde estaba. —Lara, lo siento, lo siento mucho. —Comenzó a desatar las cuerdas que me ataban, dejando el hacha enganchada en una tira de cuero que colgaba de su cinturón—. Perdóname por favor.

    —Sácame de aquí —fue lo único que pude articular.

Sus tics eran muy pronunciados y sus ojos brillaban con arrepentimiento. Sus manos, que temblaban no sólo por sus tics, comenzaron a recorrer mi cuerpo asegurándose de que estaba bien. Alargué mis brazos, intentando alcanzar su cuello y me abracé a él.

    —No hay nadie en la casa —dijo él.

    —Toby, llévala a casa. —La dulce, dulce voz de Slenderman hizo que se me saltasen las lágrimas.

Sentí como Toby asentía, y levanté la mirada hacía las dos personas que acababan de hablar. Al lado de la puerta, con sus cabezas aún giradas buscando algún indicio de vida, estaban Laughing Jack y Slenderman. Mi estómago comenzó a dar tumbos. Me levanté, ayudada por Toby, y con pasos torpes y pesados me acerqué a ambos.

Slender alargó sus brazos, asegurándose que no me cayera al suelo, mientras Laughing ponía una mano en mi espalda.

    —Lo... Lo siento. —No pude contenerlo más, y mis lágrimas salieron precipitadas, formando pequeños caminos de piel libre de polvo allá por donde pasaban. Laughing sonrió, acariciando con ternura mi espalda. Con una larguísima mano Slender apartó un mechón de pelo que tapaba mis ojos—. No dije nada.

    —No tienes nada que sentir. Por favor, no vuelvas a hacerlo.

Asentí, limpiando con mi muñeca las largas velas de mocos que caían por mi nariz. Pronto mis pies se levantaron del suelo, y un par de brazos cálidos, plagados de tics me llevaron en alzas. Recorrimos el bosque solos, mientras Slender y Laughing seguían investigando la casa y sus alrededores.

El camino lo hicimos en silencio, mientras que gracias al calor que emanaba de Toby comenzaba a quedarme dormida.

Un destello en unos árboles hizo que me despertara. No fue un destello muy fuerte. Fue parecido a lo que vi en el bosque la noche de la fiesta. Enfoqué mis ojos y comencé a escudriñar las sombras, intentando ver la procedencia de ese brillo. Lo volví a ver, era un brillo rojizo, seguido de una sonrisa puntiaguda.

«No puede ser, nos están siguiendo».

    —Toby —mi voz sonaba débil y quebradiza. Intenté que fuera prácticamente un susurro. Él levantó ligeramente su cabeza—. Nos están siguiendo.

    —¿Sabes quién? —Su voz también fue un susurro que hasta a mí me costó escuchar.

    —Creo que es Liu y Grinny cat.

Toby no aceleró el paso, y tampoco paró, siguió caminando. Bajo mi cuerpo sentía como todos sus músculos comenzaban a entrar en tensión, así como sus tics se hacía algo más fuertes.

Detrás de nosotros escuchamos un crujido. En un movimiento repentino Toby me dejó en el suelo, al mismo tiempo que desenfundaba su hacha, parando así por poco el ataque de un cuchillo que iba directo a su cuello.

    —¡Corre!

Como pude, hizo lo que me dijo. Más que correr trotaba, estaba demasiado débil incluso para mantenerme en pie. El sonido del metal se escuchaba, retumbaba entre los árboles haciendo que en vez de dos persona luchando, parecieran veinte.

A mi lado, andando con tranquilidad pude ver a Grinny cat, que con su habitual sonrisa parecía escoltarme. Entre jadeos y ahogos, bañada en mi sangre y con el cuerpo completamente destrozado por el dolor intenté pararlo.

    —No, no puedes venir conmigo, estás con Liu. Le dirás dónde está Jeff y lo matará.

Por toda respuesta lo único que recibí fue un movimiento de orejas mientras que giraba su cabeza hacia un lado.

    —Estúpida. —Una voz sonó. Miré a Grinny cat, confundida ¿había hablado él? Miré al gato, pero en su rostro se podía ver la misma confusión que en el mío. En un movimiento rápido Grinny desapareció, dejándome sola, indefensa ante la persona que hablaba desde la oscuridad—. Jamás pensé que sobrevivieras. Grinny cat no es aliado de Liu, está con él por que Liu no establece alianzas con nadie, como él.

Un movimiento entre dos árboles y una sombra me tiró al suelo, haciendo que cayese de boca, llenando mi boca de tierra y agujas de pino. Sentía como a mi alrededor alguien o algo se movía. Hacía varias horas que había anochecido, dejando el bosque desprovisto de toda luz. Negro sobre negro, eso era todo lo que mis cansados ojos podían ver.

El filo de un cuchillo comenzó a pasearse por mi cuerpo, con cada acercamiento de aquella sombra sentía como el filo se hendía en mi carne, provocándome un increíble dolor.

Slave of Creepypastas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora