Slave of Creepypastas.

Chapter 4

La luz del Sol se colaba por la ventana y daba de lleno en mis ojos.

Sentía mi mano húmeda y peso en mis piernas. Intenté moverlas y escuché un gruñido.

Al incorporarme encontré una bola de pelo de color gris, con orejas picudas y negras. Le di una ligera patadita, y la bola de pelo se enderezó. Era un perro, un Husky con el lomo gris, la cara y el pecho blancos y las orejas negras. Sus ojos eran de un frio azul cielo, pero algo raro había en él. Estaba, ... ¿sonriendo?

    —¿Smile dog? —El perro se levantó y empezó a botar en la cama como si fuera un cachorrillo con cara de demonio.

Se abalanzó sobre mi, apoyando sus patos sobre mi estómago y pecho mientras acercaba esa lengua larga, rosada y llena de baba a mi cara.

    —No. No me lamas —dije casi sin poder respirar —¡Smile para me ahogo!

Smile dog no obedecía y no fue hasta que consiguió lamer mi cara por completo, nariz, boca y ojos incluidos cuando se bajó de mí para tumbarse al pie de mi cama.

    —¿Satisfecho? —Smile ladeó la cabeza y bajo una de sus orejas mientras yo me quitaba la saliva con las manos. Me dirigí a una puerta que supuse era un baño.

    —Vaya, acerté. —Al abrir la puerta me encontré un baño similar al de la planta baja, pero este tenía una gran bañera. Me desnudé y me di un largo baño. Una vez limpia me envolví con una toalla y salí del baño mientras me secaba el pelo. Una vez en la habitación me encontré con tres personas sentadas en mi cama sin hacer, y con mi ropa a sus pies. di un salto y agarré la puerta lista para encerrarme en el baño.

    —¡¿Pero qué coño hacéis aquí?! —Les tire la pastilla de jabón que había en el lavamanos, pero lo esquivaron con facilidad, lo que hizo que me sintiera torpe.

Sentados en mi cama estaban Jeff, Ben y Eyeless.

Jeff observaba la escena con cara aburrida, fijándose en el paisaje que se veía desde mi ventana mientras repiqueteaba los dedos contra el marco de una ventana. Ben jugaba con uno de mis calcetines acercándoselo y alejándoselo a Smile de la boca y Eyeless, no sabía muy bien que estaba haciendo, solo pude sentir como clavaba sus cuencas sin ojos en mí. Comencé a sudor del miedo, ¿ que carajo hacían esos tres en mi cuarto?

    —Slender te busca. —Fue toda la respuesta que recibí de Ben.

Cogí mi ropa del suelo, le quité de mala manera mi calcetín de las manos a Ben, le saque de debajo del culo mi sujetador a Jeff y me fui al baño a cambiarme dando un portazo.

«Será posible... ¡Pero que cara tenían! Entraban en la habitación sin permiso, se sentaban encima de mi ropa y se ponían a jugar con ella. ¿ Y si me hubieran pillado desnuda? Bueno... no creo que se interesasen demasiado».

Aún así no podía ignorar el hecho de que ni se habían inmutado, por lo menos cohíbete un poquito. No seas baboso y te quedes con cara de culo mientras lucho por mantener mi dignidad intacta. Terminé de vestirme, me cepillé el pelo como pude, ya que no tenía cepillo y salí del baño.

Ahí seguían, sentados encima de mi cama desecha, les miré fijamente, pero ellos pasaron de mi por completo.

    —¿No tenéis cosas mejores que hacer?  —Me acerqué y tiré de la sábana. —¿Os importaría levantaros?

Los tres se levantaron con gesto cansado  y se apoyaron en la pared más cercana mientras yo hacía la cama. Me sentía muy incomoda siendo observada por tres asesinos mientras hacía una cama teniendo en cuenta que hacía unos segundos les había echado casi a patadas de la cara. Todo sería que uno sacase un cuchillo y adiós Lara, buena suerte en la próxima vida. Al fin terminé de hacer la cama y no se cómo ni por qué adiviné las intenciones de Smile dog.