Slave of Creepypastas.

Chapter 24.

La sombra se fue acercando a nosotros, sin un ápice de miedo por los gruñidos de Smile, que a estas alturas más parecían rugidos que gruñidos. Según se acercaba la silueta iba ganando forma y nitidez.

    —Cállate ya perro estúpido. —Era una voz familiar. La silueta se volvió más clara y por la forma en la que se movía pude deducir que era, Nina—. ¿Qué haces aquí Lara?

    —¿Por qué no me dijiste que a Jeff le gustaba Lina? —Me miró con asombro. Se acercó a mi y se sentó a mi lado, con la espalda apoyada en el tronco, como yo.

    —¿Ya sabes quién es Lina?

    —Bueno, realmente... Bueno solo sé que estuvo en la casa trabajando antes que yo. Y escuché de Jeff y Ben que tenía muy buen cuerpo, y bueno que estuvo con casi todos los chicos...

    —Bueno, solo cuentan lo que quieren. Lina tenía serios problemas. Era una chica muy frágil mentalmente. Slender es capaz de ver en nuestro interior. Es capaz de ver nuestros mayores miedos y deseos. Es capaz de meterse en nuestra mente y descubrir cosas sobre nosotros que nos están ocultas. Por así decirlo, Slender trasciende este mundo, va más allá, mucho más allá.

»Nosotros no sabemos realmente como elige a las personas que vivimos en la casa. Hay muchas más personas como nosotros que deambulan por el mundo, solos. Bueno, Slender eligió a Lina como a ti. En teoría sois personas que Slender cree nos vais a tolerar, lo cual no es fácil de encontrar, y que, en teoría, no os vais a negar a cuidarnos.

»Pues bien, Lina en teoría era así. Fue traída a esta casa de una forma similar a la tuya. Slender la trajo y le propuso venirse con nosotros. Ella aceptó en el momento. Le dieron dos semanas para arreglar las cosas y venirse con nosotros. En seguida los chicos estuvieron detrás de ella. No me mires con esa casa, Lina era muy bonita, y ellos no iban detrás de ella por que les gustase. Somos asesinos, hay cosas que para nosotros son mucho más complicadas que para la gente normal, por ejemplo el sexo. Bueno, y más cosas. Imagínate a unos tíos de entre 16 y 24 años todos juntos, muy machos, según ellos, y sin mujeres cerca. La primera cosa que vean con tetas, detrás irán. Bueno, todos estaban encantados con Lina, yo también me llevaba muy bien con ella.

»Llegó un momento en que Jeff consideró que Lina era de su pertenencia, y claro está, los demás chicos se enfadaron con Jeff. Lina a partir de ese punto comenzó a comportarse distinto, comenzó a manipular mucho a los chicos, consiguiendo todo lo que quería de ellos, incluso que matasen para ella. Ellos estaban encantados, pero Slender tiene clara una cosa. No es adecuado que una persona mentalmente desquiciada cuide a otra persona mentalmente desquiciada. Lina se convirtió en una asesina, a veces se escapaba, sola o con algún chico y mataba. La pillaron, la encarcelaron y finalmente Slender apareció y la mató antes de que la interrogasen. Esa es la historia de Lina.

Granes escalofríos recorrían mi cuerpo haciendo que me retorciera en el sitio.

    —¿Así acabaré yo también?

    —No creo. tú eres mucho más fuerte mentalmente.

    —¿Hace cuánto murió Lina?

    —Seis meses.

Ya sabía de la existencia de Lina, pero algo en mi interior se desgarraba por momentos. Realmente no entendía el por qué. Me sentía... ¿celosa? Pero ¿Por qué? Por un largo rato estuve buscando la respuesta en mi cabeza, mirando en cada recoveco.

«Estoy celosa de que la eligiesen a ella antes. De que la prefirieran a ella. De que Jeff la prefiera a ella todavía».

     —Lara. —La voz de Nina me llamaba lejana—. Lara. ¿Estás bien?

La miré, quería decirle que no, que no estaba bien, pero las palabras no conseguían salir de mi boca.

    —La... —me miró inquisitiva, queriendo saber qué me pasaba—. La preferías a ella... —Me levanté de un salto, y Smile me siguió.

    —¿Qué dices?

La miré horrorizada, con el labio inferior temblando ligeramente. Las piernas no me respondían. Nina se levantó e intentó acercarse a mí.

    —Lara, no pienses eso.

    —Solo soy una sustituta. Siempre segundo plato. —Salí corriendo, con Smile primero a la zaga y luego por delante de mí, indicando el camino de regreso a la casa. No quería ir a esa maldita casa, pero a dónde si no. Cuando llegamos tenía los ojos hinchados de contener lágrimas y las garganta quemada por el aire congelado. Abrí la puerta con un gran estruendo. En el recibidor estaba Jeff con Sally cogida en sus hombros. Antes de que ninguno de los dos pudiera decir nada salí corriendo escaleras arriba, escuchando un lejano:

    —Jeff, tras ella. Corre, está llorando

Llegué a mi habitación y cerré la puerta con pestillo, dejando fuera a Smiles, Jeff y Sally. Cerré la única ventana de la habitación y me metí en la cama, cubriéndome con las sábanas por completo. Al otro lado de la puerta estaban Jeff y Smile aporreando la puerta mientras uno ladraba y el otro gritaba, y en ese momento no estaba muy segura de quien hacía cada sonido. Cogí mis cascos y puse la música a tope para no escucharlos. Finalmente me quedé dormida.

Fue un sueño inquietante, en el que Lina aún estaba viva. No sabía cómo era en verdad, pero en mi sueño aparecía como una mujer alta, de buen cuerpo y rostro dulce. Con el pelo castaño claro y unos enormes ojos azules llenos de luz. Todo lo que yo hacía ella era capaz de hacerlo mejor, hasta tal punto que Slender llegó a decir, que solo con Lina se bastarían, y que yo ya no era necesaria.

«¿Por qué? ¿Por qué me pasan estas cosas a mí?».

«Por que todo el mundo te ve débil».

«¿Por qué?».

«Intentas tratar bien a todos, ser buena con la gente...». 

«... y lo único que consigo es...».

«... que te hagan más daño».

Me desperté empapada en sudor, con los casco aún puestos, me quité uno. Podía escuchar la fuerte respiración de Smile al otro lado de la puerta. Una voz amortiguada llegó desde fuera.

    —Smile, déjala en paz. Ya saldrá. —Por toda respuesta, a la que parecía la voz de Jeff, recibió un gruñido.

Presté atención a la música y en ese momento estaba sonando "My Inmortal" de Evanescence, no pude resistirme, y a pesar de que tengo una voz horrible, la canté. Era el corta venas perfecto para aquella noche de mierda.

Con lágrimas en los ojos y la incipiente sensación de que alguien, detrás de la puerta, me observaba me quedé dormida de nuevo.