Tim tomó mi mano y me obligó a subir las escaleras hasta una habitación. Nuestros pasos eran secundados por los de Brian y Jay. El sonido de nuestras pisadas resonaba por el pasillo, devolviéndonos un eco algo vano y poco nítido. Tim abrió una puerta blanca.
—Este es tu cuarto Lara. Ése de enfrente es el de Jay —dijo mientras señalaba con la cabeza la puerta que estaba justo en frente de la de mi habitación—. Dejad las cosas y os enseñaremos el resto.
Y así lo hicimos. Dejamos nuestras cosas en las correspondientes habitaciones y seguimos a Brian y Tim a lo largo de la casa. Nos enseñaron sus habitaciones, que estaban tan solo a dos puertas de distancia de las nuestras, lo que en teoría era el dormitorio de Slenderman y su despacho, que según ellos era donde pasaba la mayor parte del tiempo. Nos mostraron donde estaban los dormitorios del resto y finalmente bajamos de nuevo a la planta principal.
—Este es el salón —dijo Brian—. Y ése al fondo que está tumbado es Smile. Es algo así como la mascota de Jeff. —Sobre el sofá descansaba una gran bola de pelo grisáceo, que un segundo después de escuchar su nombre levantó la cabeza y nos olisqueó desde lejos. Sabía perfectamente lo que me encontraría en cuanto girase la cabeza y nos mirase, pero aún así no pude evitar parpadear varias veces. No resultaba del todo monstruoso, pero desde luego sí que era espeluznante. El perro se levantó perezoso de su asiento y comenzó a olisquearnos. Pero llegó un momento en que sus ojos azules se cruzaron con los míos y por un momento creí verlos brillar con verdadera luz.
—Se acuerda de ti —dijo Tim. —Cuando te fuiste no dejó de custodiar la puerta de tu cuarto.
—¿Hizo eso? —Extendí la mano, dejando que Smile la oliese y reprimí un escalofrío cuando su lengua pasó por el dorso de mi mano.
—Sí —Brian asintió—. Igual que su dueño. Jeff no nos dejaba entrar en tu habitación. Te has perdido un montón de peleas entre Jeff y Ti- ¡Auch!
Antes de que Brian pudiese acabar su frase Tim le dio un golpe en el brazo mientras le miraba con cara asesina.
—¡¿Pero de qué estás hablando?! Tú calla pringado. —Y así Tim me llevó a la cocina mientras Smile nos seguía e intentaba dar vueltas a mi alrededor, como si de un pequeño ritual se tratase. El lomo y los costados de Smile no dejaban de rozarse contra mis piernas mientras Tim me enseñaba la cocina.
—Tim... —Desde que había vuelto a escuchar el nombre de Jeff algo agarrotaba todo mi cuerpo. Sentía miedo, pero realmente no era capaz de saber el porqué exacto—. ¿Jeff...
—¿Recuerdas algo de él? —Su voz sonaba tensa.
—No mucho... Pero... —Rápidamente Tim me tomó por los hombros, haciendo que Smile se separase de mí mientras olisqueaba más rincones de la cocina. Miré sus ojos, que rebosaban una energía que antes no había visto nunca. Parecían mirar más allá de mis pupilas y clavarse dentro de mi mente.
—Lara, no necesitas saber nada de él, ¿de acuerdo?
—Pero si vive aquí al final le acabaré viendo, ¿no?
—Por favor, mantente lejos de él. Yo... no podría soportar que él consiguiera hacerte daño. Y créeme, te lo hará.
—¿Pero por qué? —Sentía unas terribles ganas de llorar, pero mis lágrimas no salían. Sin embargo mis hombros si empezaron a temblar y ante aquello Tim me abrazó contra su pecho.
—Él, simplemente es una de esas personas que quieren ver el mundo arder.
—¿Y entonces por qué convivís con él? —Pero no obtuve respuesta, y todavía sigo sin tenerla. Fue el estrépito de la puerta el que hizo que nos separásemos sobresaltados, y los gemidos de dolor los que guiaron nuestros pasos a la entrada.
La estampa una vez en el vano de la puerta era completamente dantesca. Pequeñas gotas de sangre pintaban el suelo de madera. Dos figuras arrastraban un cuerpo que con una bata azul completamente ensangrentada era incapaz de moverse solo. A uno de los lados de la figura moribunda había una chica, que por sus características cicatrices y mechones de pelo rosado distinguí como Nina. Al otro lado un chico, mucho más alto que las otras dos siluetas y con una máscara azul de cuyas cuencas chorreaba un espeso líquido negro; Eyeless.
Pronto Tim se adelantó y ayudó a transportar al chico de la chaqueta azul.
—¿Qué pasó?
—¡¿Dónde está Toby?! —La chica preguntó histérica.
—No está, no ha vuelto desde ayer cuando salió. —Jack hablaba a nuestras espaldas. Entre los tres consiguieron tumbar al chico malherido en el suelo mientras se formaban a su alrededor pequeños charcos de sangre.
—¡¿Pero qué coño ha pasado?! —la voz de Tim se alzó sobre todas las demás. Desde luego podía dar mucho miedo cuando se lo proponía, aunque solo fuese por la agresividad que imprimía en sus palabras. Nina le miró, con sus ojos completamente rojos, parecía que en cualquier momento se fuesen escapar de sus órbitas.
—Tiene a Jeff. The Pupperteer tiene a Jeff. —Un silencio intenso reinó el pasillo por unos segundos. Yo no entendía exactamente lo que ocurría, pero deducía por la cara de horror que se la acababa de poner a Tim y a Brian que aquello era serio.
—Vale, vosotros venid conmigo y contádnoslo todo a Brian y a mí. Lara —Tim tomó mis manos y me miró a los ojos de forma serena —, encárgate de él. Slender te enseñó cómo actuar en éste tipo de circunstancias, ¿verdad? —Asentí, desde el momento en que Slenderman había hecho que dejase de tenerle miedo parte de mis recuerdos habían sido liberados, entre ellos aquellos que se referían a los primeros auxilios. Me puse manos a la obra con ayuda de Jay, e intentamos parar la hemorragia generalizada que tenía aquél chico. Sin embargo no pude dejar de sentirme extraña. Aún mientras hacía todo lo posible por ayudar al herido, mi oídos intentaban captar cualquier palabra que dijesen en la habitación de al lado, cualquier cosa que me diese una pista de lo que ocurría.
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Slave of Creepypastas.
Fanfic¿Crees que los Creepypastas no son tan malos? Entra y lee la historia de Lara, la cual fue obligada a servir a algunos de ellos. Ven y descubre que los asesinos, siempre serán asesinos. ¿Crees que sobrevivirás? 25/06/2023 #9 #LAUGHINGJACK 19/06/202...