Chapter 14.

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Sentía el calor que emanaba su cuerpo. Intenté zafarme de su agarre, pero era demasiado fuerte. Puso su mano en mi espalda y me fue acercando lentamente. Con cada centímetro que recorría mi corazón latía furioso. Sentía su aliento cálido cerca de mi cara. Sonrió de esa forma tan extraña que me hacía estremecer, torciendo el labio inferior. Rozó levemente mis labios con los suyos, haciéndome cosquillas. Se me escapó una risita, mi miró fijamente y se separó un poco.

    —Nunca pensé que alguien sonriera teniéndome tan cerca. —Volvió a acercarse, esta vez bajó su mano hasta mi cadera. —Normalmente la gente me suplica por sus vidas e intenta huir.

Se volvió a acercar y nuestros labios se tocaron, sin llegar a ser un beso. Jeff me mantenía muy cerca de él, con sus labios pegados a lo míos, pero sin moverlos. Sonrió, y entonces me besó. Fue un beso ardiente, en el que desde el principio nuestras lenguas se entrelazaron. Con cada movimiento Jeff me acercaba más a él. Me subió sobre su cadera y me empujó contra la pared. Empezó a deslizar una de sus manos desde mi cadera hasta mi muslo, y otra vez hacia mi cadera. Subió lentamente su mano por mi vientre y lo acarició. Colocó su mano en mi espalda y agarró con fuerza mi nuca. Su lengua no dejaba de jugar dentro de mi boca y sobre mis labios. Empezó a morder mi labio hasta un punto en el que me hacía daño. En un momento de mi labios empezó a salir un hilillo de sangre, el cual Jeff lamió. Me apretaba tan fuerte que me estaba haciendo daño, sus besos me lastimaban los labios hinchados por las heridas que se dedicaba a hacerme con sus dientes. Dos lagrimones salados y calientes cayeron por mis mejillas, por el dolor en la boca. Jeff se separó de mí por un momento y sonrió. Intentó volver a besarme, pero esta vez yo me aparté dándome en la cabeza contra a pared bastante fuerte. Me bajó de su cadera, me sentó en la cama, y para mi gran sorpresa con la manga de su sudadera empezó a limpiar la sangre de mis labios. Sus ojos se veían algo tristes, pero en ellos todavía ardía una intensa llama de pasión. Recogió la última gota de sangre que caía por mis labios con sus dedos y la lamió. Su cara era de satisfacción, me agarró por los hombros y puso su boca muy cerca de mi oreja.

    —Go to sleep —lo dijo en un susurro tan leve, que por un momento pensaba que no había dicho nada. Se levantó y salió de la habitación cerrando la puerta sin hacer demasiado ruido.

Me quedé sentada en la cama, con una extraña sensación atenazándome el pecho. Me tumbé en la cama y al poco rato me quedé dormida.

Me despertó una mano fría que recorría con unos diminutos dedos el contorno de mi cara. Abrí los ojos y encontré a una niña pequeña.

    —Buenos días.

    —Querrás decir buenas tardes. —Sonrió inocente y me agarró de la mano para que me levantase. —Venga, rápido, todos estamos esperando abajo. Tienes que presentarte ante todos, aunque ya casi nos conoces a todos, ¿no?

Me levanté y me vestí a la velocidad del rayo. Lavé mi cara y bajé corriendo las escaleras con Sally de mi mano. Llegamos al comedor y todos estaban sentados en los sofás. En una sofá estaban sentados Jeff, Eyeless, Ben y Smile, este último acaparaba parte del sofá y parte de las piernas de Jeff.

En otro sofá estaban Laughing Jack, con Ticci Toby a un lado y Sally sentada encima de Nina.

Hoody y Masky estaban tirados en un sofá algo más pequeño que el resto situado al lado de la gran butaca de Slender.

    —Hola Lara. Ven siéntate con nosotros. —Miré indecisa, no había ningún sitio libre y no quería que nadie se levantase por mí. De una palmadita en el lomo Smile se bajó el sofá y se sentó a los pies. Me senté donde antes estaba Smile, mientras Jeff, Eyeless y Ben me dirigían una sonrisa perturbadora.

    —¡¡Mira que mono es Smile!! Lara tienes que caerle muy bien, desde que llegaste no deja de rondar por tu habitación y de dormir en tu cama. Hay quien lo consideraría un mal presagio, —Sally rio levemente y Smile puso su cabeza en mis rodillas en busca de caricias. Le sonreí y rasqué su cabeza con alegría. Para mi gran sorpresa, me sentía terriblemente cómoda entre ellos, me recordaba a aquellas noches que pasábamos mi madre, mi hermana y yo sentadas en el sofá viendo una película o alguna serie.

    —Bien, estamos aquí para hacer una presentación formal. Como todos ya sabéis, esta es Lara.      —Todos asintieron en silencio. —Bien, ahora toca que vosotros os presentéis.

Sally me sonrió y botó ligeramente sobre las piernas de Nina.

    —Bueno a mí ya me conoces, yo soy Sally y espero que podamos jugar juntas. —La niña de unos 8 años botaba ligeramente sobre las rodillas de Nina, haciendo que su melena castaña y larga se meciese suavemente. Me observaba con penetrantes ojos verdes que contrastaban con las manchas de sangre que bajaban desde su cabeza hasta el cuello.

    —Claro que jugaremos juntas Sally.

    —Yo soy Nina, pero eso ya lo sabías. —Sonrió. —Me alegro de que estés con nosotros.

Nina, con un aspecto similar a Jeff, había cosida sus ojos y cortado sus mejillas para tener una sonrisa eterna. Su cara estaba llena de quemaduras químicas y cicatrices por lo "hermosa" que Jeff la había vuelto.  

    —Encanto, ya sabes quién soy yo. No te preocupes aquí te cuidaremos todos y si alguien te hace daño yo mismo lo abriré en canal JAJAJAJAJA. —Laughing Jack lanzó una mirada asesina al grupo de tres que tenía sentado a mi lado entre risa y risa.

    —Bueno yo no necesito presentación, soy Jeff —antes de que pudiese terminar su presentación Ben lo interrumpió.

    —No le hagas ni caso, al que seguro que conoces es a mí, soy Ben Drowned. ¿A que a mí sí me conoces?

    —Bueno en realidad os sé quiénes sois todos. Todos en general sois personajes muy conocidos.

    —Sí, todos menos el idiota de Toby. —Jeff empezó a armar jaleo y meterse con Toby mientras este intentaba ignorarlo.

    —Pues yo sí conozco a Toby, y él es muy popular entre las chicas, Jeff. —Al instante Jeff se calló y me miró con rencor. Por toda respuesta Toby me sonrió levemente y volvió a sumirse en sus pensamientos mientras se encorvaba ligeramente.

    —Yo soy Eyeless Jack. —Eyeless seguía con la máscara puesta. —Tranquila, no te comeré. No me dejan. —Levantó levemente su máscara y dejó ver unos dientes afilados y muy blancos. —Y esos dos que están dormidos en el sofá son Masky y Hoody. —Eyeless alcanzó el mando y lo lanzó con fuerza sobre ellos. —Arriba gallinitas.

Ambos se despertaron sobresaltados y por alguna extraña razón miraron directamente a Jeff.

    —A mí no me miren palurdos, yo no fui.

    —Ya, seguro Jeff.

    —Trágate la lengua imbécil.

    —¡Basta! —la voz de Slender se impuso a todas las demás y se hizo un denso silencio. —Bien Lara, acompáñame anda.

Se levantó de su gran butaca, su cabeza casi rozaba el techo y para salir del salón tuvo que agacharse para no darse con el marco de la puerta. Subimos a su despacho y me invitó a tomar asiento.

Slave of Creepypastas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora