Slave of Creepypastas.

Chapter 36.

Empuñó el cuchillo con fuerza, mientras colocaba la punta en mi hombro. Poco a poco, y con un dolor insoportable noté como el cuchillo se iba haciendo camino, atravesando mi carne, cortando y excavando, cada vez más profundo.

Mi ropa estaba empapada, en una asquerosa mezcla de sudor y lágrimas, sangre y barro. Sacó el cuchillo de la herida y comenzó a pinchar en pequeñas regiones, haciendo que el dolor me azotase como un látigo invisible y la sangre manara más rápida y espesa.

    —Es tu última oportunidad de decirme dónde está Jeff.

Sonreí, aún no me iba a matar, iba a intentar sonsacarme la información a base de tortura. Volví a escupirle, pero esta vez a propósito, intentando aunar toda la sangre que pudiera de mi boca y lanzándola con fuerza. Salió rápida y precisa, extendiéndose al final no sólo por la máscara si no también por la peluca y manchado su cuello.

Me pegó un puñetazo en la barbilla y me dio la vuelta, quedando boca abajo, saboreando la tierra. El Sol estaba alto, y hacía calor, pero yo estaba helada. No dejaba de temblar, cosa que intentaba ocultar. Pero yo aún tenía fuerzas. Sentí la mano de Jane, apretando con fuerza mi nuca y acercándose a mi oreja.

    —Sólo mataré a Jeff, no temas por los demás.

    —¿Sabes dónde viven? —Al instante se mostró interesada, aflojando un poco el agarre a mi nuca y relajando su cuerpo—. En mi culo, ¿por qué no buscas ahí?

Sus manos se crisparon, levantó mi cabeza, para luego estamparla contra el suelo. Pero para mi alivio algo la paró. Sentí como el peso de Jane desaparecía y ella comenzaba a gritar. Giré la cabeza y ahí estaba, un hombre tumbando a Jane mientras le daba un golpe en la cabeza, con tal fuerza que la dejó inconsciente.

Volví a notar algo de peso sobre mi cuerpo, me giré, tirando así a Grinny cat, que con su habitual sonrisa volvió a subir encima mío, en busca de caricias de nuevo. Alcé la mano, e inmediatamente se frotó contra ella. ¿Cómo había llegado aquí? Yo lo vi irse.

El hombre que había atacado a Jane fue hasta donde yo me encontraba y en un movimiento rápido me levantó del suelo, con Grinny aún en mis piernas, y me llevó en brazos por el bosque.

                                                                                           ***

Hacía ya cinco horas desde que Lara había desaparecido, la casa era un puto caos. La mañana había empezado de forma extraña. Hoody y yo nos despertamos juntos, ambos tumbados en el sofá del salón. Nos despertaron los gruñidos de Smile y los posteriores gritos de Jeff.

    —¿Cómo te atreves a tocarla?

    —Ella también es mía. —Toby tenía as piernas y los labios cubiertos de heridas, y la boca ensangrentada, al igual que los puños de Jeff. Jeff cogió con fuerza del cuello a Toby y lo levantó unos centímetros del suelo.

    —A ver si te queda claro de una puta vez. Es mía, yo la vi primero. Sólo yo puedo hacerle daño, es un derecho que me pertenece.

    —¿Y quién te ha dicho que ese derecho es tuyo psicópata de mierda?

Jeff lanzó por los aires a Toby, haciendo que su espalda chocara con dureza contra el suelo.

Por las escaleras bajó Masky, esta vez sin la máscara, con el pijama mal puesto y mirada enojada.

    —¿Dónde está?

Toby lo miró con asco, mientras que Jeff comenzaba a acercarse a él con los puños apretados y mirada enloquecida.

    —TÚ, grandísimo hijo de puta.

Jeff le lanzó un puñetazo, el cual Masky paró. Los cálidos brazos de Hoody, que hasta ese momento me habían abrazado se despegaron. Fue corriendo hasta Jeff y lo inmovilizó, liberando así a su amigo de los incesantes golpes de Jeff.

    —¡¿Donde coño está?!

    —Se ha ido.

    —¿Ah si? No jodas. 

Toby se adelantó, con los tics en un aumento.

    —Yo la pegué.

Masky se acercó a Toby, intentando cogerle por los brazos para parar su espasmos a cada segundo más exagerados.

    —Toby a veces no te entiendo. ¿Que creías que si la tratabas tan bien como Jeff te haría más caso? —Toby bajó la mirada. ¿Qué tenía Masky que parecía acojonarlos un poco?

Los gritos y golpes habían despertado a toda la casa. Slender estaba parado enfrente de la puerta, mientras extendía sus tentáculos hacia los chicos y a mí me apartaba de ellos, haciendo que un escalofrío me recorriera al contacto de su tentáculo.

    —¿Qué pasa aquí? —Su voz sonaba como de ultratumba, como si en vez de ser una sola voz fuesen varias, que salían del mismo ser. Me depositó al lado de Nina, la cual me ayudo a pararme. Ben y Eyeless tomaban de la mano a Sally, intentando tranquilizarla, y Laughing Jack permanecía inquieto, sin sonreír, con una mirada evaluadora sobre todos los presentes.

Nadie hablaba, ninguno de los chicos habló, sólo se retorcían, intentando liberarse del increíble abrazo de Slender.

    —Lara ha huido. —Quise que mi voz sonara normal, pero prácticamente lo grite. Estaba asustada. ¿Y si le había pasado algo fuera?

Slenderman me miró, y aunque no tenía rostro, juraría haber visto como su enfado se iba incrementando más y más.

    —¿¡QUÉ HA PASADO!?

Gritó tan fuerte que todos los que no estábamos agarrados por él nos tapamos los oídos. Masky intentó alargar el cuello, tomando aire para poder hablar.

    —Ha sido Toby —consiguió decir casi  sin respiración.

    —Nina, Laughing y Eyeless revisad el bosque. —Al acto obedecieron y salieron del bosque, seguidos por Smile. Me pegué a Ben y Sally. —¿¡QUÉ HA PASADO!? QUIERO LA RESPUESTA YA.

Slender estaba frenético, cada segundo apretaba más y más el estómago de los chicos, hasta que llegó el punto de que en cualquier momento explotarían. Los tiró al suelo, como si de canicas viejas se tratase.

Con la respiración entrecortada Toby consiguió ponerse en pie.

    —Yo la pegué. Me dio un ataque de rabia. —Sus tics iban haciéndose más leves, hasta recuperar su nivel normal. —Jeff vino y me paró. No sabemos dónde está.

    —Masky y Toby, registrad el bosque. Si no es con ella no volváis. Ambos salieron corriendo hasta la habitación, para bajar a los cinco minutos vestidos y armados.

Levantó a Hoody y Jeff por la sudadera hasta ponerlos a su altura.

    —Ahora vosotros me vais a contar todo lo que ha pasado.

Hace ya dos horas y media de eso y aún no hemos recibido signo alguno de que la hayan encontrado. Slender lleva dos horas interrogando a Jeff, pero este se niega a hablar. Hoody también está siendo interrogado, pero él no sabe nada, así lo ha soltado.

Un golpe en la puerta nos hizo sobresaltarnos a todos, Laughing jack llegó, con cara de pocos amigos, mirando de forma condescendiente a Jeff.

    —¿La habéis encontrado? —Mis palabras salieron solas. Laughing me miró.

    —Sí. —Todos nos levantamos—. Slender, no está sola. —Slender levantó la cabeza—. También está Jane.

Jeff recogió el cuchillo de la mesa y se dispuso a salir, pero fue interrumpido por Slender, que rápidamente le agarró con uno de sus tentáculos obligándole a tirar el cuchillo al suelo.

    —Hoody y Ben vigilad a Jeff, que no salga. Vamos.

Al instante ambos desaparecieron, dejándonos solos con un colérico Jeff que con todas sus fuerzas intentó librarse de Hoody y Ben.