Capítulo-15: "El beso"

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YOVANA MONTECARLO

Corro tras él hasta y cuando lo alcanzo salto sobre su espalda haciendo que ambos terminemos tirados en césped. El suelta una risa burlona y pone sus manos en mi cintura, haciendo que no pueda levantarme. Supongo que se preguntarán ¿qué fue lo que pasó? Bien, les contaré. Después de que discutieramos Daniel salió corriendo, con mi teléfono y tuve que correr tras él lara recuperarlo.

—Sé que estas loquita por mi, pero disimula ¿no? Digo, estamos en un sitio público. –Sonríe moviendo la cejas.

—¡Dáme mi teléfono! –Niega y se sienta, aún conmigo sobre él.

—Mucho mejor. ¿Por qué no admites que te gusto? –Trago saliva y me hace cosquillas.

—¡Cosquillas, no! –Grito muerta de la risa.

—Solo admite que te gusto y pararé, lo prometo. –Niego y el continúa.

Daniel continúa con las cosquillas y acabo de bajo de él, tumbada en el césped. Lleva mis brazos por encima de mi cabeza y sujeta mis muñecas con una de sus manos. Acerca su rostro al mío y sonríe. ¿Cómo demonios tiene esa sonrisa? Esquivo sus labios y lo empujo, después salgo corriendo. El viene detrás de mi y me atrapa rodeando mi cintura con sus brazos. Se acerca a mi rostro y mis labios rozan con los suyos. No me da tiempo ha reaccionar, pues sus labios ya besan los míos. Dejando a un lado que es idiota, besa como un dios griego. ¿Saben esa sensación cuando con chocolate? Pues lo mismo, no quiero separarme de estos labios.

—Pues para no gustarte me correspondiente el beso con muchas ganas. –Ríe a centímetros de mi boca.

—¡Te detesto! –Golpeo su pecho con mis manos y sigue riendo.

—Pues déjame decirte que si detestárme es que estas loquita por mi yo encantado. –Muerde su labio y agarra mi barbilla.

—¿Por qué me besaste? –Suspira y mira al cielo, después amí.

—No puede ser ¿acaso no te das cuenta? –Acaricia mi mejilla y frunzo el ceño.

—¿Darme cuenta de qué? No te entiendo. –El suspira de nuevo y niega.

¿Qué le pasa? Daniel me mira, sus ojos no están igual que hace unos segundos. Parece un niño al que le arrebataron su juguete favorito. ¿Acaso dije o hice algo mal? Estoy por preguntarle pero el niega y agarra mi mano. Deja mi móvil sobre mi palma y se marcha sin dejarme hablar. ¿Qué fue lo que pasó?

—¿Qué te ocurre? –Pregunta mi gemela cuando está frente ami. 

—Daniel Oviedo me acaba de besar y fue mi primer beso. -La miro con una sonrisa de idiota.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora