Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©

Capítulo-96: "Aitana"

YOVANA MONTECARLO

Daniel rodea mi cintura con sus brazos y yo pado los mios por su cuello. Me besa y escucho a mi hermana "¿De qué estábais hablando?" Ambos hermanos se tensan y aunque traten de disimular se ven nerviosos. Con la llema de mis dedos acaricio su nuca y el sonríe.

-Pedazo de fiesta la que habeis montado. -Ríe Calum y Cameron lo empuja.

-Y que lo digas. -Suelta Cameron.

-¿Pero no qué la fiesta era en vuestra casa? -Pregunta Tyler.

-Si, pero a ultima hora se cambió el lugar, ni yo lo sabía.

-Los niños están grandísimos.

-Crecen muy deprisa. -Sollozo.

-No llores. -Besa mi frente.

-Ojala se quedaran asi de pequeñitos, estarían siempre con nosotros.

-¿No habeis pensado en tener más hijos?

-Voy a ver a los niños.

Besa mis labios y se marcha, Jesús tras el. Ninguno se ha planteado tener otro bebé desde que sufrí ese aborto. Ya tenemos dos y Daniel todabía no termina su carrera. Económicamnete estamos muy bien y ahora estamos en nuestro mejor momento. ¿Tener otro hijo? Sería bonito, pero no hemos hablado de ello y temo la reaccción de Dani.

-¿Dije algo malo? -Niego.

-Desde lo que pasó no hemos hablado sobre tener más hijos, solo es eso nada mas. -Sonrío.

-¿Te gustaría tener otro bebé? -Miro a María y suspiro.

-Eso tendríamos que decidirlo los dos, pero por mi parte la respuesta sería "si" me encantaría tener otro hijo.

-Bueno teneis mucho tiempo para decidir, sois jovenes. -Asiento y Rosa sonríe.

-Por el momento no creo que suceda, Aitana y Stefan solo tienen 3 años.

-Pues apurate, no vallan a nacer al mismo tiempo. -Ríe mi hermana y toca su tripa.

-¿Estás...? -Ella asiente.

La felicitamos, pero nos ruega que le guardemos el secreto. Nos cuenta que Jesús todabía no sabe nada y quiere darle una sorpresa. Eva y mi madre hacen fotos a todo el mundo mientras niños entran y salen de la casa. Stefan corre hacia su padre, con la cara llena de lágrimas. De repente Dani dale corriendo hacia los establos.

-¿Qué fue lo que pasó?

-Aitana. -Murmura Jesús.

-No puede ser. -Susurra mi hermana.

-¡Qué alguien llame a una ambulancia! -Grita Daniel.

Corro hacia el sofá, donde Daniel deja a la niña. Agarro su manita y beso frente. Tiene los ojitos cerrados y respira con dificultad.

-Se pondrá bien.