YOVANA MONTECARLO
Miro a la Doctora, que sostiene los resultados en la mano. Trago saliva y la miro esperando un respuesta. Alza la cabeza y sonríe mientras me tiende el sobre. Me llevo las manos a la boca y ella asiente.
-¿De verdad?
-Si.
-Dios mio. –Sollozo.
-Enorabuena.
-No lo puedo creer.
-Pues creetelo. Vas a ser mamá de nuevo.
-¿De cuanto?
-Tienes mes y medio de gestación.
-¿Como no me he dado cuenta antes?
-Cada embarazo es distinto. Seguirás la misma dieta que con tu primer embarazo.
Me despido de la Doctora y salgo del hospital. Pongo rumbo hacia el Centro Comercial, donde he quedado con mi hermana. Durante el camino observo un jeep negro, que me sigue desde hace rato. Entro en el parking y bajo del auto.
-¿Por qué me estás siguiendo?
-Tengo un recado para ti.
-¿Quién eres? ¿Quién te manda?
-Haces demasiadas preguntas.
-¿Qué quieres de mi?
-Yo nada, pero quien me ha mandado si y debo cumplirlo. Te prometo que será rápido.
Saca una pistola de su espalda y retrocedo. El ríe y se acerca ami, apuntándome. Llevo las manos a mi tripa y sollozo, ¿qué hago? Un coche pasa por nuestro lado y el esconde el arma. Salgo corriendo y el viene detrás de mi. Me escondo detrás de un coche y lo veo de lejos. Tropiezo con papelera y me ve.
-¿Por qué tengo que ser tan torpe?
-No me tengas miedo.
-¿Por qué quieres matarme?
-Ya te lo he dicho, yo no quiero matarte. Solo sigo órdenes.
-Por favor no lo hagas. –Sollozo.
-Seré rápido, lo prometo.
-Por favor, no lo hagas.
-Todos creerán que fue un asalto.
-¡Estoy embarazada!
El se detiene y pone el silenciador, apuntando mi tripa. Maldice por lo bajo y lloro sin parar. El arma toca mi estómago y quita el seguro. Cierro los ojos con fuerza y escucho un grito, seguido de un disparo. Abro los ojos y veo a mi hermana tirada en el suelo.
-¡Zaira! –Grito.
-¡Joder! Esto no tenía que ser así.
-¡Maldito! –Me apunta.
-¡Se acabo! Ahora no tendré piedad.
Mira hacia donde esta tirada mi gemela, que trata de levantarse. Me acerco a el y agarro el arma. Peleamos por ella y se dispara dos veces. Caigo al suelo y el encapuchado me mira todavía con el arma en la mano.
-Lo siento, no puedo permitir que ese mocoso nazca. –Dispara.
-¡Yovana! –Grita.
Todo pasa muy rápido. Mi hermana me abraza y el tipo se va corriendo. Escucho el sonido de una ambulancia y coches de policías. Daniel baja de un coche y Jesús tras el, viene corriendo. Mi castaño se tira al suelo y me coge en sus brazos. Lo miro y con las picas fueras que me quedan le diy un corto beso.
-Te quiero, Daniel. –Susurro.
-Aguanta, por favor.
-Perdóname.
-¿Perdonarte porque?
-No he sido una buena novia, tampoco una buena madre.
-Aguanta, ya casi están.
-Lo siento, por mi culpa nuestro hijo no va a nacer.
-¿Que? –Mira mi barriga.
-Lo siento. –Lloro.
-¿Ha que esperan para atenderla?
-La ambulancia no puede pasar, han bloqueado la entrada. -Explica Zaira.
-Gracias, por amarme como los has echo. Cuida de los niños y se feliz.
-No cierres los ojos. Yovana, mirame. ¡Mirame! –Grita.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...