DANIEL OVIEDO
Mi hermano está junto ami. Ella y su hermana están a tan solo unos pasos de nosotros. La miro, está tratando de no llorar, pero se que no tardará en hacerlo. Mira hacia otro lado y yo lo hago al frente. Mi padre me pide que suba, segundos después lo hace Zaira.
-Aquí tenemos a la hermosa pareja que se comprometerá esta noche. Que en unos segundos nos harán partícipes de su pedida. -Anuncia mi padre.
-No quiero hacerlo. –Le susurro.
-Ya sabes lo que le sucederá a tu preciosa morena si no lo haces.
-Te odio.
-No hagas esperar a los invitados.
Zaira y yo estamos en el centro de la tarima. Ella mira a mi hermano este está junto a Yovana, quien esta llorando. La miro y ella me evita la mirada. Zaira me mira y ambos susurramos "lo siento" que sabemos para quienes van. Me arrodillo ante ella y abro la cajita de color rojo.
-Zaira Montecarlo ¿quieres casarte conmigo? –Se escuchan disparos.
La gente se tira al suelo y pongo a Zaira detrás de mi. Todos gritan y salen corriendo. Bajamos de la tarima y busco a mi morena entre la gente pero no esta. Los disparos siguen y los de seguridad aparecen. Salimos del enorme salón y un caos se forma fuera. Jesús llega y le digo que se marche con Zaira.
-¿Donde esta Yovana? -Pregunta mi gemelo.
-Desapareció. -Explico.
-Tenemos que buscarla. -Grita Zaira.
-Tu te vas a ir con Jesús, estarás mas segura. Yo me quedaré para buscarla.
-Cualquier cosa me avisas. –Asiento.
Ellos se marchan y vuelvo dentro. El salón esta vacío, pero es enorme. Recorro los salones, el jardín y el resto de las estancias. Salgo de nuevo y mis padres corren hacia mi, junto a los suyos.
-Espero que esto no haya sido un truco vuestro para detener el compromiso. -Miro a mi padre.
-En este momento por único que me importa es encontrar a Yovana.
-Ya revisaron todo el club y no hay rastro de ella. –Cuenta la madre de Yovana, entre sollozos.
-Mi hija tiene que estar en alguna parte. -Suelta su marido.
-Seguiré buscando. Tiene que haber algo que nos diga donde esta.
Vuelvo a entrar y voy hasta la zona de servicio. Hay bandejas tiradas en el suelo y copas destrozadas. Llego hasta la puerta trasera, esta parte tiene el paso prohibido. La puerta no esta forzada, así que tuvieron que abrirles desde dentro. Salgo y la enorme fuente, esta rodeada con un camino de losas blancas, manchadas con sangre. Junto a ellas hay una pulsera, con varios adornos entre ellos una "Y" y una "D" me agacho y la cojo, algo dentro de mi me dice que es de ella. Oigo unos quejidos y voy detrás de la fuente, Eric esta tirado en el suelo muy mal herido.
-¡Ayuda! –Grito y me agacho.
-Hijo, ¿qué fue lo que le pasó? –Mira a Eric.
-Al parecer lo hirieron, se ve muy mal.
-Este tipo es un incompetente, si hubiera echo su trabajo ahora esa niña estaría aquí. -Ataca mi padre.
-Se la llevaron, unos tipos la supieron a un coche negro. -Murmira Eric.
-¿Sabes quiénes eran? –Niega.
-Tenían la cara cubierta y estaban vestidos de negro. Esa sangre es de ella, de Yovana. -Explica.
-¿La hirieron? –Pregunta su padre y Eric asiente.
-La ambulancia esta de camino.
-Ella se resistió y la golpearon. Después le inyectaron algo en el cuello y la subieron al auto. Lo siento, de verdad que hice todo lo que pude pero eran demasiados y no pude detenerlos.
La ambulancia llega y se lo llevan sinceramente no se si saldrá de esta. Vamos a comisaría y durante horas nos retienen con preguntas. Cerca de las 02:30 volvemos con Jesus y Zaira. Camino de un lado a otro por el salón. Me siento y bufo, las horas pasan y no sabemos nada de ella. Zaira sube a cambiarse y a descansar, ya que su madre la obliga.
-¿Cómo diablos pudo pasar esto? Había seguridad por todos lados, no había rincón sin vigilancia.
-¿Es posible que alguien de dentro los ayudará? -Pregunta mi gemelo.
-Podría ser, pero no estoy seguro. Todos los empelados son leales, jamás han dado problemas.
-La puerta trasera, de servicio, no estaba forzada pero si abierta. Es zona prohibida por la reparación. Tuvieron que abrirles desde ahí. -Explico.
-Hablaré con la policía y les informaré.
Asiento y salgo al jardín. Me siento en las escaleras y peluche se acerca ami. Su carita es triste y llora. Sabe que ella no esta. Mi hermano sale y se sienta ami lado.
-Vamos a encontrarla.
-Encontré esta pulsera, junto a la sangre. –Se la muestro.
-Es de ella, tu se la regalaste.
-Jesús dime la verdad.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Dla nastolatkówYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...