Capítulo-61: "El último partido"

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DANIEL OVIEDO

Guardo mi mochila en la taquilla y miro mi camiseta, sobre el banquillo. Llegó el día, hoy es el partido. Son las 19:00 de la tarde y me encuentro junto al equipo en los vestuarios del instituto de "Los Tigres"

-¡Chicos, llegó el gran día! -Grita mi gemelo, muy emocionado.

-De aquí no nos vamos sin la victoria, que quede claro. -Asegura Calum.

-Los vamos a machacar. -Ríe Cameron.

-De eso que no te quede la menor duda. -Apoyo.

-Solo queda esperar que nos llamen, dios que nervios. -Suelta atyler. 

-Pase lo que pase ahí fuera quiero que sepáis que siempre vais a ser ganadores, siempre vais a ser parte de los gladiadores. Todos y cada uno de vosotros sois muy buenos jugadores y tenéis un gran futuro por delante.

-Sin duda no podríamos tener mejor capitán. -Sonríe Fran.

-Puedo ser el capitán, pero eso es un título, sigo siendo uno más y vuestro amigo. El ser capitán no me hace superior a nadie. -Explico.

-Me vas a hacer llorar. -Ríe Jesús.

-Ahí fuera dan igual las posiciones, para ganar tenemos que trabajar todos juntos. --Recuerdo y asienten.

-¡Equipo! –Nos acercamos a nuestro entrenador.

-Llegó la hora. Hoy los gladiadores hacemos historia. –Asienten.

-Hace unos meses se dieron el lujo de reírse de nosotros, hoy haremos que se traguen sus palabras. -Asentimos.

-Se arrepentirán de haberse burlado de nosotros. -Sonríe.

-Así se habla, Jesús. ¡Los haremos polvo! -Apoya Fran.

-Dos minutos. –Avisa.

Salimos del vestuario y caminamos por el pasillo que da a la cancha, con las camisetas en la mano. Desde hace años el equipo hace su entrada así y tras romper la cinta del equipo nos las ponemos. Miro hacia las gradas.

Z¿Viste a la chicas? –Pregunta mi gemelo y niego.

-No se nada de ellas desde esta mañana, ya me están preocupando.

-¡Capitán! –Grita Calum y lo miro.

-Te conseguiste una animadora muy linda. -Sonríe Cameron.

Sonrío cuando miro hacia los banquillos donde esta nuestro entrenador. Mi morenita resalta entre todos ellos y más aún cuando se da la vuelta y retira su pelo. Lleva mi camiseta. Caminamos en fila hasta el centro de la cancha y estrechamos manos con todos los miembros del equipo "Los tigres" esta noche se volverán a sus casas llorando.

-¿Listo para perder Oviedo? -Río ante la estúpida pregunta del capitán de los tigres.

-Esa pregunta te la tendría que hacer yo ati. –Sonrío burlón.

-¿Cómo estás tan seguro?

-Tengo fe en mis amigos. –Explico.

El paetido comienza y el ambiente se caldea. Las gradas estan llenas de gente que anima a ambos equipos. Llegamos a la última parte del partido y  el arbitro pita. Nos detenemos cuando vemos a mi hermano torado en el suelo. Miro a mi gemelo una vez más y niego. El delantero de "Los Tigres" lo golpeó detrás de la rodilla. Los auxiliares lo revisaron y no es nada grave, pero sería mejor que no jugara. El insiste en que puede continuar pero yo niego, no lo voy a permitir, y Zaira me apoya.

-Se supone que yo soy tu novio, deberías apoyarme.

-Punto uno; así no puedes jugar o será peor y punto dos; prometimos no decir nada todavía. -Suelta Zaira.

-Pero si eso ya lo sabemos todos. –Ríe el rubio y todos asienten.

-¿Que decidieron? -Pregunta el entrenador.

-Jesús no jugará la ultima parte del partido.

-¡Dani! –Grita y niego.

-He dicho que no y punto. No voy a permitir que se te ponga peor. Te quedarás aquí con Zaira y nosotros les daremos una paliza a esos imbeciles. Les vamos a enseñar lo que sucede cuando te metes con uno de nosotros. Se va a volver calentitos. -Río y mis amigos asienten.

Miro al capital del otro equipo y sonríe burlón. Aprieto los puños y la mandíbula. Si no fuera por que nos descalificarían ya le habria partido los dientes de un puñetazo. El albitro pita y el partido continúa. Las gradas están arrebosar de personas de todas las edades. Gritos y banderas nos animan. Calum recibe el balón cuando el delantero que atacó a mi hermano se acerca a el, Cameron se pone delante de el y el rubio le hace un pase. El castaño me mira y asiento, recibo el balón y golpeo marcando un gol en las narices del portero. El marcador cambia 3-4, vamos ganando.

-Todavía queda tiempo. -Ríe.

-Lo suficiente para marcar de nuevo y ganar este partido.

-¡No ganareis! –Río.

-Clqro que si. Así aprenderás que nadie se mete con mis amigos, menos con mi hermano. –Se aleja.

El partido sigue y se puede notar las tensión tanto en la cancha como en la gradas. Jesús me hace una señal y miro a Jordan, el delantero acecha otra vez. Quedan unos minutos para terminar. Comienza a llover, lo que supone un posible fin para el partido. Miro a mi equipo y asiento. Dispuestos a ganar y terminar con broche de oro, corremos. Cameron y Calum bloquean y Tyler recibe el balón, se lo pasa a Fran y me mira. Dos jugadores se me echan encima y tratan de bloquearme, los esquivo y me acerco a Jordan que me pasa el balón, golpeo y todos gritan de emoción.

-¡Lo conseguimos! –Grito abrazado a mi equipo.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora