Capítulo-32: "¿Lo nuestro?"

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YOVANA MONTECARLO

Sergio retrocede al ver el rostro de Daniel. El castaño esta miu serio, tiene la mirada fija en el y los puños apretados. Mi hermana tira de mi y el mejor de los gemelos se lanza sobre Sergio en cuanto entro en la casa seguida de mis amigas. Trato de soltarme y salir para separarlos pero entre todas me agarran y me llevan al salón. Escucho a Jesús y Jordan gritar, me asomo a la puerta de cristal que da al jardín y suspiro. Rosa me mira.

—Quédate quieta. –Me pide.

—¿Qué me quede quieta? Pero vamos a ver, ¿vosotras habéis visto eso? –Todas asienten y mi hermana se levanta.

—Si, pero no es para tanto. –Alzo una ceja. ¿Mi hermana acaba de decir eso?

—¿Qué no es para tanto? Sergio esta sangrando por la ceja y por el labio. –Explico y ella no se inmutan.

—No es la primera vez que esos dos se agarran a golpes por una chica. –Trago saliva al oír lo que Maria acaba de decir.

—¿Ellos ya se habían peleado antes por una chica? –Pregunto y Nay asiente.

—Hace uno o dos años. Estuvieron varios meses sin hablarse. –Explica y muerdo mi labio.

—¿Y cómo se llamaba esa chica por la que pelearon? –Mi gemela suspira y me mira.

—Esa chica era yo. –Confiesa en susurros y el corazón se me encoge.

—Y ahora, años después, vuelven a tener la misma pelea. De nuevo por una Montecarlo. –Añade Aida, nuestra prima.

—¡Basta! Esto parece una telenovela. –Intervien Nuria, mientras ríe tirada en el sofá.

Muerdo mi labio por la impotencia de no poder hacer nada. Sergio entra y va directo hacia la puerta, la cual cierra de un portazo. Francisco, Tyler y Jordan se despiden de nosotras y salen tras el. Miro a las chicas, una por una, y salgo al jardín. Daniel esta sentado de espaldas, en la tumbona. Jesús y Calum están frente a él y al verme entran. Me arrodillo frente a el h agarro sus manos.

—Gracias. –Susurro tímida y me mira. Es tan guapo, dios que mal estoy.

—Si me hubieran dejado te juro que lo muelo a golpes. –Río y el sonríe acariciando mis manos.

—Creo que aprendió bien la lección. –Suspira y a pasa las manos por la cara.

—Mas le vale. Su "gesto" me ha costado que los chicos sepan lo nuestro. –Lo miro y alzo una ceja. ¿Dijo "lo nuestro" verdad?

—¿Lo nuestro? Perdón que te pregunte, pero es que no se exactamente que somos. –Me mira y besa mi frente.

—Prefiero no ponerle etiqueta a esto, al menos aun. Se que me gusta estar contigo, tu perfume, tus ojos, tu sonrisa todo de ti pero es pronto para pensar en algo más. –Agarra mis manos y asiento. El besa mi mejilla.

—Entiendo. –Murmuro y suspira, no quiero agobiarle.

—Ya hace casi pasó un año de lo sucedido con Zaira y el bebé, pero sigue doliendo como si hubiese sido ayer. Necesito un poco más de tiempo para poner todos mis sentimientos en orden antes de enamorarme nuevamente. –Explica y sonrío.

—¿Te enamorarías de mi? –Rio ilusionada, ¿de verdad?

—Sería un completo estúpido si no lo hiciera. Me estas volviendo loco. –Confiesa y besa mi nariz.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora