Capítulo-76: "¿Tu mujer?"

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YOVANA MONTECARLO

Mi hermana va a la cocina y se lleva los biberones, ya vacíos. Después va al baño y cojo el mando de la televisión para poner "Bob Esponja" a los niños les encanta. Mientras ellos ven los dibujos ordeno el salón. Zaira vuelve y le digo que los vigile mientras recojo los cuartos. Voy al mio y encuentro a Dani, solo con los pantalones.

-¿Ya te vas? –Se gira. -Si, mi hermano no tarda en llegar.

-¿Vendrás a comer?

-Pues claro, solo vamos a desayunar.

-Pregunto para que no suceda lo de anoche y no me refiero a que llegases bebido.

-¿Acaso quieres discutir otra vez?

Lo ignoro y voy al baño para coger el cesto de la ropa. El me agarra del brazo y lo miro pero me suelta cuando escuchamos la voz de Jesús en el salón y sale. Cojo la ropa y voy a la galería para poner una lavadora de color. Despues salgo al salón y saludo a mi cuñado.

-¿Te encuentras bien?

-Si, ¿por qué iba a estar mal?

-Tienes mala cara.

-Tuve una mala noche, eso es todo.

-Si lo que yo decía, peor que los conejos.

-Como vuelvas a decir lo de los conejos te tragas las tostadas.

-¿Por qué no desayunamos aquí? Así mi cuñadita me puede hacer esas crepes que le salen tan ricas.

-Cariño, eres más pelota. –Ríe.

-Será otro día, tengo que hablar contigo.

Jesús me mira, después a su hermano. Es muy listo y estoy segura de que en cuanto salgan por la puerta le hará un interrogatorio. Ellos se marchan y arreglo los cuartos. Recogemos todo y alistamos a los niños. Me visto y metemos a los niños en el carro.
Salimos a la calle y paseamos por el parque.

-¿Podemos sentarnos? –Asiente.

-¿Te encuentras bien?

-Solo estoy algo mareada.

-Voy a comprar una botella de agua, no te muevas de aquí.

Me siento en el banco y sonrío al ver como mis pequeños miran a todos lados. Me pongo de pie y una pelota llega a mis pies, me agacho y la cojo. Un hemoso niño de unos 4 o 5 años rubio y con los ojos verdes esta frente ami.

-¿Es tuya?

-Zi. –Sonríe.

-Perdona, se nos fue el balón.

-Tranquilo, no pasa nada.

-Me llamo Eric.

-Yovana. –Me presento.

-Tengo hambre. -Dice el niño.

-Espera.

-¿Es tu hermano?

-No, solo lo estoy cuidando. ¿Tu cuidas niños?

-Si, trabajo en una guardería.

-¿Trabajas los Sábados?

-No, ellos son mis hijos.

De pronto su cara se descompone y alguien me agarra por la cintura. Eric coge al niño y sale corriendo. Me doy la vuelta y cuando me suelto veo a Dani, frente ami cruzado de brazos. Suspiro y pongo los ojos en blanco. Mi hermana me tiende la botella de agua. Stephan comienza a llorar y le doy agua de su biberón.

-Siento decirte que me la voy a llevar.

-¿Tan pronto? –Asiente.

-Tenemos unas cositas que hacer.

-Y luego los conejos somos nosotros.

-Hombre vosotros sois una pareja mucho más estable, con su piso y sus niños, que son para toda la vida.

No se por que tengo la sensación de que esa ultima frase la recalcó. Dani suspira y nos despedimos de ellos. Paseamos durante un rato y sonrío, ahora es el quien lleva el carrito y se ve tan tierno. De pronto una chica se para a nuestro lado y ambos se saludan muy alegremente.

-¿Es tu hermana?

-No. –Ríe.

-Soy la madre de sus hijos.

-Pues déjame decirte que son hermosos, salieron a su padre.

-Si, la verdad son idénticos a el.

-Bueno nosotros tenemos que irnos, los niños tienen que comer.

-Espero volver a veros.

Ella se marcha y caminamos hasta nuestro edifico. Dani abre el portal y subimos en el ascensor, pulso el botón "3" y miro hacia el otro lado. Salimos del ascensor y entramos en el departamento. Saco a los niños del carro y los dejo en el "parque" (parecido a una cuna pero más grande, para jugar). Voy a la cocina y me sirvo un poco de limonada. Siento como me abraza por la espalda y me aparto.

-¿Por qué hiciste eso?

-No tenías nada que hablar con ese tipo.

-¿Y tu con esa chica si?

-¿Estás celosa?

-¡No! pero entonces yo podría pensar lo mismo de ti.

-Solamente defiendo lo que es mío.

-No soy ningún objeto.

-Y en ningún momento te he tratado como tal, pero eres mi mujer y no me gusta que otros tipos te anden coqueteando.

-¿Tu mujer? Por dios Daniel, llevamos 3 meses sin hacer el amor.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora