YOVANA MONTECARLO
Mi hermana va a la cocina y se lleva los biberones, ya vacíos. Después va al baño y cojo el mando de la televisión para poner "Bob Esponja" a los niños les encanta. Mientras ellos ven los dibujos ordeno el salón. Zaira vuelve y le digo que los vigile mientras recojo los cuartos. Voy al mio y encuentro a Dani, solo con los pantalones.
-¿Ya te vas? –Se gira. -Si, mi hermano no tarda en llegar.
-¿Vendrás a comer?
-Pues claro, solo vamos a desayunar.
-Pregunto para que no suceda lo de anoche y no me refiero a que llegases bebido.
-¿Acaso quieres discutir otra vez?
Lo ignoro y voy al baño para coger el cesto de la ropa. El me agarra del brazo y lo miro pero me suelta cuando escuchamos la voz de Jesús en el salón y sale. Cojo la ropa y voy a la galería para poner una lavadora de color. Despues salgo al salón y saludo a mi cuñado.
-¿Te encuentras bien?
-Si, ¿por qué iba a estar mal?
-Tienes mala cara.
-Tuve una mala noche, eso es todo.
-Si lo que yo decía, peor que los conejos.
-Como vuelvas a decir lo de los conejos te tragas las tostadas.
-¿Por qué no desayunamos aquí? Así mi cuñadita me puede hacer esas crepes que le salen tan ricas.
-Cariño, eres más pelota. –Ríe.
-Será otro día, tengo que hablar contigo.
Jesús me mira, después a su hermano. Es muy listo y estoy segura de que en cuanto salgan por la puerta le hará un interrogatorio. Ellos se marchan y arreglo los cuartos. Recogemos todo y alistamos a los niños. Me visto y metemos a los niños en el carro.
Salimos a la calle y paseamos por el parque.-¿Podemos sentarnos? –Asiente.
-¿Te encuentras bien?
-Solo estoy algo mareada.
-Voy a comprar una botella de agua, no te muevas de aquí.
Me siento en el banco y sonrío al ver como mis pequeños miran a todos lados. Me pongo de pie y una pelota llega a mis pies, me agacho y la cojo. Un hemoso niño de unos 4 o 5 años rubio y con los ojos verdes esta frente ami.
-¿Es tuya?
-Zi. –Sonríe.
-Perdona, se nos fue el balón.
-Tranquilo, no pasa nada.
-Me llamo Eric.
-Yovana. –Me presento.
-Tengo hambre. -Dice el niño.
-Espera.
-¿Es tu hermano?
-No, solo lo estoy cuidando. ¿Tu cuidas niños?
-Si, trabajo en una guardería.
-¿Trabajas los Sábados?
-No, ellos son mis hijos.
De pronto su cara se descompone y alguien me agarra por la cintura. Eric coge al niño y sale corriendo. Me doy la vuelta y cuando me suelto veo a Dani, frente ami cruzado de brazos. Suspiro y pongo los ojos en blanco. Mi hermana me tiende la botella de agua. Stephan comienza a llorar y le doy agua de su biberón.
-Siento decirte que me la voy a llevar.
-¿Tan pronto? –Asiente.
-Tenemos unas cositas que hacer.
-Y luego los conejos somos nosotros.
-Hombre vosotros sois una pareja mucho más estable, con su piso y sus niños, que son para toda la vida.
No se por que tengo la sensación de que esa ultima frase la recalcó. Dani suspira y nos despedimos de ellos. Paseamos durante un rato y sonrío, ahora es el quien lleva el carrito y se ve tan tierno. De pronto una chica se para a nuestro lado y ambos se saludan muy alegremente.
-¿Es tu hermana?
-No. –Ríe.
-Soy la madre de sus hijos.
-Pues déjame decirte que son hermosos, salieron a su padre.
-Si, la verdad son idénticos a el.
-Bueno nosotros tenemos que irnos, los niños tienen que comer.
-Espero volver a veros.
Ella se marcha y caminamos hasta nuestro edifico. Dani abre el portal y subimos en el ascensor, pulso el botón "3" y miro hacia el otro lado. Salimos del ascensor y entramos en el departamento. Saco a los niños del carro y los dejo en el "parque" (parecido a una cuna pero más grande, para jugar). Voy a la cocina y me sirvo un poco de limonada. Siento como me abraza por la espalda y me aparto.
-¿Por qué hiciste eso?
-No tenías nada que hablar con ese tipo.
-¿Y tu con esa chica si?
-¿Estás celosa?
-¡No! pero entonces yo podría pensar lo mismo de ti.
-Solamente defiendo lo que es mío.
-No soy ningún objeto.
-Y en ningún momento te he tratado como tal, pero eres mi mujer y no me gusta que otros tipos te anden coqueteando.
-¿Tu mujer? Por dios Daniel, llevamos 3 meses sin hacer el amor.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...