YOVANA MONTECARLO
Entro en casa tras cerrar la puerta de golpe. Mamá esta en el salón y papá baja las escaleras con una maleta, no puede ser. Me quedo parada frente a ellos, los miro a los dos y después subo las escaleras corriendo. Cierro la puerta de mi habitación y me lanzo sobre la cama. La puerta se abre y mi padre asoma la cabeza.
—¿Podemos hablar? –Asiento y el entra.
—¿Ya te marchas? –El asiente y se sienta a mi lado.
—Debo volver al trabajo. Prometo venir ha veros. –Besa mi cabeza y me abraza.
—Papá, creo que ha sido un error volver. –Niega y sollozo.
—Apenas llevas unos días aquí, ya verás que cuando vuelva estarás muy feliz. –Me separo y sonrío.
—Te voy a extrañar mucho. –Beso su mejilla.
Bajamos al salón, Zaira y mamá están ahí. Ambas se despiden de papá y el sale de la casa mientras el chófer sube sus cosas al auto. Salimos y nos despedimos de él por ultima vez. El coche de papá desaparece a lo lejos y un nudo se forma en mi estómago, sin darme cuenta ya estoy llorando y encerrada en mi cuarto. Mi hermana entra y miro a otro lado.
—Tenemos que hablar. –Dice seria tras entrar y me levanto.
—Ahora no, por favor. –Cierra la puerta y se sienta en mi cama.
—Hablaremos, quieras o no. Mírame. –Suspiro y la miro.
—Esta bien, supongo que se trata de él. –Asiente y me siento en el sillón.
—Como tu hermana mayor estoy en la obligación de advertirte y protegerte. No te ilusiones, no confíes, pero sobre todo no te enamores de él. –Entre cierro los ojos y me levanto.
—Dime la verdad ¿tuviste algo con Daniel? –Me cruzo de brazos y ella niega.
—¡Odio a Daniel Oviedo! –Grita furiosa y sale de mi habitación.
—Va lista si creé que me engañó, algo tuvieron y no quieren que yo lo sepa, pero pienso averiguar que fue. –Me siento en mi cama y suspiro.
Paso el resto de la tarde encerrada, no quiero curzarme con ella. La noche llega y justo cuando llega la hora de la cena llaman al timbre. Mamá esta en la cocina y Zaira abre la puerta, no se quien es, ya que desde donde estoy solo puedo verla a ella.
—¡Dile la verdad! –Grita esa voz.
—¡Jamás! –Grita Zaira mas alto.
—Yovana merece saber lo que pasó. –Suelta arto de la situación.
—Juramos no decir nada. –Ella bufa.
—Claro, debe ser difícil olvidar todo lo que pasó entre Daniel y tu ¿no? -Me llevo las manos a la boca.
—¡Lo sabía! –Intervengo y ambos se giran.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...