YOVANA MONTECARLO
Eric me abre la puerta y subo al auto. El tráfico es horroso. Decido entablar una conversación con el, a fin de cuentas vamos a pasar muchas horas juntos ahora que es mi guardaespaldas. Al principio es muy breve y serio, pero después se suelta.
-¿Es su novio?
-No lo se, es complicado.
-El amor es complicado.
-Lo que pasa es que el tuvo un accidente y ahora esta amnésico. No recuerda nada de lo que tuvimos antes.
-¿Y no se lo ha dicho? –Niego.
-Tengo pensado hacerlo. Pero lo que no sé es cuando.
-Las mentiras tienen las patas cortas.
-¿Tu tienes novia? –Niega.
-Terminé con ella hace 2 años.
-Lo siento, no debí preguntar.
-No lo sienta.
-¿No eras feliz con ella?
-La encontré en la cama con mi padre. Desde entonces no he vuelto a tener contacto con ninguno.
-De verdad que lo siento, soy una preguntona. –Ríe.
-Llegamos. –Se baja.
Abre mi puerta y bajo. Le doy las gracias y entramos en casa. Entro al salón y salto sobre mi padre. Hace apenas una semana y media que se fue. Nos sentamos y esperamos a que mi hermana llegue.-¡Papá! –Corre hacia el.
-Hola, cariño. –Besa su mejilla.
-Subid y alistaros, cenaremos en el club. -Avisa muestra madre.
-Quiero hablar con vosotros.
-¿Algun problema cariño? -Pregunta mi padre.
-Es sobre el testamento del difunto Oviedo, el abuelo de Jesús y Daniel.
-Cariño, eso es cosa de mayores.
-Pero nos concierne a nosotras.
-¿Que hay de malo? Daniel y Zaira fueron novios, pueden serlo de nuevo. Tu te casaras con Jesus, es un buen chico.
-Pero es que ella no puede casarse con Jesus. -Grita mi hermana.
-¿Por qué no? –Pregunta el y mamá me mira.
-Porque yo amo a Jesús. –Confiesa.
-Y yo estoy enamorada de Daniel, aunque no me recuerde.
Mis padres se miran entre si, vaya lio que tenemos. Mi hermana agarra mi mano y subimos las escaleras. Cada una entra a su habitación para alistarse. Me doy un baño y en ropa interior comieza a peinar mi cabello. Me pongo el vestido y los tacones. Subimos al auto, papá conduce. Llegamos al club y entramos.
-Parece que hubiera alguna celebración. –Asiento.
-Hay mucha prensa. –Los miro.
-Tengo un mal presentimiento.
-Sea lo que sea espero que no se cumpla.
Vemos a nuestras amigas con sus padres y todas juntas salimos al jardín. Mi móvil suena dentro de mi bolso y lo saco "Mi Bebé♥; te ves hermosa con ese vestido blanco" sonrío y guardo el móvil.
-¿Y esa sonrisa? –Ríe Zaira.
-¿Quien es? –Pregunta María y las miro.
-Es Dani, esta aquí. –Sonrío.
-De todo corazon deseo que Danie recupere la memoria y volvais a intentarlo. -Sonrío y le doy las gracias a Inés.
-Antes de que se accidentara ¿lo habíais echo? -Pregunta Rosa.
-¿Hacer que? –Ellas se miran.
-Hay primita, que inocente eres. -Ríe Aida y suspiro.
-Que si habeis tenido sexo o no. -Ríe y comienzo a toser.
-Pero si mi hermana es virgen.
-No hemos echo nada. –Miento.
Minutos después me alejo con mi hermana. Caminamos en silencio y un camarero nos ofrece bebidas. Aceptamos y se marcha. Necesito contarle todo, desahogarme. Le confieso que ya no soy virgen, que la perdí con Dani.
-¿Cuándo pasó eso que yo no me enteré? –Muerdo mi labio.
-Ayer en la noche, casi de madrugada.
-¿Te escapaste de casa? –Niego.
-Dani estuvo en casa. Cuando salí del balo estaba sentado en mi cama. Hablamos, nos besamos, se iba air y me besó otra vez y bueno al final pasó.
-¿Ati te apetecía?
-Si. Yo quería perderla con el.
-Pues entonces no te martirices. Tu lo quieres y el te quiere, punto.
-¿No crees que soy una descarada ni nada de eso? Lo hice con vosotros en casa.
-Yo la perdí en una fiesta.
-¿Con Dani? –Niego.
-Con Jesús. Estábamos muy bebidos, el tenía "novia" y yo ya estaba con Dani.
-¿El lo sabe? –Niega.
-Pasaron 2 meses y lo hice por primera vez con Dani, me sentía fatal. Iba a decírselo pero pasó lo del secuestro y dejamos de hablarnos.
Nuestros padres nos llaman y entramos. De lejos veo como Juan Carlos le entrega a sus hijos dos cajitas rojas. Mis padres suben a la tarima con los Oviedo.
-Perdóname. –Susurra Daniel.
-¿Qué sucede?
-Tengo que hacerlo. No tengo otra opción. –Me muestra el anillo.
-Pero yo te quiero. –Sollozo
-Debo hacerlo para salvar tu vida.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...