Capítulo-91: "¿Estás segura?"

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DANIEL OVIEDO

Trato de besarla pero me empuja y se de la vuelta. Agarro su muñeca y tiro de ella pegando su cuerpo al mio. Beso su labios con fuerza, pasión y deseo. Me muerde el labio y grito de dolor.

-Como vuelvas a besarme tu entre pierna y mi rodilla se van a conocer, esta vez no dudaré.

-Sabes muy bien que no lo harías.

-Largate, desaparece de mi vida.

-No puedo, ¿acaso no lo entiendes?

-Si no llega a ser por ese accidente te hubieras ido con ella.

-No iba a marcharme.

-Y yo como soy tonta me lo creo. Azme un favor y vete, lejos de mi.

-Puedes insultarme, golpearme, rechazarme y mil cosas más, pero eso no va a lograr que deje de amarte. Antes de conocerte era un bala perdida, un mujeriego sin escrúpulos que cada boche se acostaba con una tía diferente y de la que ni siquiera sabía su nombre.

-¿Y ella?

-Lo nuestro fue bonito, pero solo los primeros meses. Llegaron los problemas, las mentiras y más tarde el secuestro. Yo ya no siento nada por ella, lo que hubo entre nosotros se acabó.

Ella suspira y se pasa las manos por la cara. Despacio me acerco a ella y le aparto las manos de la cara, lágrimas mojan sus mejillas. Retiro las lágrimas de sus ojos y agarro sus manos. Esconde su rostro y agarro su barbilla.

-¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?

-No lo sé. Dicen que lo fácil aburre y lo difícil atrae.

-Cuando volví jamás imaginé todo lo que iba a suceder.

-¿Te arrepientes de haber vuelto?

-Claro que no.

-Olvidemos todo lo malo que ha pasado.

-No es tan fácil.

Se aparta y camina hacia baño. Despacio me acerco a ella y aparto el pelo de su cuello. Le doy un beso y suspira. No entiendo por que no admite que tiene tantas ganas como yo de arreglar todo esto.

-¿Por qué me haces esto? –Se gira.

-No voy a dejarte.

-¿Acaso no te das cuenta? Todo son problemas.

-No voy a rendirme.

-Vete, no hagamos esto más difícil.

-¿Eso es lo que quieres?

-Es lo mejor para todos.

-¿Estás segura?

-Tenemos que hacerlo.

-Si salgo por esa puerta todo habrá acabado, no volverás a verme nunca.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora