Capítulo-74: "Nunca dudes que te quiero"

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YOVANA MONTECARLO

Termino de bañar a los niños, los cuales ya tienen 7 meses. Los dejo sobre mi cama y tras secarlos les echo su cremita. Les pongo sus pijamitas y los llevo a su habitación. Dejo a Stephan en su cuna, ya dormido y cargo a la pequeña. Mi teléfono suena y con Aitana en brazos salgo de la habitación.

-Hola. –Ríe.

-Me pillas algo ocupada.

-¿Qué estas haciendo?

-Estoy tratando de dormir a la pequeña, ya cenaron y los bañé pero no hay manera de que se duerma.

-Dile a Dani que le cante, con eso se duerme enseguida.

-Lo haría, pero no esta.

-¿Y dónde está?

-Eso quisiera saber yo. –Suspiro.

-¿Va todo bien?

-No lo sé.

-Tengo que colgar pero ¿qué te parece si mañana temprano voy y desayunamos juntas?

-Te lo agradecería infinitamente. Te echo de menos.

-No es mi culpa que solo me llames para quedarme con mis sobrinos.

-Sabes que es por trabajo.

-Lo sé. Nos vemos mañana. Besos.

Cuelga y dejo el móvil sobre la mesa. Camino de un lado a otro mientras tarareo una canción, pero por lo visto la niña tiene ganas de fiesta. Tras un buen rato dando vueltas por el salón consigo que se duerma y la llevo hasta su cuna, que esta junto a la de su hermano. Voy a la cocina y friego los cacharros, apago la luz y salgo. Entro en la habitación y voy directa al baño. Escucho la puerta cuando salgo de la ducha y con la toalla alrededor del cuerpo salgo del baño.

-¿Dani? ¿Eres tu? –Voy al salón.

-No digas nada. –Se sienta en el sillón.

-¿Has bebido? –Ríe.

-No me mires así que no estoy borracho.

-¿Dónde has estado todo el día? Estaba preocupada por ti.

-Salí de la Universidad y comí con unos amigos, luego nos fuimos a tomar unas copas, nada más.

-La próxima vez al menos avísame, pensé que te había pasado algo.

-¿Y tu que hacías?

Se acerca a mi y pega sus labios a mi cuello. Río al sentir sus manos acercarse al nudo de la toalla, pongo las manos en su pecho y lo aparto despacio. Se hace el ofendido y voy a la habitación, el viene detrás. Dejo la toalla caer al suelo y me pongo una braguitas junto una camiseta de Dani. Llevo la toalla al cesto de la ropa sucia y cuando salgo del baño mi chico está solo con su boxer negro, sentado al borde de la cama. Dejo su ropa sobre el sillón y tras debatirlo mentalmente me acerco a el. Me mira y sonríe cuando me siento a horcajadas sobre el.

-Abrázame. –Ruega.

-¿Estás bien? –Esconde su cara en mi cuello.

-Te quiero. –Murmura.

-Yo también te quiero. –Río.

-Nunca dudes que te quiero.

-Dani, me estás preocupado. ¿Ocurre algo? –Niega.

-Voy a darme un baño, mañana tengo que madrugar.

-Pero si mañana es Sábado, no tienes Universidad. –Me levanto.

-Saldré a correr y después desayunaré con mi hermano. –Asiento.

Entra al baño y me siento sobre la enorme cama de sábanas blancas. Entro al baño y agarro mi cepillo de dientes. Mientras me los lavo observo a mi chico, cada día que pasa esta mas bueno. Abre la mampara y miro al frente, me enguajo la boca y el ríe.

-¿De qué te ries? –Cierra el grifo.

-¿Yo? De nada. –Sigue riendose.

-Si tu lo dices. –Cepillo mi pelo.

Sale de la ducha y lleva una toalla alrededor de tu cadera. Coje otra más pequeña y se seca el pelo. Me doy la vuelta para salir del baño pero el agarra mi muñeca y me gira. Me acorrala entre el y el lavamanos. Sus manos se cuelan por debajo de la camiseta y enrredo mis manos en su pelo. Su móvil suena cuando va a quitarme la camiseta.

-Tengo que cogerlo.

-¿Enserio?

-Es importante.

Sale de la habitación y me acuesto. Voy a la cocina pero no entro, Dani está de espaldas. Habla con alguien y le dice que tiene muchas ganas de repetir lo de hoy ¿con quien demonios está hablando? Vuelvo al cuarto y me acuesto.

-¿Por dónde ibamos?

-Se me quitaron las ganas.

-¿Es enserio? Pero si hace unos minutos.  –Lo corto.

-Tu lo has dicho; hace unos minutos.

-Era una llamada importante.

-¿A las 23:00 de la noche?

-Voy a darle el beso a los niños.

-Hasta que te acuerdas se ellos.

-Pero vamos haber, que estás buscando ¿discutir? Porque si es eso no tengo el día.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora