YOVANA MONTECARLO
Termino de bañar a los niños, los cuales ya tienen 7 meses. Los dejo sobre mi cama y tras secarlos les echo su cremita. Les pongo sus pijamitas y los llevo a su habitación. Dejo a Stephan en su cuna, ya dormido y cargo a la pequeña. Mi teléfono suena y con Aitana en brazos salgo de la habitación.
-Hola. –Ríe.
-Me pillas algo ocupada.
-¿Qué estas haciendo?
-Estoy tratando de dormir a la pequeña, ya cenaron y los bañé pero no hay manera de que se duerma.
-Dile a Dani que le cante, con eso se duerme enseguida.
-Lo haría, pero no esta.
-¿Y dónde está?
-Eso quisiera saber yo. –Suspiro.
-¿Va todo bien?
-No lo sé.
-Tengo que colgar pero ¿qué te parece si mañana temprano voy y desayunamos juntas?
-Te lo agradecería infinitamente. Te echo de menos.
-No es mi culpa que solo me llames para quedarme con mis sobrinos.
-Sabes que es por trabajo.
-Lo sé. Nos vemos mañana. Besos.
Cuelga y dejo el móvil sobre la mesa. Camino de un lado a otro mientras tarareo una canción, pero por lo visto la niña tiene ganas de fiesta. Tras un buen rato dando vueltas por el salón consigo que se duerma y la llevo hasta su cuna, que esta junto a la de su hermano. Voy a la cocina y friego los cacharros, apago la luz y salgo. Entro en la habitación y voy directa al baño. Escucho la puerta cuando salgo de la ducha y con la toalla alrededor del cuerpo salgo del baño.
-¿Dani? ¿Eres tu? –Voy al salón.
-No digas nada. –Se sienta en el sillón.
-¿Has bebido? –Ríe.
-No me mires así que no estoy borracho.
-¿Dónde has estado todo el día? Estaba preocupada por ti.
-Salí de la Universidad y comí con unos amigos, luego nos fuimos a tomar unas copas, nada más.
-La próxima vez al menos avísame, pensé que te había pasado algo.
-¿Y tu que hacías?
Se acerca a mi y pega sus labios a mi cuello. Río al sentir sus manos acercarse al nudo de la toalla, pongo las manos en su pecho y lo aparto despacio. Se hace el ofendido y voy a la habitación, el viene detrás. Dejo la toalla caer al suelo y me pongo una braguitas junto una camiseta de Dani. Llevo la toalla al cesto de la ropa sucia y cuando salgo del baño mi chico está solo con su boxer negro, sentado al borde de la cama. Dejo su ropa sobre el sillón y tras debatirlo mentalmente me acerco a el. Me mira y sonríe cuando me siento a horcajadas sobre el.
-Abrázame. –Ruega.
-¿Estás bien? –Esconde su cara en mi cuello.
-Te quiero. –Murmura.
-Yo también te quiero. –Río.
-Nunca dudes que te quiero.
-Dani, me estás preocupado. ¿Ocurre algo? –Niega.
-Voy a darme un baño, mañana tengo que madrugar.
-Pero si mañana es Sábado, no tienes Universidad. –Me levanto.
-Saldré a correr y después desayunaré con mi hermano. –Asiento.
Entra al baño y me siento sobre la enorme cama de sábanas blancas. Entro al baño y agarro mi cepillo de dientes. Mientras me los lavo observo a mi chico, cada día que pasa esta mas bueno. Abre la mampara y miro al frente, me enguajo la boca y el ríe.
-¿De qué te ries? –Cierra el grifo.
-¿Yo? De nada. –Sigue riendose.
-Si tu lo dices. –Cepillo mi pelo.
Sale de la ducha y lleva una toalla alrededor de tu cadera. Coje otra más pequeña y se seca el pelo. Me doy la vuelta para salir del baño pero el agarra mi muñeca y me gira. Me acorrala entre el y el lavamanos. Sus manos se cuelan por debajo de la camiseta y enrredo mis manos en su pelo. Su móvil suena cuando va a quitarme la camiseta.
-Tengo que cogerlo.
-¿Enserio?
-Es importante.
Sale de la habitación y me acuesto. Voy a la cocina pero no entro, Dani está de espaldas. Habla con alguien y le dice que tiene muchas ganas de repetir lo de hoy ¿con quien demonios está hablando? Vuelvo al cuarto y me acuesto.
-¿Por dónde ibamos?
-Se me quitaron las ganas.
-¿Es enserio? Pero si hace unos minutos. –Lo corto.
-Tu lo has dicho; hace unos minutos.
-Era una llamada importante.
-¿A las 23:00 de la noche?
-Voy a darle el beso a los niños.
-Hasta que te acuerdas se ellos.
-Pero vamos haber, que estás buscando ¿discutir? Porque si es eso no tengo el día.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...