Capítulo-98: "La feria de Jeréz"

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YOVANA MONTECARLO

Coloco la flor en mi cabello y arreglo mi vestido de flamenca. Mi hermana entra, vestida igual que yo con la pequeña Corina, al final fue niña. No puedo creer que ya han pasado 3 años.

-¿Estás bien? -Deja a Corina en la cama.

-No, para que te voy a mentir. -Agarro mi cepillo.

-¿Por qué Daniel no ha venido contigo? -Peina mi cabello.

-Tenía mucho trabajo en la oficina y le ha sido imposible. -Agarra mi brazo y la miro.

-Es el dueño, puede cogerse el día sin problema. Su sitio está aquí, con su familia. -Me aparto.

-Es hora de irnos, los niños mueren por llegar a la feria. -Asiente.

Vamos a la fetia de Jerez donde ni el baile, ni la música, ni mucho menos los rebujitos pueden faltar. Durante horas bailo y canto con mi familia. Esto es lo que soy y seré siempre, con o sin el.

-Deberías descansar un poco, recuerda que en tu estado no debes dar muchos trotes. -Nos sentamos.

-Baja la voz, alguien podría escucharte. -Cojo una botella de agua.

-¿Cuándo piensas decirselo?

-No lo sé. Ya viste como terminamos la última vez que salió el tema de tener otro hijo. -Asiente.

-Fue una discusión muy fuerte, no imaginé que llegaríais a tal punto. Pero ahora las cosas son diferentes ¡os casais en 1 semana! -Agarra mi mano.

-No se como haré, tengo mucho miedo. -Me abraza.

La noche llega y la fiesta se anima cada vez más. Niños corren y juegan por todos lados, subidos en caballos o siguiendo a los que van montados. Mi sobrina Corina, de tres añitos, está dormida en su cochecito. Mis padres hablan animadamnete con mis tios y familiares. Mientras mi hermana me tiende un vaso, a vista de los demas es alcohol, cuando en verdad es jugo. Mi niña se acerca a nosotras y beso su mejilla.

-Mami, tengo sed. -Le doy su vaso con jugo.

-¿Lo estás pasando bien? -Asiente.

-Falta papi. -Murmura.

-¿Dónde está tu hermano? -Me levanto.

-Con el tito Jesús, quería subirse a un caballito.

-¿Tu no quieres montar? -La niña niega ante la pregunta de su tía.

-Solo monto con mi papi.

-Ven, baila con mami. -Río.

Y alli frente a todos y rodeada de mi familia me doy cuenta de que esto es lo que quiero. Mi vida es esta no la que vivo en Madrid. Quiero volver a mi hogar, de donde vengo, pero con el. Aitana sale corriendo y la sigo entre la gente. Y cuando se detiene grita. Ahi esta el, Daniel Oviedo, mi futuro esposo y el padre de mis hijos. Esta guapisimo y habla con mis padres.

-Dios mio, Daniel esta aquí.

-¿Será que supo de mi embarazo?

-Claro que no, solo lo sabemos tu y yo.

-¿Qué hago? -La miro.

-¿Acaso eres tonta? Dios, creo que si.

-¿Ya viste como lo están mirando? Si se lo están comiendo con la mirada.

Daniel camina hacia nosotras. Mi hermana va con Jesús que tiene a los niños. Todas las mujeres lo están mirando y eso hace que mis celos estallen. Su mano derecha va hacia mi cintura y murmuro cuando esta junto ami.

-Ni se te ocurra.

-Cariño...,nos está viendo media feria. ¿Acaso quieres que todos sepan el verdadero motivo por el cual decidiste venir sola? -Niego.

No. No quiero que nadie sepa lo que pasó entre nosotros, es nuestra vida privada. Por lo que dejo que me acerque a el y nos besamos.

-¿Qué haces aquí? -Susurro sobre sus labios.

-Necesitaba veros y pedirte perdón. He sido un completo imbecil. No puedo pasar un segundo más sin ti, no puedo. -Dice bajito, con su nariz sobre la mia.

-Dani yo... -Niega.

-Se que siempre meto la pata y que tal vez no tenga ningun derecho de venir a buscarte pero te quiero y ¿sabes? Fue un error venir, será mejor que me marche. -Se gira y camina entre la gente.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora