ZAIRA MONTECARLO
Daniel subió para avisar a mi hermana que el chocolate ya estaba listo. Jesús y yo estamos en la cocina, sentados uno frente a el otro con una taza de chocolate. Dejo mi taza en la isla y el señala la comisura de sus labios. Frunzo el ceño y estira su brazo. Con la yema de su dedo limpia el chocolate que había en el borde de mi labio.
—Gracias. –Sonrío y se coge una servilleta.
—Es la primera vez que me da la gracias. –Ríe y se limpia el dedo.
—Es la primera vez que pareces un chico dulce y no un playboy. –Explico y asiente.
—Entonces a partir de hoy seré un chico muy dulce, pero no te pongas celosa, solo lo seré contigo. –Pongo los ojos en blanco y el se acerca ami.
—Si sigues asi ninguna chica se va a fijar en ti, solo las que quieren sexo, pero ninguna por amor. –Suelto y coloca un mechón de pelo tras mi oreja.
—Hace meses que no tengo sexo, por raro que parezca. Tal vez ella no se fije en mi, pero yo en ella si, cada día, cada hora y cada segundo. –Confiesa y sonrío.
—Suenas muy profundo, casi verdadero. ¿Te corresponde? –Niega.
—Pero voy a luchar por ella, no soy de los que se rinden tan fácilmente, soy un Oviedo. –Sonríe y lo aparto.
Volvemos al salón y nos sentamos. Dejamos las tazas y Jesús me sigue hablando de "su chica", no se por que peto no me siento bien escuchando como habla de ella. No son celos ¿verdad? No, claro que no. Eso no es o ¿si? Eso significaría que Jesús me....no, no y no.
—Voy a darme un baño y cambiarme de ropa. Después podemos pedir pizza. –Asiente.
—¿Podrías decirle a mi hermano que baje? Por favor. –Sonríe y asiento.
—Jesús ¿cómo se llama? –Frunce el ceño.
—¿Quién? –Pongo los ojos en blanco.
—La chica que te gusta. –Deja su taza y aparta la mirada.
—No te puedo decir como se llama la chica. Lo siento Zaira. –Muerdo mi labio.
Suspiro y subo las escaleras luchando para no darme la vuelta y preguntarle el por que no puede decírmelo. Paso junto a la habitación de mi hermana y recuerdo que debo avisar a Dani.
—¡Yovana! ¿Qué significa esto? –Grito horrorizada y furiosa.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...