YOVANA MONTECARLO
Sonrío mientras toco los los conjuntos que he comprado esta mañana al salir de la clínica. No puedo evitar llorar, discutir con el me parte el alma. Llaman a la puerta de mi habitación y alzo la cabeza. Daniel me mira desde el marco de la puerta.
-¿Podemos hablar? –Se acerca.
-Pensé que ya estaba todo dicho. –Lo miro.
-Por favor, deja que te explique lo de Sandra. No es lo que tu piensas.
-¿Lo qué yo pienso? Tengo unas fotos donde se ve a Sandra entrando en la saca de Tyler, algunas en las que te esta abrazando y otra en la que sale de la casa.
-Se presentó de pronto. Recién habíamos llegado del instituto. Cuando bajé al jardín ella estaba allí, se me echó encima pero la aparte y Jesús la sacó de la casa. –Me siento en la cama.
-¿Siempre vamos a estar así? ¿Con mentiras y malentendidos de por medio? ¿Con gente dispuesta a cualquier cosa con tal de separarnos para que no seamos felices? –Sollozo.
Daniel se arrodilla frente a mi y agarra mis manos. Me mira y se levanta para besar mi frente, sollozo y miro hacia la ventana. Su teléfono suena y bufo al ver el nombre de "Sandra" esto ya es el colmo. El cuelga y me pongo en pie.
-¿Quieres terminar conmigo?
-¿Qué? –Me giro y lo miro.
-Si dices que si es que ya te rendiste, si dices que no es que vamos a seguir luchando. ¿Acaso no te das cuenta? Todo esto es un plan de ella para separarnos. –Toca mi cara.
-¿Me prometes que entre vosotros no ha pasado nada? –Sonríe y agarra mi cintura.
-Te lo juro. También que no pienso separarme de ti ni un solo segundo. Y con respecto a lo de la cita, se me olvidó y lo siento, de verdad. Te juro que no va a suceder de nuevo. ¿Me perdonas? –Pone pucheros.
-Claro que te perdono, pero una cosa si te digo; si se te ocurre dejarme sola durante el parto te castro ¿ me has entendido? –Asiente.
-¿Me enseñas la ecografía?
Cojo el sobre que hay sobre mi escritorio y se lo entrego. En el esta el papel que muestra que tengo 3 semanas de gestación, también que es un embarzo de mucho riesgo que podría poner mi vida en peligro al igual que la del bebé, espera Dani no debería ver eso. Lo miro y se cruza de brazos.
-Dani yo –Niega.
-Tienes que entender que no solo se trata del bebé, es tu vida y la suya la que esta en peligro. No puedes ocultarme estas cosas. –Asiento.
-Tengo mucho miedo. Apenas tengo diecisiete años, no he terminado el instituto. En unos meses tendré un bebé y no tengo idea de nada. Además ya no te gustaré y te irás.
-Yo también tengo miedo, no se nada de bebés y voy a ser padre. Pero igual que supimos hacerlo tenemos que traerlo al mundo, cuidarlo, amarlo y protegerlo.
Sonrío y lo abrazo. Besa mi cabeza y lo miro. Estoy segura de que va a ser un gran padre. Le muestro la ecografía y sonríe, como un niño pequeño el día de Navidad. También le enseño los dos conjuntos y besa mis labios.
-¿Qué te gustaría que fuera?
-Mientras este sano y fuerte me da igual.
-Yo quiero una morenita. –Ríe.
Su móvil suena de nuevo, es ella otra vez. Bufo y descuelga. Me cruzo de brazos. El le deja claro que no quiere nada con ella, por lo visto Sandra insiste y cojo el teléfono.-¿Acaso no te cansas?
-Yovana ¿que tal?
-Mal ¿sabes por qué? Porque hay cierta guarra que no deja de perseguir a mi novio ¿sabes quien es?
-No, pero que zorra entonces. –Ríe
-Aléjate de el.
-¿Y si no lo hago que?
-No te conviene verme enfadada, menos tenerme de enemiga.
-¿Me vas a pegar?
-No me conoces y cuando se trata de defender lo mio soy pero que una fiera. Así que ya lo sabes, deja en paz a Dani. –Cuelgo.
-¿Ya te he dicho lo mucho que me pones cuando sacas tu lado salvaje?
Agarra mi cintura y muerde mi cuello. Río y llevo mis manos detrás de su cuello. Pienso defender lo que es mío y si esa bruja se cree que va a quitarme a Dani va lista.
-Mi morenita.
-Mi Dana. –Río.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...