Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©

Capítulo-26: "Cinco minutos más"

DANIEL OVIEDO

Paso mis ojos por todo su cuerpo, tratando de memorizar todas y cada una de sus curvas. Me apoyo en el marco de la puerta y río mientras ella trata de taparse con el cojín que hay sobre su cama. Me doy a vuelta para que pueda vestirse y me lanza un cojín al darse cuenta que la estoy mirando por el espejo.

—¡Tramposo! –Río y camino hasta ella.

—Pero si ya te he visto ¿qué mas da que lo haga otra vez? –Golpea mi hombro y me hago el dolido.

—¿Te hice daño? –Asiento.

—Pero se como puede dolerme menos. –Sonrío y acaricio su mejilla.

Doy el paso y junto nuestros labios. Al principio se resiste pero acaba cediendo y entrelaza sus dedos con mi pelo. La tomo por los muslos y sus piernas rodean mi cadera. Doy un par de pasos y su espalda choca con la pared. Tira de mi pelo cuando mis labios pasan por su cuello y un gemido se escapa de sus labios. Ella se separa y se baja para sentarse en su cama.

—No te acerques. –Ruega.

—¿Por que? –Agarro sus manos.

—Esto no esta bien. –Se levanta y agarro su brazo.

—Tal vez tengas razón pero tienes algo que me vuelve loco y por más que trato no puedo, ni quiero alejarte de mi. –Confieso

—¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? –Pasa sus brazos por mi cuello y la abrazo.

—Si de verdad queremos que esto funcione vamos a tener que luchar mucho, no va a ser fácil. Esto apenas comienza. –Finalizo.

—Será mejor que bajes ya o subirán. Yo bajo ahora. –Asiento.

Doy media vuelta para salir de la habitación y agarro el pomo de la puerta. Suspiro y me vuelvo hacia ella, tiro de su muñeca acercándola ami y beso sus labios de nuevo. Agarro el borde de su camiseta y la pego más ami. No entiendo como puede atraerme tanto si hasta hace poco pensaba que era una niña mimada.

—Pensándolo bien ¿por qué no te quedas 5 minutos más? –Sonríe abrazada ami.

—Con mucho gusto, mi niña fresa
–Muerdo su labio.