Capítulo-100: "Si quiero"

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YOVANA MONTECARLO

Llegó el gran día, hoy Daniel y yo nos casamos. Amoche no pude pegar ojo, estaba muy nerviosa. Mis amigas sonríen y toman muchas fotos. Los niños corren de un lado a otro.

-¿Nerviosa? -Asiento.

-Tengo miedo.

-¿Miedo de que? -Se sienta y agacho la cabeza, es mi hermana no puedo mentirle.

-Miedo de que algo malo ocurra.

-Aleja esos pensamientos de tu cabeza, nada malo va a suceder. -Suelta Rosa.

-Es tu día, no dejes que los nervios te jueguen una mala pasada. -Aconseja María y se que tiene razón.

-Teneis razón, todo va a salir bien.

-Tu madre esta esperando en el jardín con el fotografo. -Avisa Nuria.

-Será mejor que no la hagamos esperar. -Río.

Tras varias fotos con mi familia y amigos subo al auto que me llevará a la iglesia. Bajo del coche con los nervios a flor de piel y me agarro al brazo de mi padre. Besa mi frente y sonrío, estoy lista para casarme. Camino sobre la alfombra roja y paro frente a las puertas de la iglesia. Camino agarrada del brazo de mi padre y sonrío viendo a Daniel, junto al altar vestido con su traje de novio.

-Sé que a tu lado será muy feliz.

-A mi lado jamás sufrirá, se lo prometo. -Agarra mi mano.

-Te quiero, pequeña.

-Y yo ati, papá.

Besa mi frente y va a su lugar. Daniel besa mi nariz y sonrío, esta guapísimo. Durante 1 hora escuchamos al sacerdote y Daniel acaricia mi mano von la yema de sus dedos. Esta tan nervioso como yo.

-Yo, Daniel Oviedo, te tomo ati, Yovana Montecarlo como mi esposa. Prometo serte fiel, amarte y respetarte, todos los días de mi vida. Te quiero. -Me pone el anillo-

-Yo, Yovana Montecarlo, te tomo ati, Daniel Oviedo como mi esposo. Prometo serte fiel, amarte y respetarte, todos los dias de mi vida. Te quiero. -Le pongo el anillo.

-¿Daniel Oviedo aceptas a Yovana Montecarlo como tu esposa y prometes serle fiel, amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte os separe?

-Eso ni se pregunta. Si, acepto.

-Yovana Montecarlo, ¿aceptas a Daniel Oviedo como tu esposo y prometes serle fiel, amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte os separe?

-Si, acepto. -Sollozo.

-Si hay alguien que se oponga a esta unión que hable ahora o calle para siempre.

Ambos contenemos la respiración durante unos segundos, como alguno hable me lo cargo. Sonrío y toma mis manos. Mira ansioso a que el Sacerdote continue y este al verlo ríe.

-Continuemos antes de que el novio se desmaye.

-Por favor. -Ríe.

-Por el poder que me ha concedido la santa iglesia, yo os declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia.

-¡Al fin! -Sonríe y tira de mi.

Pega su frente a la mia y su nariz roza la mia. Sonreímos y cierro los ojos. Al instante retrocedezco en el tiempo y recuerdo nuestro primer beso. Paso mis brazos por detras de su cuello y tiro de su nuca para pegar su boca a la mia. Sus labios se mezclan con los mios y agarra mi cintura. Los invitados aplauden y gritan, mientras nuestros amigos silban. Ahora si, nada ni nadie nos va a separar.

-Te amo, muñeca. -Muerde mi labio.

-Te amo, idiota. -Río y beso sus labios de nuevo.

-Bendita sea la hora en la que regresaste. -Sonríe.

-Bendita sea la hora en la que tu balón tiró mi batido.

-Lo conseguimos, ahora somos tu y yo.

-Siempre fuimos tu y yo. -Agarro su mano.

-Nuestras almas estaban destinadas.

-Y pensar que antes te odiaba. -Besa mi frente.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por llegar a mi vida y demostrarme que el amor es real si sabes escoger a la persona correcta. Que no hay que juzgar a todas las personas por que una te falló y que si salió mal se aprende hasta que salga bien. Gracias a ti soy el hombre que ves hoy, gracias a ti conseguí salir de ese agujero en el que vivía sin saberlo. Te amo.

FIN

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora