Capítulo-44: "La verdad"

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YOVANA MONTECARLO

Me levanto antes de que suene el despertador. Paro la alarma y me levanto. Me baño y me pongo el uniforme. Recojo mi cuarto y bajo las escaleras. Voy a la cocina y saludo a mi nana. Después salgo al jardín y juego con peluche hasta que mi hermana viene a buscarme para desayunar.

-Buenos días. –Sonrío.

-Buenos días. –Ríe mi gemela.

-¿Entonces apartir de hoy Eric y Samuel irán con nosotras? -Pregunto.

-Si, por eso vuestro chofer irá conmigo. -Explica mamá 

-¿Las 24 horas? -Pregunta Zaira.

-Las 24 horas. –Afirma.

-Bueno seamos positivas, si alguien pretende robarnos el almuerzo les será dificil. –Río.

-¿Y tu por qué tan feliz? –Sonríe.

-Simplemente dormí bien. –Río.

Mi hermana me mira como si fuese un bicho raro. Terminamos de desayunar y tras despedirnos de nuetra madre subimos al auto. Llegamos al instituto y Eric se baja del copiloto y nos abre la puerta. Le doy las gracias y entramos. Nuestra amigas corren hacia nosotras.

-¿Quién era ese bombón? -Pregunta María sin quitarle ojo.

-Eric, 20 años. Malagueño, deportista, mujeriego y guardaespaldas de mi hermana. -Responde mi gemela.

-¿Lo has investigado? –Ríe Inés.

ZNo se me haría raro. –La miro.

-¿Y él qué conducía? -Pregunta Nay.

-Samuel, 20 años. Aguileño, soltero, se pasa la vida en el gimnasio, le van mas los video juegos que las mujeres pero también tiene lo suyo y es mi guardaespaldas. -Suelta de carrerilla.

-¿Y desde cuándo tenéis vosotras guardaespaldas? -Pregunta Rosa.

-Desde ayer en la noche. -Contesto.

-¿Pasó algo? –Pregunta Aida y niego.

-Ya sabes como es mi madre.

Entramos a nuestra primera clase, Literatura. Nos sentamos en nuestros sitios y todo pasa como el primer día. Daniel y sus amigos llegan tarde, pero los dejan entrar. Nosotras en segunda fila y ellos al final. La profesora nos indica la página y cada uno lee en silencio. Mi hermana me da una patada y la miro.

-Mira quien va hacia las mesas del fondo.

-¿Es que no se cansa?

-Parece que a Sandra le gusta quedar en ridículo.

-Después quiero hablar contigo y con Jesús.

-¿Sucedió algo? –Niego.

-Es sobre Dani. Lo echo de menos.

-Tu fuiste quien tomó la decisión.

-Lo sé, pero ahora no sé si hice bien.

-¿Quieres decirle la verdad?

-No lo se. Me da miedo que me odie por haberle ocultado la verdad

-Dani jamás te odiaría. El te ama y me consta.

-Ahora esta amnésico, no recuerda quien soy.

-Poco a poco, recuperará la memoria.

-Ójala despertara mañana y recordara todo.

-Entonces ¿que harás?

-Hablaré con Jesús y no sé, tengo que pensar muy bien lo que voy a hacer.

La profesora dice mi nombre y comienzo a relatar la primera página. Después lo hace mi hermana, y así todos los alumnos. La clase termina y vamos al aula de Filosofía. Los sitios son distintos, Sergio es mi compañero de mesa. Nos sentamos y el ríe por lo bajo. Trato de ignorarlo y el de llamar mi atención. Pone su mano sobre mi rodilla y la aparto de un manotazo. Vuelve a ponerla y la sube hasta mi muslo. Trato de quitarla pero me aprieta.

-¡Quita tu mano de ahí!

-Fíjate que no quiero.

-Déjate las tonterías o te cruzo la cara.

-¿La niña buena se volvió mala?

-Más estúpido y no naces.

-Definitivamente Daniel es una mala influencia para ti.

-¿Por qué le dijiste a Dani que yo era su novia?

-Porque así es ¿o me equivoco?

-Dani está amnésico. Fíjate si eres tan imbécil que ni cuenta te has dado.

-¿Cree que inventándose eso me voy a detener? Pues la lleva clara. Tu mi estúpida niña fresa vas a ser mía.

-Antes muerta.

-No lo repitas o tendré que tomarte la palabra.

Clava sus uñas en mi muslo y aparta su mano. Cierro las manos en forma de puños para no levantarme y tirarlo por la ventana. Media hora después el timbre suena y salimos. Dejo mis cosas en la taquilla y me apoyo en ella. Daniel se acerca ami y besa mi frente.

-¿Te encuentras bien?

-Si, solo estoy algo cansada.

-¿No pudiste dormir anoche?

-Digamos que fue una noche ajetreada. Pero me levanté más temprano de lo normal.

-Debes descansar o si prefieres voy a hacerte compañía hasta que te duermas.

-La segunda suena muy tentadora pero no puedo escogerla. Si alguién te encontrara a esas horas en mi habitación nos matarían a los dos.

-Recuerda; esta tarde a las 17:00 en el parque frente a la heladería. –Sonríe.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora