Capítulo-58: "La visita"

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YOVANA MONTECARLO

Como puedo me siento y la Doctora me mira mientras sujeta una carpeta. La miro y murmura algo. Las ganas de vomitar vuelven y agarro la cubeta. Ella me sujeta el pelo y deja la cubeta en el baño.

-Creo que ya comenzaron los síntomas, pero no nos adelantemos.

-La ginecóloga me dijo que me haría una ecografía la semana que viene.

-Lo sé. Mañana a primera hora vendrá una enfermera para sacarte una muestra de sangre.

-¿Asi sabré si estoy embarazada?

-Si, pero hasta que no te vea la ginecóloga no sabremos de cuanto tiempo.

-Ójala fuese tuyo Dani. –Murmuro.

-Cualquier cosa me llamas. –Asiento.

La Doctora sale y mis padres entran junto a mi hermana. Los tres me miran esperando una respuesta. Mi padre sale con la Doctora y ellas se quedan. Mamá besa mi frente y la abrazo.

-¿Qué te dijo la Doctora? -Pregunta mi madre

-Pueden ser los síntomas del embarazo, pero aún no es 100% seguro. Mañana me harán un examen de sangre.

-¿Cabe la posibilidad de que ese bebé fuera de Dani? -Miro a mi hermana y suspiro ante su pregunta.

-¿Cómo va a ser de Daniel? Tu hermana era virgen, ¿recuerdas?

-No mamá, cuando todo esto sucedió yo ya no era virgen. –Confieso.

-¿Cómo que no eras virgen?

-Daniel y yo hicimos el amor.

-Recemos para que Dani sea el padre de ese bebé. –Junta las manos.

-¿Por qué no me lo habías dicho?

-No sabía como hacerlo, además días después sucedió todo esto.

-Entonces podría ser de Daniel.
YO: El y yo solo lo hemos echo una vez, y usamos protección. Daniel no podría ser el padre.

-¿Y si el preservativo se rompió?

La miro, después a mi madre y suspiro. Cierro los ojos y las nauseas vuelven. Mamá me trae la cubeta, ahora vacía y segundos después me ayuda a ir al baño para poder lavarle los dientes. Escucho la voz de Dani en la habitación y sonrío. Salgo del baño y me abraza al instante.

-¿Acaso quieres matarme? No vuelvas a hacer eso, por favor. –Río.

-Lo importante es que no fue nada, estoy bien. Y cuando salga de este hospital estaré mucho mejor.

-Aunque salgas de aquí deberás estar en reposo, tus costillas aún no sanan del todo.

-Otra vez no. –Murmuro.

Me doy la vuelta y vuelvo al baño. Me lavo los dientes y salgo. Mi hermana me ayuda ha sentarme en la cama y mi padre entra. Besa mi frente y me mira.

-La Doctora me dijo que mañana, tras hacerte el examen de sangre, podrás irte a casa. Pero debes estar en reposo al menos 2 semanas.

-Eso es justo lo que queda de clases. Debo presentarme a los exámenes finales para poder aprobar.

-Todos saben lo sucedido y los profesores me dijeron que tus notas anteriores son muy un altas, con lo cual el que hayas faltado estos días no afectará.

-Quiero hacer mis exámenes, en clase.

-¿Cómo salió tan cabezota?

-Esto no es nada, créame. –Ríe Dani.

-¡Oye! –Golpeo su brazo bueno.

-Te amo. –Besa mi mejilla.

-Respecto a eso, tu y yo tenemos que hablar jovencito.

-¡Papá! –Lo miro y Daniel asiente.

-Tranquila que no será hoy.
Mamá me muestra su abanico pero niego, dios que calor. Llaman a la puerta y el comandante entra, mis padres salen con el. Miro a mi hermana y se encoje de hombros. Jesús la abraza por la espalda y sonrío, son una pareja muy linda.

-Nosotros hacemos mejor pareja que ellos. –Susurra en mi oído.

-Pero si somos iguales. –Río y besa mi frente.

-Pero nosotros somos los guapos. –Río y me abraza.

-Nunca cambiarás. –Ríe Jesús y Dani niega.

-Hermanita, recuerda lo que hemos hablado antes. –Asiento.

-¿Pasó algo? -Miro a mi chico.

-Cosas de chicas. –Me apresuro a decir.

Ambos hermanos se miran y ríen. Daniel se sienta a mi lado y entre susurros mantenemos una conversación. El comandante entra y ambos se despiden de nostras. Frunzo el ceño y Dani me explica que deben ir a presentar su declaración.

-¿Vas a tardar mucho? –Niega.

-Te amo. –Besa mi nariz.

-Te amo más. –Río y se marchan.

-Pronto todo esta pesadilla terminará, ya lo verás.

-¿Dani sigue pensando en vengarse de ellos? –Niega.

-Hablé con el y parece que entró en razón. Dejará qu la justicia se encargue del asunto.

-No sabes lo que me alegra oír eso.

-Que sorpresa verte despierta.

-¿Que diablos haces tu aquí? -Bufo al ver a Sandra.

-Por lo visto no te agrada mi visita, a diferencia de Dani que me recibió esta mañana.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora