DANIEL OVIEDO
Continuo buscando casas pero ninguna me convence del todo. Mi hermano entra en el salón con unos papeles en la mano y suspira agobiado. Se sienta a mi lado y lo miro.
-Habla. –Suspira.
-No se que hacer.
-¿Exactamente a que te refieres?
-No estoy seguro de que medicina sea la carrera adecuada.
-¿Y según tu cual sería tu carrera adecuada? –Cierro el portátil.
-Algo relacionado con las empresas o tal vez derecho podría ayudarte.
-Debes escoger algo que te guste ati, no lo que necesiten los demás.
-Zaira me dijo lo mismo.
-Si de verdad te gusta y quieres salvar vidas, no lo pienses más.
Asiente y se levanta. Coge los papeles y sube las escaleras. Mi madre llega cargada con muchas bolsas y la ayudo a dejar todo en la cocina. Mientras guardamos todo hablamos acerca de la casa.
-¿Encontraste alguna?
-Hay algunas, pero no me convencen del todo.
-¿Y un piso?
-Decidimos que sería una casa, así tendría jardín y piscina para cuando los niños sean grandes.
-Pensáis en todo. –Sonríe.
-Supongo que cuando tienes delante a tus hijos, tan pequeñitos y que dependen solamente de ti pues maduras.
-Voy a preparar la comida. –Llaman al timbre.
Me dirijo hacia la puerta pero mi gemelo ya se ha adelantado. Sonrío y beso los labios de mi novia. Mis pequeños lloran reclamando su momento y los sacamos del cochecito. Jugamos con ellos y les damos de comer.
-La comida ya esta lista. -Avisa Jesús.
-Baja un poco la voz, los vas a despertar. -Regaño.
-Son unos dormilones, han salido a ti en eso.
-En eso y en casi todo, mio solo tienen los ojos. –Deja a Stephan en el moises.
-Me da que la princesita no quiere dormir. -Miro a mi pequeña.
-¿Cómo quieres que se duerma si hay que cambiarla? -Ríe.
-¿Te hiciste cacota y no habisas? –Río mirando a mi hija.
-Estáis fatal.
Yovana se lleva a la niña para cambiarla mientras nosotros ayudamos a poner la mesa. Deja a la niña en el moises y se sienta con nosotros. Mientras comemos uno de los bebés se pone a llorar, Stephan. Ella va a levantarse pero niego.
-Ya voy yo. –Cargo al bebé.
-Pero mirar que padrazo está echo mi hermanito.
-No puedo quejarme, me ayuda mucho.
-Si ya lo decía yo; cuando sea padre asentará cabeza.
-Seamos sinceros, tu pensabas que jamás asentaría cabeza. –Río.
-Si mal no recuerdo cuando Zaira y tu nos dijisteis del embarazo yo te dije; sabía que cambiarías.
Zaira se atraganta con el agua y sale al jardin, Jesús va tras ella. Suspiro y dejo al pequeño, ya dormido, de nuevo en el moises. Ellos vuelven y centran su mirada en la morena que esta a mi lado, callada y con la mirada fija en el plato.
-Yovana, de verdad lo siento. Siempre meto la pata. -Se disculpa mi madre.
-No tienes que disculparte por nada. Mi hermana y Dani tuvieron una relación, eso es un echo y todos tenemos que aceptarlo.
-No debí hacer ese comentario, de verdad que lo siento.
-No te preocupes.
-¿Estas bien? –Pregunto y ella ssiente.
-Necesito ir al baño. Permiso.
Suspiro y paso las manos por mi cara. Zaira no dice nada, y es normal. Jesús trata de sacar conversación pero es imposible, el ambiente esta muy tenso. Subo arriba y llamo a la puerta. La escucho llorar y entro. Ella se da la vuelta y la abrazo.
-Cariño. –Beso su cabeza.
-Perdoname. Te juro que trato de aguantarme, pero no es fácil.
-Lo sé, pequeña, lo se. –Me mira y beso su frente.
-¿Cuándo vivamos juntos todo seguirá igual? –Asiento.
-Por supuesto. Te seguire pidiendo citas, te regalaré flores y chocolates. Te robaré besos y te llenaré de caricias. La única diferencia es que al terminar el día no tendré que dajarte en tu casa, por que iremos a la nuestra y dormiremos juntos sin miedo de que alguien nos descubra.
-Te amo. –Sonrío y ríe.
Beso sus labios entre risas y le hago cosquillas. Ella ríe como loca y se sale corriendo del baño. La sigo hasta el salón y cuando la atrapo la beso. Mi hermano aplaude y lo miro mal. Todos reímos y tras terminar recogemos la mesa.
-Hermanita, yo de verdad –La corta.
-Prefiero no hablar del tema. .
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...