DANIEL OVIEDO
Mi madre agarra mi mano y la miro. Se que ella también esta sufriendo con todo esto. Un médico se acerca a nosotros y nos levantamos. Preguntamos por su estado y pir la del bebé. Por su cara se que no son buenas notícias.
-Ha perdido mucha sangre y necesita urgentemente una transfusión.
-Yo le doy toda la que necesite pero favor salvelos a los dos.
-La enfermera los acompañará para hacerles la prueba de compatibilidad. En cuanto tengamos los resultados les avisaré.
-Doctor en caso de que ninguno pudiéramos donar ¿habría otra alternativa?
-El banco de sangre, pero sería más difícil y tardaríamos más.
El se marcha y mi madre me abraza. Baja a la cafetería junto a los padres de Yovana. Las horas pasan y el Doctor se acerca a nosotros. Me siento en silla y cierro los ojos con fuerza. Paso a la habitación en la que esta y me bajo la mascarilla para poder besar sus labios. Agarro su mano y Jesús entra.
-¿Cómo esta? –Salimos.
-Mejor, esta descansando. Puderion extraer la vala a tiempo pero el Doctor dijo que no podría donar, puesto que esta muy débil y perdió sangre.
-Al menos una buena notícia.
-¿Hablaste con el Doctor?
-Si, ninguno podemos ser donantes.
-¿Ninguno?
-Al parecer necesita un componente especial que tiene en la sangre.
-¿Qué vamos a hacer? Necesita una transfusión de sangre urgentemente.
-¡Lo se! Y me estoy volviendo loco. No solo esta en peligro su vida si no tamvien la de mi hijo.
-¿Qué hijo?
-Esta embarazada.
-¿Vas a ser padre? ¿Otra vez? Dios hermano que puntería tienes.
Voy al baño y me echo un poco de agua en la cara. Agarri papel y me seco. Mi móvil suena y descuelgo. Al instante me arrepiento de haberlo echo y le digo que voy a colgar.
-Si lo haces juro que tu novia se muere.
-¿Cómo lo sabes?
-Daniel a veces eres tan ingenuo.
-¿Fuiste tu cierto?
-¡Bingo! Yo mande a ese chico, pero por lo visto es un inepto.
-No tengo tiempo para tus tonterías.
-Yo puedo salvarle la vida. Si quieres saber más ya sabes donde encontrarme.
-¿Cómo se que no me estas mintiendo?
-Muy pocas personas tiene ese componente especial en la sangre. Hasta donde yo se las horas pasan y ella cada vez esta más débil. Me necesitas Daniel, solo yo puedo salvarla.
Cuelga y furioso lanzo el móvil contra la pared. Mi hermano entra y coge mi móvil del suelo. Le pido que cualquier cosa me avise y voy hasta mi auto. Conduzco hasta la comisaría donde Sandra sigue detenida, mañana será llevada al reclusorio femenino hasta que salga la fecha del juicio. Me acerco a un oficial y suspiro.
-¿En que puedo ayudarle?
-Necesito ver a una detenida.
-Acompáñeme.
-Es ella. –Asiente.
-La llevarán a la sala de interrogatorios.
El oficial se marcha y dos policías traen a Sandra esposada. Nos dejan solos y ella ríe apoyadando sus manos encima de la mesa. Me siento frente a ella.
-Sabía que vendrías de inmediato.
-¿Qué quieres a cambio?
-Chico listo. Lo primero que retires los cargos contra mi para que pueda salir de aquí.
-Ambos sabemos que no puedo hacer eso, fuiste cómplice en el secuestro de mi novia.
-Nadie sabe de mi verdadera identidad si tu retiras los cargos en mi contra yo le dono la sangre a tu novia.
-¿Cómo se que dices la verdad?
Con toda tranquilidad se quita las esposas y ríe ante mi cara de asombro. De su chaqueta saca una hoja y tras leerla suspiro. Es un informe médico. Me levanto y la miro.
-Esta bien, te sacaré de aquí.
-No he terminado.
-¿Qué más quieres?
-Ati. –Sonríe.
-¿Te has vuelto loca?
-Tu me sacas de aquí, yo le dono la sangre a la estupida esa y nos vamos del país.
-No la voy a dejar.
-Entonces ve comprando flores, serán dos entierros en lugar de uno.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...