Capítulo-43: "Una noche especial"

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DANIEL OVIEDO

Acaricio su rostro y ella cierra los ojos. Suspiro y dejo un beso en su frente. Se que esto no esta bien, pero algo dentro de mi me dice que es lo que debo hacer. Ella me mira con esos hermosos ojos claros y siento que el mundo se detiene. Esta vez es ella la que junta sus labios con los mios y la cojo en brazos hasta dejarla sobre la cama.

-¿Estas segura?

-Jamás en mi vida he estado tan segura de algo.

-Antes necesito que me respondas a una cosa.

-Ya sé, ¿vas a preguntarme si soy virgen? –Ríe

-No, bueno eso también.

-Sí, soy virgen. –Se sonroja.

-Te pusiste roja. –Murmuro en su cuello.

-¿Que querías preguntarme?

Me siento y le hago un gesto para que se siente sobre mis piernas. Lo hace y un pinchazo llega a mi cabeza, una imagen igual a esta. Sus manos se enredan en mi pelo, mientras sus labios se pasan por mi cuello. Trato de contenerme pero tiene algo que me hace perder el control. La tumbo de nuevo y me pongo sobre ella. Nos quitamos la ropa el uno a otro entre risas y besos llega el momento y la miro.

-¿Segura? –Asiente.

-Quiero que mi primera vez sea contigo.

-Te mereces una primera vez mas bonita.

-No se trata del momento, ni del lugar si no de la persona. Tu eres la persona con quien quiero perderla. Solo tu.

-¿De verdad que no hubo nada entre tu y yo? –Niega.

-Tal vez en un futuro si.

Sonríe y beso sus labios. Me pongo el preservativo y la miro. Esta nerviosa, lo se. Paso mis labios por todo su cuerpo, la lleno de caricias. Y así entre besos, caricias y secretos susurrados hacemos el amor. Tiro el preservativo y ella va a ducharse. Me pongo la ropa menos la camiseta que esta tirada en el suelo y ella sale con un pijama muy sexy.

-¿Es normal que me duela?

-¿Te duele mucho? –Niega.

-Solo un poquito. –Sonrío.

-Pasará, no te preocupes. Espero no haber sido muy brusco.

-Para nada.

-Fue hermoso. –Sonrío.

-Eso lo dices para que no me sienta mal, de seguro lo hice fatal. –Toco su cara.

-Créeme el chico que se case contigo será muy afortunado. Eres una gran mujer.

-Soy una niña.

-Bueno, ahora ya no eres una niña sino toda una mujer. –Sonrío.

-Me viste desnuda, que vergüenza.

-Y tu ami desnudo. Deberías estar contenta, muchas desearían estar en tu lugar ahora mismo.

-Yo ahora mismo solo quiero meterme bajo las sábanas. –Ríe

-Eres hermosa, por dentro y por fuera. Aparentas ser fuerte como una roca, pero por dentro eres frágil como un cristal.

-Espero que algún día puedas perdonarme.

-¿Perdonarte por qué?

-Algún día lo entenderás todo y puede que no quieras volver a saber nada mas de mi. –Niego.

-Eso jamás sucederá.

Se gira y la abrazo por la espalda. Pongo mi cabeza entre su cuello y su hombro y dejo un beso en su cuello. Ella ríe de nuevo y saco el móvil de mi bolsillo. Busco la cámara y una vez frente al enorme espejo de su baño se lo paso

-Me gustaría tener una foto contigo.

-¿Enserio? –Asiento.

-Además es una noche especial.

-Respecto a eso quiero pedirte algo.

-Tranquila, te juro que no le voy a contar nada de esto a nadie.

-¿Cómo sabes que te iba a pedir eso?

-Soy adivino. –Beso su mejilla.

Nos hacemos varias fotos y la ayudo a cambiar las sábanas. Ella muerde su labio y se pone nerviosa al ver las que acabamos de quitar, ahora rojas, en el suelo. Me ofrezco a deshacerme de ellas, ya que la veo muy nerviosa y acepta. Hablamos durante un rato, me cuenta de su familia, sus amigas, su infancia y cuando ya es tarde me despido de ella.

-No quiero irme. –Confieso

-No te vayas. –Ruega.

-Tengo que hacerlo. –Explico.

-Lo sé. Pero no quiero dejarte. –Suelta.

-Me gustaría volver a verte.

-¿Me estás pidiendo una cita?

-Si. ¿Aceptas? –Me mira.

-Tengo que pensarlo.

-¿Cómo que pensarlo?

-Es broma. Claro que acepto. –Ríe

-Mañana a las 17:00 en el parque enfrente de la heladería.

Asiente y la beso. Entre besos y cosquillas nos despedimos. Finalmente me marcho y tras deshacerme de las sabanas vuelvo a casa. Entro sin hacer ruido y subo a mi cuarto. Cierro la puerta y voy directo al baño.

-No importa que no la recuerde, que no sepa nada de ella. Me gusta joder, me tiene loco y voy a luchar por ella.

Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora