YOVANA MONTECARLO
Abro los ojos y al momento todo mi cuerpo duele. Miro a mi alrededor y por el lugar se que estoy en un hospital. La puerta se abre y un hombre de unos 30 años entra. Al verlo lo primero que viene ami cabeza son las imagenes de esos tipos golpeandome, los gritos, los disparos. Comiezo a llorar y cuando se acerca grito.
-¿Qué está pasando aqui?
-Que se vaya, por favor. –Ruego.
-Es tu Doctor, en el caso.
-Por favor mamá. –Suplico.
-¿Quieres otro Doctor? –Niego.
-Me da igual quien sea, pero por favor que no sea un hombre. –Sollozo.
-Debí suponerlo. Tranquila, le diré a una Doctora.
Mi madre sale junto al médico y entra una enfermera. Trae una aguja en la mano y la miro con miedo. Ella me explica que es un calmante, para el dolor de mi cuerpo. Mi hermana entra y corre hacia ami. Con cuidado me abraza y cuando la enfermera se va toma asiento a mi lado. Agarra mi mano con cuidado y me mira.
-¿Cómo te sientes?
-Adolorida, pero el calmante ya esta haciendo efecto.
-¿Necesitas algo? –Asiento.
-¿Cómo está Dani? –Trago saliva.
-El esta bien. No fue nada grave, nero tendrá que llevar el cabestrillo durante un tiempo. Esta loco por quitárselo. –Ríe y asiento.
-¿Que pasó con esos hombres? ¿Los atraparon?
-Juan Carlos trató de escapar, pero tenía una herida de bala en la pierna y lo atraparon. Sergio esta aquí internado, pero tranquila, hay mucha vigilancia.
-¿Esta aqui? –Trato de levantarme.
-No puedes levantarte, tranquilzate. Tienes dos guardias en la puerta de la habitación y los demás custodian el hospital. Ademas no creo que sobreviva.
-No se si voy a poder superar esto.
-Todos estamos contigo, recuérdalo.
Mamá entra seguida de un Doctora y ambas se acercan ami. Mi hermana agarra mi mano y mi madre besa mi frente. La Doctora me hace varias preguntas me explica que debo ir con la ginecóloga para que me haga una revisión, debe hacer un informe que confirme la violación. Asiento y se marcha.
-Todo va a salir bien. –Besa mi frente.
-Tengo mucho miedo. –Sollozo.
-Estamos contigo. –Agarra mi mano.
-Iré por la enfermera, para que te lleve con la ginecóloga. –Asiento.
-¿Qué van ha hacerme exactamente?
-Tranquila, no es nada. Te estaremos esperando aquí.
Mamá sale y vuelve von una enfermera, que trae una silla de ruedas. Me siento en ella y me lleva hasta ginecología. La ginecóloga me ayuda a tumbarme en la camilla y mientras me examina me hace preguntas.
-Y dime Yovana ¿tienes novio?
-Mas o menos. Es que es algo complicado.
-¿El sentimiento es mutuo?
-Si. Pero después de lo que me ha pasado no puedo tenerlo cerca. Me da miedo.
-Se que no es nada fácil lo que te ha pasado, pero tienes a tu familia y a tus amigos, también a ese chico.
-¿Cabe la posibilidad de que este...?
-Es una posibilidad, no te voy a mentir. Pero con una ecografía lo sabríamos, aunque tendríamos que esperar algunos días. –Termina y me siento.
-De acuerdo.
-En una semana vienes, y te haré la ecografía. –Asiento.
Le doy las gracias y me despido de ella. Vuelvo a mi habitación, ahora llena de flores de todos los colores. Una vez estoy tumbada la enfermera se marcha y fijo mi vista en el hermoso ramo de rosas blancas que hay a los pies de la cama. Las cojo y las pongo sobre mis piernas. Comienzo a llorar de la impotencia, se que esto va a ser mas difícil que antes.
-¿Qué voy a hacer contigo Dani? Ahora mismo podría tener un bebe dentro de mi, y si así fuera desearía que fuese tuyo y no de esos miserables. –Susurro entre lágrimas.
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Dos Almas Y Un ¡Te Odio! ©
Teen FictionYovana es una adolescente de dieciséis años, alegre y muy risueña. Sus padres se divorciaron hace unos años y ella se fue con su padre a Barcelona, mientras que su hermana gemela; Zaira, se quedó en Sevilla con su madre. Antes de marcharse a Barcel...