¿Qué?
Levanta su mano como si estuviera jurando – yo te protegeré o la ira de la diosa caerá sobre mí.
Ya no es gracioso – no digas eso, la diosa guarda mucho resentimiento, no sabes lo que podría hacerte.
Puede que a veces bromee sobre su falsa existencia, pero no estoy tan loca, la historia está llena de muestras de su gran poder, reinos destruidos, catástrofes, terremotos, familias maldecidas.
– ¿Qué harás si toma tu juramento en serio?
– Protegerte – se encoge de hombros.
– ¿Hay algo que sí tomes en serio?
Se quita las botas y se recuesta sobre la cama – no.
Eso me quedó claro, acaba de reclamar todo el lado derecho de la cama y..., va a dormirse.
Quisiera golpearlo con la almohada – no puedes quedarte dormido, tienes que irte antes del amanecer.
– Hoy hay mucha neblina, estará así toda la madruga y parte de la mañana, podré irme sin ser visto.
¿De verdad?
¡Ah!
Supongo que entonces..., está bien.
La luz de la vela es muy delgada y con la ventana nuevamente cerrada no hay viento o aire frío entrando a la habitación, me mira fijamente – tienes que dormirte o te sedaré.
Es difícil quedarse dormida de esta forma.
Toco su mejilla solo para asegurarme de que su salud esté bien, mañana será un largo día, dejaré esta casa e iré a un sitio desconocido con personas peligrosas, todo cambiará.
Cuando eso pase, más te vale cumplir tu promesa.
¡Yo te cuidaré y tú me protegerás!
¡Es un trato Alexis!
*****
La luz del sol es muy fuerte, ya no hace tanto frío y afuera se escucha el toque de la puerta.
Un minuto, antes de dejar pasar a Ágata tengo que asegurarme de que Alexis se fue, la cama está vacía, no lo veo debajo de la cama, no está escondido en el armario o detrás de las cortinas, creo que en verdad se fue antes del amanecer.
– Señora.
– Adelante.
– Es un día muy hermoso, salió el sol y la Condesa Mirra envió una notificación muy temprano, vendrá a verla para desayunar, señora, ¿quiere que le prepare el baño?
– Por favor.
Creo que perdí la dona de mi cabello y ahora está esponjado, ¡ay no!, debió estar así cuando Alexis se fue, necesito revisar, la cómoda de la mesa debería tener un espejo.
No está
– Ágata, ¿no había un espejo en este mueble?
– Se rompió.
Sí, los espejos suelen hacer mucho eso.
*****
La Condesa Mirra me mira con un gesto de indignación y se muerde los labios – me enteré ayer, mandé llamar algunos hombres de Grimilla para que me dieran opiniones sobre el jardín, algunos dijeron que la antigua Duquesa quería convertirlo en una plaza y que los planos están guardados en las oficinas de gobierno, me di prisa para buscarlos y quería darle la sorpresa y entonces Adrián me lo dijo.
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La petición de la mujer malvada
RomanceTítulo: La petición de la mujer malvada Historia original Actualizaciones Martes y Viernes - Majestad le pido que me conceda el divorcio. La mujer con corazón de hielo que robó el novio de su hermana, le provocó un aborto a la amante de su marido y...