La petición de la mujer malvada

16. Marquesa Morgana (2)

Hace noventa años, Víctor Van Tassel se convirtió en el Marqués más joven de la historia, con tan solo ocho años sus padres murieron en un trágico accidente y un mes después su abuelo murió víctima de una enfermedad.

El pequeño era muy joven para tomar la responsabilidad de un título y acababa de perder a toda su familia, en ese momento de necesidad su tío Adolf Van Tassel apareció en escena, se hizo cargo del título y cuidó del niño, todo lo que Víctor debía hacer era estudiar hasta su cumpleaños número dieciocho y entonces tomar su lugar como Marqués.

Pero no sucedió de esa forma.

En secreto, Adolf Van Tassel encerró a su sobrino en un calabozo, lo hizo pasar hambre y sufrir abusos por más de diez años, mientras él llenó la casa con sus tres esposas y cinco hijos.

Cuando Víctor cumplió los veinte años era un joven delgado y escuálido, nadie comprendía cómo había vivido tanto y lo vieron tan enfermo que los guardias se relajaron, pensando que nada podía hacer el pequeño Marqués para cambiar su situación, Víctor los asesinó, escapó del calabozo y le prendió fuego a la mansión.

A la mañana siguiente los sirvientes encontraron las cabezas del Marqués Adolf y toda su familia en las puntas de lanzas, junto a ellos estaban también las cabezas de los guardias que en el pasado le juraron al joven Víctor que lo apoyarían cuando se convirtiera en Marqués.

Todos habían sufrido muertes lentas y dolorosas.

Víctor aún era el legítimo Marqués y dada la injusticia que había sufrido el rey perdonó sus actos con una única advertencia para que reencausara su camino.

No fue así, a medida que Víctor creció, se volvió más sanguinario y más dominante, todos sus enemigos fueron empalados y se ganó el apodo de Víctor el empalador, la iglesia de la diosa Ameritia condenó sus actos y él respondió con insultos.

Acusó a la iglesia de ser innecesaria, dijo que el dinero que se destinaba a los sacerdotes y a la construcción de torres de oro debía ir a los pobres, a los enfermos, a los necesitados y a los huérfanos, no a hombres gordos con anillos en cada dedo de la mano.

Proclamó que las oraciones eran cadenas, que los hombres debían tomar el destino en sus manos en lugar de dejarlo a una entidad que se hacía llamar divina o superior, y que, por el bien de la nación, él debía liberar a los hombres de esas cadenas.

La iglesia lo maldijo y se pensó que Víctor sufriría una muerte trágica, contrario a eso, él tuvo una vida muy placida hasta los ochenta y cinco años, se casó y tuvo una hija.

Su vida fue una blasfemia y un insulto para la iglesia que había lanzado públicamente una maldición contra el empalador y no fue sino hasta tres años después que los alcances de la maldición cobraron sentido.

Morgana Van Tassel, única hija del Marqués, sufrió la muerte de su esposo, sus dos hijas, su hijo mayor y quedó estéril.

Por un largo tiempo la Marquesa Morgana se proclamó en contra de la iglesia y la acusó de hacerla a ella responsable por las acciones de su padre, la iglesia le dio la espalda y la Marquesa se vio obligada a vivir de esa manera.

En los años siguientes muchos atacaron su linaje, el rey trató de obligarla a adoptar a un hijo de alguna familia noble y sus seguidores temieron que una vez muerta, su territorio caería en guerra y sería tomado, invadido o incautado.

Desesperada, hace cinco años la Marquesa decidió dejar a un lado su orgullo y suplicar a la Santa que la curara.

Mi prima Isabela se negó.

Siendo la Santa, mi prima tiene el poder para curar a una mujer y regresarle su fertilidad y si se mantiene cerca durante el embarazo puede ayudar a que un bebe nazca, no es imposible, pero la esterilidad de la Marquesa Morgana no es una enfermedad, es un castigo divino.