Capítulo 88

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NARRA ZULEMA

Aunque lo evitara, en mi cabeza seguía recordando todo lo que la rubia llegó a contarme respecto a lo que su madre y la hija de puta de Helena estaban fraguando en mi contra. Es que debía de verlo venir, sabía que algo no andaba bien con esa negociación y no debí de quedarme quieta después de descubrir que los clientes eran los padres de Macarena, era totalmente mi responsabilidad todo lo que estaba sucediendo.

Para mí fortuna, como siempre, debía de agradecer el tener a la gitana conmigo. Esa tía estaba en los momentos más precisos para salvar mi trasero de todos los problemas en los que me metía. Se había logrado reunir con mi abogado de confianza y ya estaban trabajando en la contra demanda hacia Helena. La flipada esa se arrepentiría de por vida al haber intentado fraguar en contra mía y de meterse en mi relación con la rubia. No descansaría hasta hundirla y verla arrodillarse suplicando perdón, aunque sabía muy bien que esto demoraría y tendría que ser de a poco.

Por otro lado, estaban mis adorados suegros, quienes corrían con la suerte de ser padres de la rubia, solo por ello que no había querido involucrarlos a en la demanda. Sabía que aunque Macarena no tuviera el mayor de los aprecios por ellos, está enemistad con sus padres la afectaba demasiado. A fin de cuentas, son quienes le dieron la vida y las personas a quienes debería de amar incondicionalmente, aunque en su caso fuera difícil hacerlo. La rubia tenía un gran corazón y no creo que la llegase a pasar bien viéndome destruir la reputación de sus padres.

- Señorita Zahir, ya puede pasar.

- Gracias.

Tomándome el atrevimiento de girar la manija de la puerta e ingresar directamente, encontré a mi al frente a esa buena amiga que tenía desde hace tiempo.

- Zulema, los rumores vuelan.- se adelantó a mi saludo.- Y sabes que los peores lo hacen mucho más.

- Miranda, hola. Estoy muy bien y ¿tú?.- me senté cómodamente en el sofá.

- Mira Zulema, te advertí que no quería problemas con los alumnos.- comentó mientras golpeaba su bolígrafo con el escritorio.- Te pedí que te llevaras mejor con ellos, ¡pero es que tía! No imaginé que a tal grado.

- A ver, Miranda.- hablé con el grado de seriedad que ameritaba el caso.- Supongo que a lo que te refieres es a mi relación con Macarena. Lo de mío con ella viene desde hace mucho antes.

- Ah, y no me lo contaste antes de aceptar la propuesta ni por ser tu amiga.

- ¡Vamos, Miranda!

- Ya.- caminó mirando al suelo.- ahora me queda claro el por qué de esa repentina invitación a París. ¡Qué te conozco Zulema!

- Tía, tranquila. Sí, tienes toda la razón en lo que piensas. Ese viaje tuvo un doble sentido, pero dejemos eso de lado. A lo que he venido es a...

- Lo lamento Zulema.- despegó la mirada del suelo para enfocarla en mí.- pero ya no podrás seguir siendo parte del plantel de docentes de esta institución.

- Ajam.- mordí uno de mis labios y me levanté del sofá.- me lo imaginaba, justamente venía a eso. Te agradezco por esta oportunidad, Miranda, pero también soy consiente que el tener una relación con Macarena puede prestarse para malas interpretaciones que terminen afectándote, y no sería justo. Gracias por todo.

- Sobre la asesoría a tu empresa...

- ¿Van a suspenderlo?

- No, sería injusto después de todo el trabajo de las muchachas. Se que las calificarás con objetividad, más allá de que sea el equipo de Ferreiro, así es que podrán seguir asesorando a tu Firma.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora