NARRA MACARENAHan pasado al rededor de unos diez días desde que Zulema y yo discutimos. Desde entonces no nos hemos vuelto a comunicar ni siquiera vernos por casualidad en la firma o en cualquier otra parte. Debo de darme la idea de que aquello que fuera lo que teníamos llegó a su final, sin embargo, no entendía porque me entristecía. Se supone que era básicamente para descubrir cosas nuevas, las sensaciones que sentíamos, aunque creo que para la morena básicamente era para satisfacer sus necesidades sexuales, pero ¿por qué yo?, podía conseguirse a alguien de su nivel económico o tal vez no millonaria, pero mucho más bonita que yo y con toda la experiencia que no poseo.
Al menos mis actividades me mantuvieron entretenida durante un tiempo, las clases, la asesoría, los ensayos de baile, el trabajo. Habíamos llegado a celebrar el cumpleaños de Cepo, algo atrasado, pero finalmente se pudo, felizmente Sandoval dio el permiso para poder hacerlo en el bar del Oasis al finalizar el último turno.
A mi querido compañero se lo veía tan lindo, no podía ocultar aquella brillo que irradiaba de sus ojos. Creo que nunca le habían celebrado de esa manera. Por mi parte le compré una bicicleta, de tanto insistirle, me había llegado a decir el objeto que quería y fue ello. Tenía un dinero extra de lo ahorrado, así que pude hacerlo, se lo merecía por ser tan linda persona. Me daba tanta gracia que cuando llegaba al trabajo no se quería quitar el casco si no fuera por el protocolo de vestimenta.- Maca, Maca.- sentí que me tocaban el brazo insistentemente.- Mira, mira. Tengo puesto el casco de la bici que me regalaste.
Sonreí al verlo con ello. Ya habíamos terminado nuestro turno de trabajo, era la última semana en esta área, me daría mucha pena dejar de ver tan seguido a cepo por las noches.
- Te ves muy lindo Cepo, pero no deberías manejar la bicicleta a esta hora, es muy tarde y casi todo esta oscuro en la calle.
- Así es Cepo.- vimos acercarse a nuestro jefe.- Lo que te dice Macarena es muy cierto. Está bien que te guste el regalo, pero es peligroso irte manejando bicicleta en la noche.
- Señor, ¿cómo está?
- Bien, gracias.- se dirigió a mí.- Macarena, ¿y tú?
- Ya estábamos por irnos.
- Sí, ya terminó el turno. Cepo, ve abajo y dile a Alan que te lleve a tu casa.
- ¿Qué me lleve a mi casa, señor?
- No permitiré que te vayas corriendo el riesgo de que algo malo te pase. Dile que yo estoy ordenando a que te lleve a tu casa. Y no traigas la bicicleta cuando tengas el turno noche.
- ¿Y cuál es mi próximo turno, señor?
- Eso lo informaré mañana.
- Ya, señor. Me voy.- se giró hacia mí con una sonrisa.- Chau, Maca. Cuídate.
- Chau, Cepo. Tú igual.
Mi compañero se acaba de ir, dejándome sin querer con quien menos quería compartir el mismo espacio.
- Fue un gesto muy tierno que le dieras ese regalo a Cepo.- recorrió lentamente el lugar.- Se ve que lo aprecias mucho.
- Es el regalo que él quería y sí, lo aprecio por ser una muy buena persona, con una alma pura.- le mostré una expresión seria.- Algo muy difícil de encontrar en muchas personas.
- ¿Te estás refiriendo a mi Macarena?
Qué tal si vergüenza. Se volteó a mirarme con una expresión de indignación, pero sabía que en el fondo le daba gracia y se reía de ello. Sandoval sabía muy bien que no era de la consideración de muchas personas, es más, muchos lo catalogaban como un hombre sin valores.
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Bajo hipnosis (Zurena AU)
FanfictionAmbas se sienten dominadas por la otra, tan solo un cruce de miradas es suficiente para que Macarena haga lo que Zulema le pida y para que Zulema pierda toda esa autoridad que dice tener, mostrándose así lo más trasparente y sin filtros ante la rubi...