Capítulo 15

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NARRA MACARENA

A la mañana siguiente, después de un día agotador de manera mental, estaba satisfecha por lo realizado con las chicas. Finalmente hoy era el día. Podíamos decir que estábamos listas para ofrecer una buena presentación. Sin embargo, me daba miedo arruinar tanto esfuerzo. Mientras me metía a la ducha, me puse a pensar en lo que sería estar nuevamente al frente de aquella mujer y presentándole una simple propuesta que posiblemente ella pudiera hacerlo mucho mejor que nosotras. Me daba miedo verme afectada por todo lo acontecido últimamente y ponerme nerviosa a tal punto de quedarme en blanco, ademas temía que vuelva a salir aquella Zulema Zahir que le gusta humillar a las personas, haciéndonos pasar un mal día.

Cerré el caño de la ducha e inmediatamente tomé la toalla para secarme el cuerpo. Pasé aquella tela por todo mi contorno y terminé por enrollar mi cabello con ella.
Hoy sería un dia importante, debía dar una buena impresión. De entre los pocos perfumes y cremas corporales que tenía, elegí mis favoritas. Vainilla y tropical, respectivamente. Deposité un poco de la crema en mi mano y empecé a sobarla con mi otra palma. Masajeé primero mis brazos, vi lo que aún quedaban de los moretones de Valbuena. En seguida recordé nuevamente a Zulema, el día que me defendió. Tratando de alejarla de mis pensamientos, continué con el masaje pasando mis manos por mi abdomen y parte baja de los pechos, finalmente, levanté una de mis piernas y con un poco más de crema, descendí mis masajes hasta esta. Hice lo mismo con la otra pierna. ¿Hace cuánto tiempo que no disfrutaba de algo así? Ni podía responder a la pregunta.
Miré la hora y ya habían pasado poco más de una hora, debía apurarme en salir hacia la universidad. Terminé de vestirme y tras haber tomado un vaso de jugo de naranja, emprendí mi destino.

- ¿Y si se quedó dormida?

- ¡Qué no, mujer! Ya debe estar por llegar.

- Síguela llamando, por favor.

- ¿A quién van a llamar?

- ¡Olé!

- Joder que te dije Stefanía. ¿Y tú Maca?, ¿para qué tienes el puto celular si no contestas las llamadas?

- Hola, chicas.- le di un par de besos en el cachete a cada una.- ¿Qué pasó? Creo que nos despertamos con bastante euforia.

- Rubia, hueles riquísimo. ¿Has venido a conquistar al jurado a costa de lo que sea?

- ¿Es demasiado el olor?.- traté de olerme la ropa.

- No, tonta.- se rió Yolanda.- Estás perfecta. Ahora venga qué hay que probar las diapositivas.

Estábamos revisando que todo se visualice perfectamente desde la computadora del profesor, cuando escuchamos unos aplausos que se hacían eco en el salón. Era Valbuena que estaba acercándose a nosotras y atrás venía Fabio con cara de pocos amigos. No entendía qué seguía haciendo junto al idiota de Ismael si estaba incómodo. En fin.

- Muy buena diapositiva, muchachas.

- Gracias.- le respondió Blanca. Una de las chicas que Yolanda unió al grupo.

La verdad es que ninguna de las dos incluidas habían hecho un gran aporte, pero me daba igual, con tal que no perjudiquen en el trabajo.

- ¿Terminaron?.- se cruzó de brazos.- Mi equipo y yo también queremos hacer lo propio.

- Sí, ya terminamos.- respondió Rizos.- Ah, pero cuidado y se les mete un virus al usb. Quién sabe.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora