NARRA MACARENAYa iban unos tres días desde que Zulema se quedaba todas las noches a dormir en mi departamento. Ciertamente me sentía mucho mejor y libre desde que pude contarle toda la verdad a Fabio, ya no tenia algún peso o cargo de conciencia con el que cargar. Podía decir que estos días han sido los mejores. Iba normalmente a la universidad, a la salida le daba el encuentro a la empresaria en su casa, donde Román se quedaba durante todo el día hasta que yo terminara mis clases. A la noche la morena nos acompañaba a mi departamento y con la simple excusa de que ya era demasiado tarde para que se fuera manejando, llevábamos días compartiendo la misma cama.
- Princesa.- sentí un beso húmedo en mi cuello.
- ¡Ay!
- ¿En qué piensas?.- se sentó a mi al frente.- Llevo tiempo hablándote y no me escuchas.
- Lo siento, ¿quieres que te prepare café o algo?
La veía al frente mío vistiendo un polo largo que le quedaba hasta el final del muslo. Se la veía hermosa de recién levantada, aún un poco soñolienta, atado el cabello en una cola alta y con un par de mechones al aire.
- Rubia, que de nuevo te has quedado como perdida.- empezó a reír.- ¿Te gusta lo que ves?
Se levantó de su lugar y me extendió la mano para pararme con ella.
- Porque a mi me encanta lo que veo.- sentí sus manos tomarme por la cintura y sus labios juntarse a los míos.
- Mmm.- intenté separarme.- Amor... Un momento.
- No.- se quejó.- Ruuubia.
Terminó por ceder y parar el beso, aunque sus manos seguían acariciando mi cintura, iban bajando hasta mi trasero, donde se detuvo y pegándome un poco más a ella, me levantó para sentarme en la mesa.
- ¿Qué pasa?, ¿ya llegó tu mes?
- Zulema.- ma miré mal.- No, es que...
El sonido del timbre no me dejó terminar lo que iba a decirle. Sabía que llegaría temprano, pero no tanto. Apenas eran las ocho y algo de la mañana.
- ¿Has pedido algo?
- Eh, no.- me bajé de la mesa.- Pero hay visita.
- ¿Visita?
- Sí, ya vuelvo.
- ¿Rubia?.- caminé hacia la puerta.- ¿Amor?, ¡Macarena!
Escuché su llamado, pero tenía que apresurarme en abrir la puerta, si no ya sabía el discurso que me esperaba.
- Rizos.
- ¡Rubí!.- ingresó.- ¿Recién te levantas?, pensé que incluso hasta los fines de semana madrugabas.
- Mmm, es que necesitaba un par de minutos más.
- ¡Uy!.- la vi patear levemente el colchón inflable.- ¿Estás durmiendo acá?
- A veces.- bostecé.- A veces Román duerme aquí y otras yo.
- ¡Ay, rubita!, quien te viera toda una madre a tan corta edad.- ví que seguía caminando hacia el interior del departamento.- A ver qué hay de desayuno.
- ¡Hey, tía!, ¿a dónde vas?
La seguí apresuradamente, tratando de evitar que llegara al interior de la cocina, donde sabía que terminaría encontrando a Zulema, ya que no había algún otro lugar a dónde pudiera haberse ido.
- ¡Pero!.- la vi detenerse.- ¡Pero qué cojones!
- Eh, Rizos, Rizos.
Me acerqué rápidamente a ella, donde efectivamente a su al frente estaba la empresaria sentada nuevamente en la mesa, mirándonos mientras comía una manzana.
ESTÁS LEYENDO
Bajo hipnosis (Zurena AU)
FanfictionAmbas se sienten dominadas por la otra, tan solo un cruce de miradas es suficiente para que Macarena haga lo que Zulema le pida y para que Zulema pierda toda esa autoridad que dice tener, mostrándose así lo más trasparente y sin filtros ante la rubi...