Bajo hipnosis (Zurena AU)

Capítulo 46

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La autora no se hace responsable de consecuencias y/o efectos en el lector 👀.

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NARRA ZULEMA

Los días en que mi vida solo se centraba en trabajar estaban de vuelta. Hasta los fines de semana los aprovechaba en avanzar informes o enviar los pendientes de la semana entrante a mi secretaria, quería aprovechar lo más mínimo del tiempo libre que tuviera, sólo así volvería a ser la Zulema Zahir de toda la vida.

Los negocios iban bien, sin embargo, había un pequeño inconveniente que se estaba presentando en la sede de París, lo que me tenia algo preocupada. Pude llegar algo más a fondo del asunto gracias al análisis situacional que hicieron Macarena y su equipo, dentro de todo lo que les observé, el material no era malo.

- Zulema, ya te imaginaba llegando mucho más tarde.

- No te burles Saray.- dejé mi maletín en la sala y fui directo a servirme un trago.

- Zulema, según lo acordado en la última reunión de la junta. Alguien tiene que estar presente por algunos días en la oficina de París, te recuerdo.

- Ya.- bebí mi trago.- ¿Y?

- Que lo más conveniente es que vayas tú.

- Saray, puede ir cualquiera.

- No, Zulema. Lo mejor es que te presentes tú cómo líder.

- Joder, gitana.- dejé el vaso y regresé a la sala por mi maletín.- No estoy de ánimos para viajes.

- Zule, sólo será un viaje corto de fin de semana. El vuelo sale el viernes y el mismo lunes estarías de regreso.

La gitana tenía razón, yo era la indicada para revisar lo que estaba sucediendo con los trabajadores de París y por qué habían algunas fechas incumplidas en las entregas de los informes a los clientes. Era un tema delicado y lo mejor sería resolverlo desde la raíz, sólo yo podría hacerlo sin tomar tantos procesos.

- Está bien.- acepté.- Resérvame la estadía en el hotel Le Paris, que es donde siempre me quedo cada vez que visito la ciudad.

- ¡Perfecto! Sabía que esa cabezota entraría en razón.- empezó a despeinarme.

- ¡Hostias, Saray! Suéltame.- la empujé.- Solo te recuerdo que no descuides los pendientes durante mi ausencia.

- Pero Zule si los días que no estarás son básicamente fin de semana, y no se trabaja. Así que no me explotes, tía.

La respuesta de la gitana me había sacado una tremenda risa. Por primera vez en muchos días que lo hacía.
Definitivamente, Saray es una parte importante en mi vida. Siempre siendo más que mi mano derecha, mi hermana y gran apoyo en todo.

- Zule, ¿ya estás de mejor ánimo?.- la miré con curiosidad por aquella pregunta.- Lo digo porque quiero hablar de algo contigo.

- A ver, suéltalo.

- Zulema.- su expresión había cambiado a seriedad.- en serio te estás pasando con la rubia. Se que ya te lo he dicho y tal vez no quieras volverme a escuchar, pero por favor hazme caso y para con todo esto. Ella no tiene la culpa de nada.

- ¿Qué no tiene la culpa?.- la furia había vuelto a mi de tan solo escuchar que Macarena era la buena en toda esta historia.- Saray, ella me ha utilizado como a una gilipollas. Me sedujo desde el primer día que nos conocimos en El Oasis, fingiendo ser la pobre empleada que necesita vayan a su rescate.