NARRA ZULEMAHabían pasado dos días desde que como un puto milagro se me descifró el rostro de la rubia de club. Eran poco más de cuarenta y ocho horas las llevaba martirizando mi cerebro y mis labios porque recuerden más de ese beso con la rubia. Ya que no podía describir mucho del pequeño rose que tuvimos Macarena y yo, esperaba que por obra y arte de algún otro milagro venga a mi el sabor de lo que sí fue un tremendo beso con ella aquella vez.
Estaba loca, lo sé, pero ahora más que nunca me había enganchado con ella. Sabía que algo me pasaba, ya no podía negarlo más, pero eso tampoco quería decir que me haya enamorado de Macarena. Solo se trataba de una simple atracción, eso.- Joder Zulema que llevo llamándote desde el día de ayer y me dejas en el buzón de voz.- la voz de Saray salió de mi teléfono.- He hablado con Mala y no me lo creo. La has dejado tirada en plena madrugada.
- Ya se le hacía tarde para quejarse.
Colgué el buzón de voz y le devolví la llamada a la gitana. Ha de estar de ociosa que ni un segundo pasó cuando ya estaba parloteando nuevamente.
- ¡Y ese milagro!
- Ya, habla. Has sido tú la que me has llamado.
- Pues sí, y sin ninguna repuesta hasta ahora.- se escuchaba molesta.- Joder Zulema, que si la Mala no me vuelve a hablar en mi puta vida, estaré furiosa contigo.
- Saray, es una simple mujer. Ya está, ¿o acaso te has enganchado de ella?
- No, para nada. Pero no me vas a negar que no se trata de una simple mujer... Es tremendo mujerón.
Hice silencio ante su comentario. La gitana tenía razón, su amiga estaba muy buena.
- Y tú has caído, tu silencio me lo dice.- continuó.- Además de lo que me ha contao'.
- ¿Y qué te ha contado?- me masajeaba la cíen. Ya imaginaba lo que sería, así es que me adelanté.- ¿Qué nos hemos besado?
- Pues sí, Zulema, que se han comido la boca por poco más. La has atraído, aún así está molesta por el desplante que le hiciste luego del beso. Dice que saliste como alma que lleva el diablo. Volaste del lugar.
- Ya, tenía cosas que hacer.
- Ajá, supongo que contratos por cerrar durante la madrugada.- no dije nada.- Zule, a ti te pasa algo.
Aquí vamos una vez más.
- Son muy pocas veces las que has ido a estos lugares y las dos veces que he sabido te has comportado de manera similar, has salido huyendo... ¿Acaso la primera vez te pasó algo así y eso a lo que le temes?
- ¿Como que algo así?- me quejé.- ¿y a qué cojones le puedo temer yo?
- Zule, has tenido tus encuentros con algunas chicas, nada fuera de lo normal, como toda persona que quiere probar de todo un poco. Pero creo que estas veces te han afectado porque has sentido algo más... No lo sé.
- Sí no lo sabes, ¿cómo cojones te atreves a hacer una afirmación así?- le alcé la voz.- Tu amiguita puede estar muy simpática y sexy, todo lo que quieras, pero ella no me ha afectado en nada, ¿quedó claro?
- Sí, sí Zule. Pero escucha, no tiene nada de malo que aceptes que te molan las mujeres o tal vez ambos géneros jaja.
Su risa era tímida, sabía muy bien que la estaba cagando conmigo. Ya estaba furiosa, a punto de reventar.
- Joder que ya. Sí, me molan las tías, ya está.- grité.- ¿Eso querías gitana?, pues bien, ya lo dije. ¿Contenta? No se, se me ocurre qué tal vez ahora quieres que compartamos catálogo. Pues no, eso no va conmigo.
ESTÁS LEYENDO
Bajo hipnosis (Zurena AU)
FanfictionAmbas se sienten dominadas por la otra, tan solo un cruce de miradas es suficiente para que Macarena haga lo que Zulema le pida y para que Zulema pierda toda esa autoridad que dice tener, mostrándose así lo más trasparente y sin filtros ante la rubi...