Capítulo 119

467 20 17
                                    

NARRA MACARENA

- Macarena han vuelto a llamar preguntando por ti.

- ¿Y qué les has dicho?- pregunté con preocupación.

- Lo mismo de los últimos días, que has tenido que irte de viaje por negocios, y que tú también estás intentando contactarte con ellos... ¡Vamos! Que les he mentido.

- Muchas gracias, Altagracia.

Me sabía completamente mal hacer esto, ocultarme para no dar alguna respuesta. Miles de personas habían participado de él y yo siendo tan afortunada de ser la beneficiaria estaba con este mal rollo al no dar la cara.

Sabía que no podía seguir así, tenía que dar la fecha de inicio para la ejecución del proyecto y debía ser cuanto antes. Pero uno de los motivos por el que demoraba era por mi temor en alejarme más de Zulema, sobre todo ahora que me necesitaba. Su caso estaba pendiendo de un hilo. Si no encontrábamos esos jodidos videos, la morena tenía cero oportunidades de salir antes de tiempo de Cruz del Sur.

Justamente hoy se supone que tenía una cita con el abogado, pero el tío no me había confirmado nada. Yo igual pensaba pasar por el bufete, no quería perder más tiempo en ello. Se que era como un grano en el culo en estos momentos, y la verdad es que preferiría serlo a esperar aquí sentada mientras la morena permanecía privada de su libertad, metiendose en quien sabe cuantos líos.

Tomé mis llaves y algunas mínimas cosas más para salir a tomar un taxi. Hoy Gonzalo no trabajaba, ese hombre se lo merecía, siempre estaba allí para lo que necesitemos y mínimamente tenía que darle unos días de descanso por el cumpleaños de su esposa.

Apenas había llegado a mi destino, cuando a un par de metros de distancia divisaba al hombre de sastre color azul oscuro, parado dándome la espalda.
Me percaté rápidamente del maletín marrón que llevaba sosteniendo con ambas manos, estaría llegando o a punto de irse, esperaba que fuera lo primero, porque de aquí no se iría tan pronto sin darme respuestas.

- Abogado, buenas tardes.- me acerqué a saludarlo.- Esperé su llamada, y en vista a que nunca llegó... Pues aquí estoy.

- Macarena.

- No me diga que está ocupado y no podrá atenderme, porque...

- No lo diré. Ven, acompáñame a mi oficina.

- Bien.

- Berta, me avisas cuando llegue.

- Claro, señor.

- ¿Novedades?.- pregunté inmediatamente nos encontrábamos en el interior de la oficina.- ¿Lograron que Valbuena confesara?

- Tranquila, no. No ha confesado nada.

- ¡Pero qué dices, tío! ¿Y me pides tranquilidad?

- Macarena, escucha...

- ¿Pero qué cojones crees que es esto?, ¿un juego? Porque déjame decirte que todo esto es real, una verdadera pesadilla para nosotras, y a ti parece que no te importa ni una mierda.

- Valbuena fue encontrado muerto.

¿Muerto?, ¿Estaba muerto? Me costaba volver a rebobinar el cassette al momento en que descubrimos que Ismael Valbuena tenía los videos y creíamos que salir de todo esto se nos sería más, mucho más difícil. La única persona con esas pruebas fehacientes ya no se encontraba a nuestra disposición, si no que posiblemente bajo varios metros de profundidad. Posiblemente ahora todo estaba perdido.

- Por lo que he podido averiguar, él y su tío estaban implicados en actos ilícitos. Seguramente fue a causa de un ajuste de cuentas. Ya no estaba el tío, pues fueron a por él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 02, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora