Capítulo 35

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NARRA ZULEMA

No podía mantenerle la mirada a la rubia, por lo que caminé directamente hacia el ascensor, seguida por Saray.
Al llegar a nuestras suite recién pude botar todo el aire que tenía comprimido dentro de mí para darme la valentía de caminar como si todo estuviera normal.

- Viste a la rubia en la recepción, ¿verdad?

- Pues obvio, ¿cómo no la voy a ver si estaba casi al frente nuestro?

- Ay, y la Helenita esa que ahora nos la venimos a encontrar nuevamente por estos lares.

- Saray, necesito que averigües si se está hospedando nuevamente en El Oasis.

- ¿Y eso para qué o qué?

- Saray, tengo muy claras las intenciones de Helena. Está buscando algo más, y tras lo ocurrido, temo que ya no encuentre alguna barrera para desestimar lo que sea que tenga en mente. Por lo menos antes no sabía si me molaban la chicas, ahora lo sabe.

- Joer, Zulema. En la que te metes.

- Estoy casi segura que ha conseguido nuevamente hospedaje aquí.

- Pues eso es casi obvio, ¿sí no qué estaría haciendo aquí a estas horas?

- Podría tratarse de alguna reunión de negocios.

- Eso sería si tuvieras tanta suerte mi querida Zule, pero bueno, mañana lo averiguo.

- Mañana no, gitana. Lo quiero para ahora.

- ¿Pero cómo que ahora Zulema?

- Hay atención las veinticuatro horas, cualquier responsable de hospedaje o de las habitaciones te lo podría decir.- me acerqué a nuestro pequeño bar para servirme un poco de whisky.- Hoy veré a la rubia y no quiero que por nada del mundo nos vayamos a encontrar a Helena.

- ¿La veras aquí?

- No exactamente aquí, pero sí nos iremos juntas.- tomé un sorbo.- No quiero arriesgarme a que ella nos vea.

- Vale, bajaré a la recepción.

- ¡Espera!.- la tomé del brazo.- ¿Estás loca o qué? La rubia está en la recepción, ¿quieres que se entere que andamos preguntando por Helena?

- Venga, Zule. No flipes tanto, puedo estar preguntando por cualquier otro tema.

- No lo sé, pero prefiero que lo preguntes en alguna otra parte, no se, a alguno de los encargados del mantenimiento de las habitaciones.

- Vale, vale.- se soltó de mi agarre.- Iré a dar un recorrido por el hotel, de paso que veo si hay alguna novedad.

- Alguna novedad, sí claro.- vacié mi vaso para servirme otro poco de licor.

- ¡Hey! Que cuidadito y se te pasen los vasos, recuerda que luego tienes que verte con la rubia.

- Este es el último.- tomé casi todo el contenido de un solo sorbo.- Lo necesito.

- Bueno, ya regreso.

- Ve.

Una vez vaciado el contenido de mi vaso, dejé este a un costado e ingresé a mi recámara, Saray tenía razón, mejor sería no seguir bebiendo por más que sienta que lo necesitaba para agarrar la valentía de hablar con la rubia.

Las hora pasaron rápidamente, mientras avanzaba algunas presentaciones importantes de la firma y aprovechaba en hacer seguimiento a mi presencia en medios, como siempre, estaba intachable, y así debía de seguir. A veces me daba miedo estar jodiéndola con lo que tenía con Macarena, sentía que en algún momento podía explotar en medios y aquello sería mi final, el final de lo que tanto había luchado por obtener. A pesar de ser la CEO de Zahir firm, era una hecho que mi abuelo podía tomar la decisión de quitarme el puesto e incluso expulsarme de la firma, y no podía permitir eso, había trabajado tanto por lograr llevar mucho más allá de todo lo que había obtenido esta empresa.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora