Capítulo 24

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NARRA MACARENA

Cuando Zulema me dijo que se sentía atraída por mí, dejé de sentir que el suelo me sostenía. Tenía la sensación de ir cayendo a toda velocidad en un abismo tan profundo que pensé nunca iba a terminar. Así era la adrenalina que debía de estar sintiendo mi corazón, que en aquel momento mi pecho no paraba de palpitar.

Lo segundo que sentí fue su calor en mis labios. Zulema me estaba besando y yo no sabía que hacer en ese momento. Durante unos segundos me quedé quieta sin hacer algo, pero las caricias que la pelinegra me daba con aquellos labios, hicieron que los míos reaccionaran por voluntad propia y la acompañaran en aquella guerra por sentir más de la otra. Estaba tan hipnotizada por el sabor de sus labios que no me percaté cuando la morena buscó unirnos más si era posible. Le di la libertad a que su boca invadiera la mía como ella lo quisiera, tan solo si seguía otorgándome este placer del que seguro más adelante me sentiría culpable. Muy a mi pesar, aquello no duró más, cuando la sentí tomar distancia.

- Macarena, tengo algo que proponerte.

- ¿Ah?

Yo aún no terminaba de salir de aquel trance en el que esta mujer me había metido muy profundamente y de un momento a otro me había soltado dejándome flotando en medio de la nada.

- Hey, rubia. ¿Me escuchas?.- me tomó del rostro.- Joder que estás ardiendo.

- ¿Qué?

La vergüenza pudo más y fue la única que me devolvió los pies a la tierra. Me toqué la mejilla con ambas manos y efectivamente estaba ardiendo... de vergüenza.

- Yo.- hablé a duras penas.- Lo siento.

Aún trataba de recuperar el aire que había perdido en aquel acto que recién empezaba a llegarme como realidad. Nos habíamos besado y había sido de ensueño.

- No te preocupes, gringa.- se alejó.- Te serviré un vaso de agua.

- Gracias.

- Ten, toma.- juraría que la mujer se quería reír de mí en estos momentos.- ¿mejor?

- Zulema... No se, no entiendo...

- Shh.- extendió su dedo índice a mis labios, haciéndome silenciar.- Lo se, es confuso.- volvió a tomar distancia.- Si te soy sincera, me siento igual. Es por eso que lo hice. Te he visto comportarte de manera rara cuando estás cerca mío.

- ¿Y sólo por eso piensas que me siento atraída a ti?- carraspeé para poder controlar nuevamente mi voz.- Eso no quiero decir nada.

- Ya. ¿Y el beso?

La vi apoyarse en su escritorio, con los brazos cruzados. Se formó un silencio de un par de minutos. Ninguna hablaba algo al respecto, hasta que la morena lo volvió a hacer.

- Macarena, lo que quiero proponerte es intentar algo.- iba a hablar en aquel momento, pero su mirada me detuvo.- Escúchame. Me siento muy confundida ante todo esto, pero he tomado la decisión de hacer algo al respecto antes de volverme loca.- se separó del mueble.- Tengo días en los que no puedo dormir, a veces me vienen tus ojos de la nada a mis pensamientos, siento una curiosidad tremenda por ti como no la he tenido por nadie... En fin, no se qué más decirte. Me siento una estúpida con todo esto y déjame decirte que no me gusta.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora