Capítulo 75

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NARRA ZULEMA

Ya llevábamos poco más de un mes con esta nueva rutina de vida, la rubia quedándose a dormir en mi casa los fines de semana y de lunes a viernes yo en la suya. No habíamos vuelto a tener intimidad, pero sí me daba fe que su tratamiento con la psicóloga estaba dando sus resultados, ahora ya no se tensaba al recibir abrazados o estar cerca de otras personas. Estaba demasiado feliz con ello, pero era consiente que aún faltaba más, esto apenas era el comienzo.
Respecto al paradero del desgraciado de Sandoval, hace unos días Castillo me había comentado que se tenían unas pistas de su posible paradero, pero no quiso darme más detalles temiendo a cómo pueda ser mi accionar. Estaba en lo correcto, porque por supuesto que no me quedaría de brazos cruzados, confiaba en el buen trabajo de Damián, pero yo también tenía que hacer justicia por mis propias manos y eso nada ni nadie mi lo impediría.

- Zulema, ¿interrumpo?

- Ya estás adentro, gitana. Habla.

- Pues, solo para avisarte que dentro de dos semanas vienen los representantes de Fermol, los nuevos clientes esos que negociaron con Helena.

- Sí, los recuerdo. A todo esto, con toda la sobrecarga laboral y demás temas, aún no hemos tenido tiempo para que me comentes sobre el documento de este negocio.

- Ah, de eso no te preocupes, si no ya te hubiera avisado de inmediato. Solo eran las cláusulas del contrato, pero todo está en perfecto estado.

- Que bueno, oye y ¿sabes cuando regresa Helena? Ya es un mes desde su viaje a Portugal y nada que sabemos de ella.

- No se si es buena o mala noticia, pero mañana ya estará de regreso. Su secretaria me lo acaba de confirmar.

- Ni buena ni mala, pero aprovecha en agendarle de una vez una reunión para mañana mismo. Necesito conversar con ella.

- Puede que no acepte, mira que recién pisará tierra española y ya tiene reunión.

- Ese no es mi problema. Tenemos que saber cómo va la asociación.

- ¿Tía, acaso piensas separarte de Martín y Asociados?

- La verdad es que no lo he pensado, pero tampoco es una mala idea.

- Zule, que va. Recuerda las mismas cláusulas que pusiste para quien abandone la sociedad.

- Ya te dije que no lo había pensado, pero tal vez sí para un futuro.

- Zule, a todo esto. ¿Cuándo hablarás con el equipo de Relaciones Públicas e Imagen para dar el anuncio de tu relación con la rubia?

- Ese es un tema que también se me ha estado pasando, estoy harta de tener que aparentar cada que salgo con Macarena. Aunque son muy pocas las veces que lo hacemos, es incómodo no poder abrazarla ni besarla.

- Lo imagino, también lo debe ser para ella. Le prometiste que esta vez las cosas serían distintas.

- Sí, lo sé. Ni me lo recuerdes.- esa situación me frustraba, tenía que actuar rápidamente.- Saray, agenda una reunión con ellos para pasado mañana.

- Vale, ¿quieres que esté presente?

- Gitana, pero eso no necesitas ni preguntarlo. Obvio que te necesito en ese momento, le diré a parte fundamental de mi equipo que estoy en una relación con una tía.

- Bien, ¿por la mañana?

- No lo sé, a la hora que se les acomode mejor. Felizmente tengo la agenda algo libre, ese día no tengo clases.

- Las dichosas clacesitas magistrales jaja. Joer, Zule.

- ¿De qué te ríes?

- Es que por más que intento no puedo mantenerme seria de tan solo imaginarte como profesora en una aula. Y menos donde está la rubia.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora