NARRA MACARENALa excusa tendría que ser muy creíble, sino estas mujeres podrían arrinconarme hasta lograr que les cuente la verdad o incluso seguirme a escondidas, las conocía muy bien. Se suponía que el taxi estaba por llegar, así es que pensé en la excusa más convincente que tenía.
- Eh, chicas. Yo no podré ir.
- ¿Cómo?
- Me había olvidado del ensayo con el equipo de baile.
- ¡Joder! Te dije Macarena que más te valía no dejarnos tiradas por ellos.
- Calla Rizos.- le dijo Yolanda.- Vale, si no puedes, no hay problema, pero nos la debes. Ya van varias.
Sonreí ante la aceptación de mis amigas. Yolanda era un amor, nunca ponía peros o hacía algún problema, bueno, muy poco a diferencia de la morena de rulos.
- Gracias chicas.
Me alejé corriendo, temía que Zulema ya se haya ido al no obtener una pronta respuesta. Mejor decidí parar un momento y poder enviarle mi respuesta
"Si me das un par de minutos, tal vez llegue".
Tampoco se la podía poner tan fácil después de haberme dejado de lado por la tal Helena. Que ella también me espere y peor aún, con la intriga de si llegaré o no. A este juego podemos jugar de a dos.
Guardé nuevamente el celular y volteé disimuladamente para ver si mis amigas seguían donde las dejé. Ambas estaban subiendo al taxi y se iban en rumbo contrario. Con una preocupación menos, continué mi recorrido de regreso a la universidad, esta vez caminando, tampoco quería que Zulema me vea llegar agitada. Pensaría que soy una niña tonta que está detrás de ella cuando se le de la gana. A paso ágil, pero no tan rápido, llegué nuevamente al interior de la universidad. Busqué a lo lejos algún rastro de quien se suponía debía estar esperando por mi, pero no la veía por ninguna parte.- ¿Buscas a alguien?
- ¡Fabio!.- me llevé la mano al pecho, casi me mata del susto verlo aquí.- ¿Qué haces acá?
- Bueno, es un estacionamiento. Supongo que aquí es donde legalmente puedo dejar mi camioneta.
- Ah, sí.- suspiré levemente.- Qué tonta, disculpa.
- Luces algo preocupada, Maca. ¿Todo bien?
- Sí, todo bien.
- ¿Macarena?
¡Y aquí está!, perfecto, a la hora que se aparece. Ahora no sabía qué hacer entre Fabio y Zulema que estaban cada uno a mi lado.
- Buenas tardes, señorita Zahir.
Zulema solo lo miró un segundo y regresó su atención en mi. Le hice un gesto con la mirada para que le devolviera el saludo a amigo. Él había sido cordial con ella y esta mujer como siempre, era vencida por la arrogancia.
- Buenas tardes.- lo saludó sin mirarlo directamente.- Señorita Ferreiro, ¿lista para irnos a la reunión?
- Ah, sí. Pensé que usted aún seguía en sus asuntos.
- Llega usted a tiempo. Estoy libre.
- Bueno, Maca. Te dejo.- sentí un cálido beso en la mejilla.- Recuerda que quedo a la espera de mi premio, ¡eh! Ya me la cobraré.
No hubo tiempo de responder cuando sentí un fuerte agarre en mi brazo. Zulema me giró quedando al frente suyo y si por mi fuera, en ese momento prefería que Fabio no se haya ido dejándome con esta loca. Su expresión era indescifrable. Simplemente era de terror.
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Bajo hipnosis (Zurena AU)
FanfictionAmbas se sienten dominadas por la otra, tan solo un cruce de miradas es suficiente para que Macarena haga lo que Zulema le pida y para que Zulema pierda toda esa autoridad que dice tener, mostrándose así lo más trasparente y sin filtros ante la rubi...