Capítulo 66

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NARRA ZULEMA

Manejaba a más de mil por hora, podía notar algo de miedo en la expresión de Saray. Yo misma lo tenía de mis propios actos, pero así era yo, una loca impulsiva que muchas veces la jodía por dejarse llevar por los arrebatos, aunque lo de ahora no era un arrebato, era una cuestión de honor y justicia... Venganza. Hacerle saber al desagraviado de Carlos Sandoval que Macarena no está sola.

- Ya te veía muy calmada para ser tú, Mora. Pero ojo que te acompaño porque necesitas a alguien que también te de respaldo por si las cosas se ponen más complicadas, además que obviamente es un hecho que lo amerita, si no...

- ¡YA, GITANA!.- frené fuertemente el auto.- ¡YA, ESTÁ! No quiero seguir escuchando más de tu parloteo.

- Zulema...

No la seguí escuchando porque inmediatamente salí del auto y me adentré al lugar. Sin necesidad ni tomarme la molestia de preguntar a alguien por el paradero de ese desgraciado, apresuré mi paso hasta quedar al frente de la puerta de su oficina.

- ¡Joer, Zule!

Llegó la gitana intentándoselos seguirme los pasos.
Era ahora o nunca. Le di una fuerte patada a la puerta, terminando por abrirla y mostrarme cara a cara frente al maldito abusador de Macarena.

- Pero miren a quien tenemos aquí.- me habló de lo más normal desde su asiento.- la gran Zulema Zahir nuevamente por mis negocios. Mmm pensé que no querías hospedarte más en El Oasis, ¿o es que acaso hay un motivo especial que te trae por este humilde lugar?

Le di una mirada a Saray, la que interpretó correctamente y se ubicó en la entrada, juntando un poco la puerta.

- Eres un hijo de puta, ¿lo sabías?.- me fui acercando a paso lento.- Pero eso ni preguntártelo, sí ya lo debes saber de sobra con la vida infeliz que llevas. Es por eso que nadie te quiere Carlos, nadie más que tu pobre familia quien tiene que aguantar tenerte cerca.

- ¿A sí?, no me digas, Zulema. ¿Y a ti quien te quiere?, o espera. La pregunta sería a quien quieres, pero no te quiere o no puedes tener.

- Conmigo deja de lado tus estúpidos jueguitos de acertijo y dímelo de frente.

- Macarena Ferreiro. Se a lo que has venido.

No había descubierto cuánta furia llevaba suprimida en mi interior hasta el momento que lo tomé por el cuello de su camisa, haciéndolo pararse de su sitio y sin esperar alguna respuesta suya le di un fuerte puñetazo en la boca del estómago, seguido de una patada en su zona íntima.

- Ay... Zulema jaja.- intentó hablar a pesar que se veía que aquello le costaba, tras los golpes recibidos.

- ¡Habla maldita escoria!, ¿qué tenía que ver Macarena?

Volví a golpearlo una tras otra vez y otra, tras otra. Quería matarlo inmediatamente, pero debía dejarlo hablar, quería saber el motivo por el que le había hecho aquello a mi rubia.

- Zulema.- me habló la Saray en advertencia.- Cálmate, por favor.

Fingí no haberla oído y continué en lo mío con el miserable que estaba a mi al frente tirado en el suelo. Me agaché a su altura y jalándolo por la camisa, finalmente le pregunté.

- ¿Por qué lo has hecho?

-¿En serio lo preguntas?

- ¡DIME!.- le grité.

- Lo has ganado todo.- tosió un poco de sangre.- Siempre me has ganado en los negocios, en las inversiones, hasta diría que en las mujeres, muchas de ellas terminaban impactándose por la "maravillosa" Zulema Zahir.- tomó un poco de aire.- Pero ahora no. Te he ganado a la única mujer que has querido en tu vida, a Macarena.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora