NARRA ZULEMAPor más que intentaba pegar los ojos y dormir de una vez por todas, me era imposible. La rubia no salía de mis pensamientos, creo que incluso estaba delirando, ya que aún con los ojos abiertos, podía verla bailando como anoche en la presentación.
Macarena me seguía sorprendiendo, quién iba a pensar que la muchacha tranquila y atemorizada que me atendió cuando llegué al Oasis iba a ser aquella que estaba conociendo en estos meses.Había optado por prender el televisor y buscar distraerme en algo que estuvieran pasando. No se cuanto tiempo estuve así, que llegado el momento, empecé a cerrar los ojos y caer rendida ante el cansancio.
Las horas se me habían hecho cortas, para cuando empecé a despertar a causa del sonido de la puerta, sentía que apenas habían pasado un par de horas desde que me quedé dormida. Ya era de día y seguro que la amanecida me haría pagar factura.- ¡Zulema, ábreme!.- gritaba la gitana.- ¡Joder que no se si te ha pasado algo! Llamaré a la recepción.
- ¡No!.- tiré a un costado la sábana.- Saray, estoy bien. Ya te abro.
- Puta reina Mora de mierda.- me empujó ni bien la puerta fue abierta.- ¿Y a ti qué cojones te ha pasado que no me contestabas?, ¿acaso recién te levantas?
- A ver, Saray, cálmate.- me sobaba fuertemente los ojos para ver si así lograba despertarme por completo.- Como verás, aquí no ha pasado nada.
- Pues sí, ya lo veo. Pero entonces ¿por qué cojones sigues en pijama y aún no estás en tus cinco sentidos para irnos a la oficina?
- ¿Acaso no puedo llegar un poco más tarde que de costumbre?.- me acerqué a la mesita de al costado para servirme un vaso de agua.- Venga, ve yendo tú que ya te sigo luego de alistarme.
- No has logrado pegar los ojos en todo la noche, ¿no es así?.
Pasé fuertemente el agua, haciendo sonar el líquido en mi garganta.
- Me conoces. Me ha sido difícil, apenas llevo un par de horas durmiendo.
- Joder, seguro es por la rubia.- no era necesario responder a lo que ella ya había confirmado.- Zule, sí así de mal van las cosas, creo que mejor deberías dejarlo, por el bien de las dos.
- No, Saray.- me apoyé con ambos brazos en la cama.- No puedo.
- Hostias, ¿acaso te has enamorado?
- ¡NO!
- Zulema, que te conozco.
- No, Saray.- la miré.- Pero creo que estoy en camino a ello y debo impedirlo.
- Me cago en la gran puta.
Un silencio ensordecedor se dio en ese momento. No quería que lo último de la conversación fueran mis palabras y aquella reacción de mi amiga, esperaba que me dijera algo como que me equivocaba, no podía estar enamorándome de Macarena, pero sabía muy bien que estaba pasando y más que algo bueno, ello sería un gran problema.
- Zule, bueno, veras que enamorarse no tiene nada de malo.
- Saray.- me giré en su dirección.- Mírame bien y respóndeme, ¿tú te has enamorado alguna vez?
- Eh...
- ¡DIME!.- grité.- ¿lo has hecho?
- Pues, no. No he tenido la oportunidad.
- Ahí lo tienes.- le sonreí sarcásticamente.- A pesar de ser algo distintas, las personas como tú y yo no nos enamoramos, no tenemos tiempo para ello.
- A ver, Zulema.- me habló con seriedad.- Que no me haya enamorado hasta ahora no quiere decir que no esté dispuesta a aceptarlo en cuanto suceda.
ESTÁS LEYENDO
Bajo hipnosis (Zurena AU)
FanfictionAmbas se sienten dominadas por la otra, tan solo un cruce de miradas es suficiente para que Macarena haga lo que Zulema le pida y para que Zulema pierda toda esa autoridad que dice tener, mostrándose así lo más trasparente y sin filtros ante la rubi...