NARRA MACARENAZulema por fin me lo había dicho, de una manera peculiar, pero lo había dicho. Quería que seamos pareja de manera oficial y yo no podía estar más feliz e ilusionada por ello que hasta si pudiera, me levantaría y abrazaría con todas mis fuerzas a mi morena hermosa. Sin embargo, sabía que aún habían algunas cosas por conversar, básicamente por el hecho de que Zulema tiene una imagen por cuidar. Además el destino se había encargado de hacer llegar a Román en el momento preciso como para hacernos saber que teníamos aún la conversación al pendiente.
La cena transcurrió de la mejor manera, divirtiéndonos por los comentarios del pequeño Román sobre todo lo que veía a su alrededor y cómo describía, a su parecer, se comportaban las personas con dinero, valga aclarar que resaltó el hecho de que Zulema era la única excepción. Amaba esa especie de conexión especial que había entre ellos, muchas veces hasta me sentía ajena o externa a todo ello, pero nunca lo tomaba a mal. Román era un niño que nunca había tenido todo lo que ahora tiene y puedo dar fe que Zulema tampoco, creo que esto era también nuevo para ella.
Hoy la morena nos había invitado a quedarnos a dormir en su casa, así es que estaba en camino junto a Román. Imagino que el principal motivo de esta invitación era poder continuar lo de ayer, y por supuesto que le diría mi "Sí". Por fin Zulema y yo podríamos ser pareja oficialmente.
- Hola, Altagracia.
- Señorita, pase.
- Altagracia, puedes llamarme por mi nombre, Macarena. No es necesario el formalismo.
- Bueno, Macarena.
- ¡Pero miren a quienes tenemos por aquí!.- vi a Saray bajando de las escalera.- Choch... Lo siento, Macarena y Román.
- Hola.- saludó el menor.
- Hola, Saray.
- Altagracia, ve y avísale a mi amiga que si no lo haces pronto no te lo perdonará.
- Con permiso.- se despidió la mexicana.
- ¿Cenarás con nosotros?
- No, que va....
- Lo suyo no son las cenas familiares o reuniones tranquilas, la gitana es mujer de la noche.- vi aparecer a Zulema.- Hola, rubia, Román.
- ¡Zulema!.- el niño avanzó corriendo al encuentro de la morena.
- ¡Pero qué le has hecho a este pobre niño para que sea el único que se alegre tanto al verte, Mora!
- Calla, Saray, ¿no estabas de salida?
- Sí, así es. Me retiro, hasta mañana.
- ¿Hasta mañana?.- pregunté a Zulema, cuando Saray ya se había retirado.
- Sí, cuando ella sale de noche no regresa hasta el día siguiente.
- ¡Vaya!
- Rubia, quiero mostrarles algo.
- ¿A nosotros?.- no había día en que esta mujer no me sorprendiera.- ¿Qué cosa?
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Bajo hipnosis (Zurena AU)
FanfictionAmbas se sienten dominadas por la otra, tan solo un cruce de miradas es suficiente para que Macarena haga lo que Zulema le pida y para que Zulema pierda toda esa autoridad que dice tener, mostrándose así lo más trasparente y sin filtros ante la rubi...