Capítulo 3

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NARRA ZULEMA

- Creo que le ofreceré disculpas a la rubia.

- ¿Cómo?, ¿Zulema Zahir ofreciendo disculpas a una simple recepcionista de hotel? Ja,ja,ja ¡Ni yo me lo creo!

- ¡Venga, gitana! Que tú misma me has dicho el error que he cometido.

- Sí, pero de allá a que bajes y le ofrezcas disculpas. No me lo imaginaba.

- Bueno, vámonos ya que me comprometí a llegar temprano a esa presentación.

- Pues ya está, vamos.

- Eso de tender la cama se te da muy bien, eh Saray.- me burlé de mi amiga.

Una de las cosas por la que le había pedido todas las tarjetas de acceso a la rubia era porque no estaba acostumbrada a que desconocidos entren o rodeen mi espacio personal. A pesar que este no sea mi propio cuarto, no quería que alguien más esté tocando mis cosas, por lo que con el tiempo Saray y yo aprendimos a ser autosuficientes con estas cosas de la limpieza y aseo en general.

- ¡Uy! Pero este Sandoval sí que tiene buen olfato para sus empleadas, eh.

- ¿Por qué lo dices?- le pregunté mientras veía rápidamente los mensajes que tenía en el buzón de mi mail.

- Mira a esa chica de la recepción. No me vas a decir que no es linda.

- Ya me conozco a la rubia.- continúe revisando la bandeja en mi celular.

- No, mira, esta es otra.- despegué la mirada del equipo entre mis manos. Era otra chica, la rubia ya no estaba.- Aunque para mi la rubía sigue en el número uno de mi top.

- ¡Ay, ya cállate Saray!- le dije algo molesta.- Apresura el paso que llego tarde.

- Ah, eso te pasa por pegarte de la sábanas.

- Sí a alguien no se le hubiese ocurrido estar bebiendo whisky en la madrugada.

Ambas pasamos por la recepción, donde la nueva recepcionista nos saludó con una sonrisa amigable. Aún así, ni siquiera le dirigí la mirada. Sinceramente esperaba encontrar a la rubia y poder disculparme con ella. Me había pasado de borde con mi actitud.

Como de costumbre, durante el trayecto me puse a leer los diarios del día. Algunos de ellos me tenían como portada por el nuevo reconocimiento que me brindaron hace poco y en otros aunque no era portada, aparecía en las páginas pares.

- Me gusta como sales en esta, Zule.- Saray me pasó un revista de negocios en donde aparecía una de mis últimas sesiones de fotos como la portada de esta.- Quien diría, toda una modelo.

- Señorita, llegamos.- me avisó el chofer.

- Gracias.- le respondí.- Saray, me vas notificando cómo va el día en la oficina, por favor.

- Sí, claro Zule. Éxitos.

- Eso espero, que sinceramente no se ni cómo he aceptado esta propuesta.

- Pues venga que ya lo hiciste, así que ve. Nos vemos más tarde.

- Estamos en contacto.

Ni bien bajé del carro, ya me estaban recibiendo dos hombres parte de la seguridad. Y es que así siempre me reciben, todos saben quien soy y cómo deben recibirme, no como la rubia tonta.

- Buenos días, señorita Zahir. Por favor, la acompañamos.- dijo uno de ellos. A lo que sólo respondí dedicándole una mirada para avanzar hacia la oficina donde tenía que llegar.

Mientras que me dirigía a la reunión, sentía la mirada del otro seguridad. Me incomodaba mucho que mantenga su mirada en mi, estoy acostumbrada a ello, pero ya sabía a lo que venía este tipo.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora