Capítulo 114

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NARRA ZULEMA

Siempre vivirás bajo mi sombra, Zuleima. Resígnate.

Joder, aquellas palabras no paraban de retumbarme en la cabeza desde el día de ayer. Más temor me daba que se cumpliera esta predicción a que pudiera quedarme encerrada toda una jodida vida aquí, entre estas cuatro pareces y barrotes.

- ¡AHHH!

Grité intentando mover de un lado a otro las rejas que me mantenían prisionera en una celda de mierda donde compartía espacio con una gorda que se follaba a quien sabe Dios.

- A ver tú, ya vete.- ahí estaba la susodicha.

Una joven de cabello color rubio salió casi corriendo mientras rompía en llanto por todo el pasadizo hasta llegar a su celda que se encontraba justamente al frente de la mía. Desde mi lugar, pude conectar por apenas un segundo la mirada con la muchacha. Su rostro lucía demasiado demacrado y se veían algunos rasgos de moretones que debían ser recientes.

La tía había bajado rápidamente la mirada mostrando cierta vergüenza al parecer porque la viera en aquel estado, pero así sólo haya sido un segundo, en sus ojos pude ver toda esa pena y miseria que reflejaba el vivir en un lugar como este.

- ¡Hey, tú! Zulema Zahir, ¿Qué?, ¿no me escuchas?

Mi compañera de celda me estaba hablando, pero no se me apetecía por nada en el mundo dirigirle la palabra. Era una persona despreciable, me daba asco de tan solo imaginar todo lo que hacía aquí y lo que pudo haber hecho para llegar a este lugar.

- ¡Vaya! Así es que te sigues creyendo la gran cosa, Zahir. Pues tú ya no eres nadie, aquí no eres nadie, y más te vale ir aprendiendo a comportarte, eh. Que si no vienes con algo de pasta, pues te la vas a pasar muy mal. ¡Mírame!.- me gritó lo último.

- Hostias, ¿Qué mierda quieres?.- disidí voltear a encararla.- ¡Habla! Dime de una puta vez.

- ¡Olé! Pero hasta que habla la reina Mora.

- Joder, ya cállate.

- ¿Acaso no me recuerdas?

- ¿Y a ti de dónde coño voy a recordarte?

- Claaaro.- Se levantó de su cama y se quedó parada colocando ambas manos en la pretina de su pantalón amarillo.- ¿Qué te vas a acordar de mí? Si solo ibas para follarte a la Maca.

- ¿De qué cojones estás hablando?

Me acerqué a ella y con todas mis fuerzas la empujé contra el camarote.

- ¡Habla!

- Yo era compañera de Macarena Ferreiro en El Oasis.- liberé mi presión de la mujer robusta, pues me sorprendía la información que daba.- Mucho gusto.- me extendió la mano.- Soy la Goya.

- No he venido a hacer amigos.

- Lo sé, cómo todas, has venido a pagar tu condena. ¿Y se puede saber cuál es?

- ¿Y para qué coño deseas saberlo?

- Vale, no me lo cuentes, de igual manera lo adivinaré.- Se me acercó a susurrarme al oído.- Aquí todo se sabe, Zulema Zahir. Saludos a la rubita.

La gorda pasó por mi costado, dejándome sola en la celda. Ella era hasta el momento la única compañera que conocía, pero debía de tener otras dos, solo que en lo que llevaba de mi estadía en este lugar, aún no las había conocido. Me preguntaba por qué no habrían pasado la noche aquí.

- Vaya, vaya.

- Joder, ¿y ahora qué?.- miré a quien acababa de llegar.- ¿Acaso toda la maldita cárcel pasará a hacerme una visita?, ¿no tienen nada más qué hacer?

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora