Capítulo 18

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NARRA MACARENA

Este mes me tocaba en el área de hospedaje, o sea tendría que apoyar a alguno de los jefes de administración en la supervisión de las habitaciones y el nivel de satisfacción o necesidades de los clientes en El Oasis. A mi parecer era el área más crítica, ya que era el principal servicio del hotel y según la calificación final del cliente este podría seguir funcionando. A si es que sí o sí teníamos que estar atentos a todo lo que suceda.

- Buenas tardes.- saludó Sandoval.- que bueno verlos a todos muy bien vestidos y puntuales para empezar su trabajo. Me alegra.- tomó asiento.- tenemos unos breves cambios en la conformación de equipos. Cepo, trabajarás con Macarena en el turno de la tarde-noche, Soledad, pasarás a liderar el turno mañana-tarde y por fechas apoyarás en la noche.

Cepo era un excelente compañero, le había tomado aprecio en el poco tiempo que llevaba aquí, pero Sole era como una madre. Trabajar juntas me reconfortaba mucho, ya que siempre estaba ahí para lo que necesite y darme su apoyo en todo.

- Disculpe señor, ¿a qué se debe este cambio?

- Macarena creo que no estoy en la obligación de responder a tu pregunta. Parece que no quieres trabajar con Cepo, ¿hay algún problema?.

Vi la pobre carita del muchacho todo asustado, no quería que pensara mal sobre mi pregunta. Así es que ya no consulté más.

- Ningún problema, señor.

- Perfecto, entonces retírense a sus posiciones, por favor. Ferreiro, tú no.

Di media vuelta para regresar mi posición al frente de mi jefe, esperaba que no sea alguna reprimenda por mi inquietud de hace un momento.

- Cepo, retírate. Ferreiro te dará el alcance en cuanto termine conmigo.

- Sí, sí señor. Te estaré esperando Maca.

- Nos vemos, Cepo.- era muy tierno, ha de estar nervioso por dejarlo solo en el turno.- Bueno, señor. Usted dirá.

- ¿Cómo estás? Toma asiento, por favor.

No quería más problemas, hoy había decidido evitar darle la contraria a mi jefe, a ver si así me funcionaba mejor. Moví la silla de su lugar y me senté donde me había indicado.

- Bien, gracias.- respondí.

- Que bueno.- apoyó ambos brazos en el escritorio.- Macarena, en el último mes hemos tenido... mmm voy a llamarlo inconvenientes, que sinceramente me han sorprendido. ¿Tienes algún tipo de problema personal, familiar?

- No señor, me imagino que puede haber sido la tensión de los trabajos en la universidad. Hay días en que el tiempo me calza exacto para llegar al trabajo.

- Sí, lo entiendo. Aquellas épocas universitarias, a mí me pasaba igual, eh. Mi padre me regañaba por llegar tarde a nuestro negocio familiar, a pesar que sabía que venía de clases. En fin, me alegro saber que no tienes algún otro problema.

- No señor, es sólo eso.

Lo vi levantarse de su asiento para acercarse a un estante de libros. Mientras parecía que estaba leyendo mentalmente algunos títulos, continuaba su conversación.

- Los jóvenes a tu edad padecen de demasiado estrés acumulado y eso tiene sus pro y contras.- lo vi detenerse en un libro, el cual lo separó del grupo donde estaba.- Lo que tienes que hacer es tratar de relajarte y no presionarte demasiado. Se que no vives con tus padres y al parecer no recibes algún apoyo por parte suya. Me imagino es ahí donde radica uno de tus estrés, la necesidad de subvención económica.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora