NARRA ZULEMASi me dieran para elegir entre dormir en el lugar más lujoso del mundo o el pequeño sofá de la rubia, elegiría mil veces este último. Todo malestar que pudiera tener en el cuerpo, bien valía la pena por el momento compartido ayer con Macarena. Esa respuesta abierta que me había dado me generaba grandes ilusiones de que lo nuestro se pueda solucionar. No quería un simple polvo y ya, con ella quería más, mucho más, fue por ello que anoche no intenté llevar la situación más lejos. Contradictoriamente estaba contenta con lo poco, pero a la vez mucho que había conseguido.
Ver a mi rubia, sí ahora con mucha más fe de que sea así... Mía, ayudando a ese pequeño niño y cuidándolo de aquella manera tan detallista, era maravilloso. Me encantaba ver ese lado caritativo de Macarena, me motivaba a también querer ayudar a ese muchacho y a muchas personas más, una idea totalmente jalada de los pelos para la común Zulema Zahir. A pesar que en la Firma ayudamos a muchas comunidades necesitadas, yo, personalmente, no hacía algo con relación a ello. Creo que esta era la primera vez y todo por ella. En definitiva, la rubia era quien me impulsaba a ser mejor persona.
- Señorita Zahir.- habló mi secretaria tras la puerta.- ¿Puedo pasar?
- Adelante.
- Afuera la está buscando...
- Con permiso.- interrumpió Helena, adentrándose en mi oficina sin ningún permiso.- Zulema, necesitamos hablar.
- Déjanos solas, por favor.- solicité a la secretaría.- No es la forma en la que me has importunado, Helena. ¿Desde cuándo a acá te he dado la libertad para que interrumpas en mi oficina y sobre todo en mi casa?
- Zulema, ya estoy harta de que me trates así. Me siento como una puta extraña tuya a la que ni siquiera te molestas en saludar.
- Nunca he sido descortés contigo, que yo lo recuerde.- respondí resistente.- Tenemos negocios juntas, por ello es que te trato con todo el profesionalismo del mundo.
- Profesionalismo, ya.-se burló.- ¿profesionalismo con el que follamos sabiendo que tendríamos negocios juntas?
- Helena.- me levanté de mi sitio.- Te dejé bien claro que no volveríamos a tratar del tema por el bien de nuestra asociación.
- Ya, pero no me esperaba que me esquives como lo vienes haciendo desde entonces.- se balanceó hacia delante de mi escritorio.- Follamos y ya, ¿ahí queda todo entre nosotras, más allá de lo profesional?
- No puedo ofrecerte nada más de lo profesional, Helena.
- ¿Existe otra persona?
- ¡Joder!.- golpeé el escritorio.- ¿Y a ti qué te importa?
- La verdad es que muy poco.- sonrió.- Porque se que la vas a dejar tirada como lo has hecho conmigo, y eso.- hizo un movimiento despectivo.- Tal vez ni sea de tu círculo social y en la vida vuelvas a ver a la pobre. Me compadezco de ella.
- No es así.
- ¿A que no es así?, Zulema, cariño, no nos engañemos.- bordeó el escritorio hasta llegar a mi costado.- Nadie es lo suficiente para ti, según tus estándares.
- No me pondré a discutir de mis temas personales contigo, Helena.- tomé mi distancia caminando hacia la puerta.- Te ruego que te retires de mi oficina, si no tienes un tema importante del qué hablar.
- Eh, creo que llego en mal momento.- apareció la gitana.
- Para nada, Saray.- respondí sin despegar la mirada de Helena.- Ya estaba por buscarte, Helena está de salida.
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Bajo hipnosis (Zurena AU)
FanfictionAmbas se sienten dominadas por la otra, tan solo un cruce de miradas es suficiente para que Macarena haga lo que Zulema le pida y para que Zulema pierda toda esa autoridad que dice tener, mostrándose así lo más trasparente y sin filtros ante la rubi...