Capítulo 36

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ZULEMA NARRA

Sigo sin creer que la increíble noche que pasé con la rubia haya sido real. Nunca antes me la había pasado tan a gusto con alguien que no fuera Saray, por supuesto. Macarena y yo estuvimos bebiendo como si no hubiera fin. Nos reíamos, bromeábamos, nos besábamos. No pasó nada más, ni lo necesitaba, sorpresivamente tan solo con todo aquello me sentía muy bien. Había sido una noche casi indescriptible, por un par de horas habíamos sido dos simples personas que disfrutaron de la agradable compañía de la una a la otra, aquello me causaba temor. Cada vez que veía reír a la rubia, sentía un fuerte golpe en mi pecho que contagiaba a todo mi sistema una sensación de plenitud. Me costaba creer que el tan solo verla así genere eso en mí, mi felicidad estaba dependiendo de ella, de si la veía feliz o no, y sobre todo si era conmigo.

No daba crédito a que la rubia me haya podido perdonar lo sucedido con Helena, no sé si yo lo hubiera hecho, de estar en su posición, lo dudo. Pero estaba mucho mejor, ahora que me había quitado este enorme peso de encima.

Sentí que el teléfono vibraba en mi pantalón, debía ser alguno de los socios con respecto a la junta extraordinaria que había convocado para dentro de un par de horas.

- ¿Hola?

- Zulema, ¿cómo estás?

- Helena.- joder, se me había pasado mirar de donde provenía la llamada.- Bien, gracias. ¿A qué se debe tu llamada?

- ¿Llamo en un mal momento?

- No exactamente.- me acomodé en mi escritorio.- Pero te escucho.

- Bien, excelentes noticias Zulema Zahir. Los socios de Martín y Asociados han aceptado participar de tu proyecto.

- ¿De verdad?

- Sí, hablamos de negocios Zulema, no puedo estar bromeando.

- Me parece perfecto.- mi entonación se tornó aún más serio.- Ahora solo queda que el comité directivo de la firma termine de evaluar a las empresas candidatas.

- ¿Cómo es eso? Pensé que de aceptar mis socios, nuestra alianza sería un hecho. Esto les dije.

- No, Helena. En ningún momento te dijo eso, aún así, lo más seguro es que tu empresa sea la ganadora. No creo que tengas que preocuparte tanto.

- Eso me tranquiliza más.

- He convocado una junta extraordinaria para dentro de poco. Ya te avisaré la decisión tomada.

- Me parece perfecto. Oye, ¿más tarde nos vemos en el hotel, de paso que me cuentas personalmente la decisión?

- Estaré todo el día ocupada.- mantuve mi tono de voz serio, no quería que mal interpretara las cosas. Al parecer no había entendido mi reacción tras lo ocurrido.- Lo lamento, llegaré muy tarde al hotel, tan solo para descansar.

- Mmm bueno, pues puedo acompañarte en ello.

- Escucha, Helena.- empecé a masajearme la cien, tratando de pensar claramente en la mejor forma de esclarecerle las cosas.- Por el bien de nuestro futuro negocio, preferiría que olvidemos lo ocurrió. Yo, por mi parte, lo estoy haciendo y espero que tú hagas lo mismo.

- Zulema.- no hay duda que mis palabras la habían tomado por sorpresa.- Si te soy sincera, será casi imposible, pero ya veremos. No te preocupes que por mi parte, no afectará en nada a nuestros posibles negocios. Tengo que dejarte, nos estamos viendo por ahí, un beso.

¡Hostias! Al parecer a esta mujer le había entrado por un oído y con las mismas le había salido por el otro todo lo que le había dicho.
Di un fuerte golpe a mi escritorio, lo que menos quería eraenredar negocios con relaciones personales, o en este caso placer. Me cago en la gran puta. Helena no podía joderme de la mejor manera.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora