Capítulo 39

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NARRA ZULEMA

La rubia tenía razón en sus palabras, habían sido varios días en los que ni nos habíamos detenido a conversar por más de cinco minutos. A pesar que diariamente recibía sus mensajes con algún saludo o preguntando cómo estaba, muy pocas veces respondía a estos, y ahora ello era más frecuente.
Casi ya ni busca a Macarena, por más que fuera en contra de mis propios deseos, buscaba concentrarme completamente en mis negocios.
Paraba día y noche con Helena, ello no significaba que tuviéramos algo o que yo le siguiera sus intenciones, pero sí nos habíamos vuelto casi inseparables. Teníamos muchos temas por revisar sobre el nuevo servicio que estaríamos próximos a empezar a ofrecer en Zahir  Firm, nada podía fallar. A pesar de contar con el proyecto avanzado, sobre todo en esta etapa inicial es donde teníamos que estar mucho más al pendiente de ello. He de admitir que todo esto me había ayudado a tener más tiempo en pensar sobre lo que pasaba con la rubia. Me había dado cuenta que tanto ella como yo, estábamos empezando a mezclar sentimientos en lo que teníamos.

Cada noche que llegaba a mi habitación, no podía evitar describir cuán increíble me sentí con la rubia aquella última noche donde literalmente terminamos durmiendo juntas. Habíamos estado a punto de pasar a otro nivel, a tener relaciones, sin embargo, aquello me parecía ser más que eso, aún me sorprendía por como la había tratado. Nunca me había comportado de tal forma con nadie, más que tener intimidad con Macarena, parecía que estaba apunto de hacerle el amor. Si bien aquella noche estaba cargada de exitacion y demás sensaciones, había empezado a sentir algo más y no quería hacerlo. Le temía a lo que empezaba a sentir por la rubia, más porque veía en los ojos de ella que también le pasaba lo mismo.

- Estoy muerta, gitana.- me dejé caer en mi asiento.- Han sido días muy agotadores.

- Ni que lo digas, nunca he trabajado tanto en mi vida, aunque no como tú.- se sentó en el sofá que tenía en la oficina.- Mira que ese celular te ha estado timbrando casi todos los putos días y a lo mucho lo habrás tomado un par de veces.

Recordé todos esos mensajes de la rubia, sobre todo lo que me enviaba durante la mañana para saludarme. Saqué el equipo de mi bolsillo y aproveché para ver su última comunicación.

"Hola. Espero no estar interrumpiendo en algo importante, sólo quería recordarte que mañana será la presentación con mi grupo de baile. Ojalá puedas tomarte un breve descanso y venir.

Besos, Maca"

¡Joder!, lo había enviado el día de ayer y seguro se le había pasado recordármelo el último día que nos vimos, claro, si yo misma había terminado el encuentro con la misma excusa de siempre, cosas del trabajo.

Tenía el celular entre ambas manos y dudaba en lo que debería hacer, aunque las ganas por ir a verla eran muchas más, ponía en una balanza los pro y los contra de aquello.

- ¡Coño, Zule que te estoy hablando!

Escuché la voz de mi amiga que ahora se encontraba parada y apoyada con ambos brazos en mi escritorio, mirándome curiosamente.

- ¿Qué pasa?

- Reina Mora...

- Que no me digas así.

- Vale, Zulema, ¿por qué estás así de distraída?, ¿es por la rubia?

No respondí, en lo absoluto.

- Hazlo, ¿me escuchas?, haz lo que tu impulso o instinto te manda, no lo pienses más. Veo que estás peor aquí, sufriendo por no poder decidir algo que estoy casi segura tiene que ver con Macarena. Arriésgate con la mentalidad ganadora que te caracteriza, mujer. Vas a ver que no te arrepentirás.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora